DOS AÑOS DESPUÉS:
Sakura estaba en su habitación, se había levantado poco después de que el amanecer comenzara a iluminar el día. Estaba de pie frente a un espejo que le mostraba su imagen de pies a cabeza, estaba en ropa interior, justo había salido de la ducha, su cabellera rosada aún estilaba agua y su piel estaba fresca y un poco húmeda. Observó detenidamente su cuerpo, no podía notar más cambios aparte de su estatura, no era una joven con muchas curvas y nunca lo sería, tendría que aprender a vivir con eso, su cabello ya llegaba hasta más abajo de los hombros, tendría que cortarlo pronto. Se encogió de hombros, no había mucho que pudiera hacer para cambiar su apariencia, su melena rosada siempre sobresalía de buena o mala forma, sus ojos jade podrían considerarse como su mejor atractivo y aún así no estaba segura que combinaran muy bien con el rosa en su cabello. Se observó sólo unos segundos más y al fin sonrió, así era ella, no había más remedio. Además tenía sus propios atractivos, en conjunto, no estaba tan mal, había notado más de una mirada dirigirse hacia ella, la habían invitado a salir en un par de ocasiones...
Sonrió satisfecha y comenzó a vestirse, tendría un día muy ocupado en el hospital y debía apresurarse. Hacía dos años que estaba bajo el cargo de la Hokage y sin duda había sido una gran elección, su nivel como ninja, sin agregar sus habilidades como médico, se había elevado considerablemente, casi estaba orgullosa de ella misma. Sólo faltaba que Naruto notara sus nuevas habilidades y estaría feliz, sin duda que lo impresionaría.
Se vistió con una simple blusa rosa, su falda negra y botas ninja, cepilló su cabello y lo acomodó lo mejor que pudo. Ya no usaba su vestido con sandalias azules, ya era muy pequeño, hacía sólo unos cuantos meses que había cambiado su atuendo. Sonrió ante ese recuerdo pero cierta memoria regresó para enrojecer sus mejillas.
Un recuerdo de hacía dos años, en medio de la noche ¿Cómo había sido capaz de decirle a su sensei que estaba enamorada de él? ¿Realmente lo había hecho?, parecía más un borroso sueño que un recuerdo. Su rostro aún enrojecia de vergüenza cuando lo recordaba, las primeras semanas habían sido una absoluta tortura, apenas podía verlo a los ojos, a él o a Rin. Sacudió la cabeza intentando alejar esos recuerdos, en aquel entonces era un niña encandilada por el hombre que la tenía a su cargo, él era inteligente, talentoso, misterioso y atractivo, hubiera deslumbrado a cualquier niña que lo viera como un héroe. Pero sólo había sido eso, ella era joven, su corazón tierno e inocente, le admiraba profundamente y se sentía sola y él siempre parecía estar con ella.
-Cuando no esta con Rin-san- recordó en voz alta. Le había costado cerca de un año comprender que había sido una confesión ridícula e imprudente, él amaba a su pareja y ellos serían felices por el resto de sus vidas, estaba hechos el uno para el otro, se veían bien juntos, tenían la misma edad... le tomó cerca de un año, pero al fin aceptó que dentro de la lista de imposibilidades que había en su vida, la más imposible, la más ridícula y absurda, era que su sensei pudiera considerarla a ella. Y ahora la aceptaba, sólo se encogía de hombros y seguía con su vida; su estómago ya no se encogía de emoción cuando lo veía o lo tenía cerca, sus mejillas ya no enrojecian cuando él le prestaba toda su atención ni sus piernas flaqueaban cuando la tocaba accidentalmente, ahora era simplemente su sensei. Además de todo, su relación era muy buena, él era un gran ninja. Cuando lo conoció por primera vez, se había sentido en las nubes, se consideraba como la más afortunada de todas, nadie podía tener un mejor sensei que ella y aún pensaba de la misma forma, sólo que ya no estaba enamorada.
¿Y qué había de Sasuke? No creía haber estado enamorada nunca de él, ni siquiera cerca. Sólo se había dejado llevar por la corriente, la mayoría de las chicas decían estarlo, así que decidió que ella también podía ser una de sus admiradoras, además, era la pantalla perfecta para ocultar su amor por su sensei, la juzgarían de loca si se enterraban de quién era el hombre que ocupaba sus más íntimos pensamientos. No pasó mucho tiempo hasta que se dio cuenta de que su compañero no era precisamente de su interés, sus ojos ya estaban viendo a alguien más, veían más alto y más prohibido. Pero ya no importaba nada de eso. Sasuke se había marchado y aunque le había dolido su huída, era más por ser su compañero de misiones que el dueño de su corazón. El resto de sus compañeros y amigos aún seguían creyendo que ella tenía el corazón roto por la ausencia de su lejano compañero, aún trataban de alentarla para no rendirse, ella sólo seguía la corriente y asentía sin decir una palabra, no podían estar más lejos de la realidad. Pero ya había dejado aquellos recuerdos muy atrás.
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SIEMPRE TÚ
FanfictionTodo sucedió: Sasuke sí abandonó la Aldea en su búsqueda de venganza, Naruto se fue con Jiraiya intentando volverse más fuerte y Sakura se está convirtiendo en una médico bajo el cargo de Tsunade. Kakashi sí es el encargado del equipo siete, así que...