SIEMPRE TÚ

UN PASO ATRÁS:

UN PASO ATRÁS:

Una semana después:

Kakashi paseaba por la Aldea, Rin lo tomaba del brazo y ambos caminaban tranquilamente. Su mujer lucía feliz y satisfecha, saludaba a todos lo que se encontraba y les ofrecía una sonrisa reluciente. No es que ya no hubiera problemas, o que él fuera el de cuatro años atrás, cuando realmente la amaba, era que ahora ya no hacía enojar a Rin, llegaba temprano, sólo salía por unas cuantas horas y volvía directo a casa, comían juntos siempre y salían a pasear, la escuchaba todo el tiempo, hacía todo lo que sabía que la haría feliz.

-...-¿Me estás escuchando, Kakashi?- su mujer lo veía con cara de fastidio. Era claro que conocía la respuesta. La escuchaba tanto tiempo como podía.

-Lo lamento-

-¿Es tan difícil escucharme? - el ninja se quedó en silencio. Sabía que terminaría por repetirlo -¿Cuándo piensas decirle a Tsunade-sama que vas a dejar al equipo siete?-

-Cuando Naruto llegue, me reuniré con él y con Sakura y se los diré-

-¿Por qué no sólo se lo dices a la Hokage?, ella podría darles la noticia-

-Son mi equipo, merecen más que una noticia- se quedó callado y esperó que su tono no hubiera sido muy brusco. Le había informado a Rin que dejaría el equipo, pero ahora no había día en que ella no lo preguntara cuándo lo haría oficial.

-Sé que haces un gran esfuerzo por nosotros, realmente te lo agradezco. Creo que es la decisión correcta...-

El ninja no siguió escuchando porque unas cuadras más adelante estaba Sakura. Aunque estaba lejos podía notar su sonrisa, parecía reír muy divertida, tenía los ojos cerrados y las manos sobre el abdomen por las carcajadas, el pelo se agitaba por el viento, ella era sublime. Quería acercarse, disfrutar del sonido de su risa, verla de cerca y abrazarla hasta que sus carcajadas cesaran. Hacerla reír de nuevo y ser divertido para ella.

Tenía ese brillo, parecía tan ajena a lo que causaba en él. Como si no fuera consciente de que era su centro de atención, parecía tan entera, como si no lo recordara, como si ni siquiera compartieran la misma Aldea. Tenía ganas de ir hasta ella y plantarse enfrente, ver su reacción para demostrarle que no podía verse tan serena como lo aparentaba. No lo haría, Rin estaba a su lado y no le gustaría que la dejara sola.

Sin embargo cuando notó que Sakura no estaba sola, soltó a Rin. Su alumna reía con Katetsu, él la veía con atención e incluso acarició su sedoso cabello. Eso era cruzar una línea.

-Kakashi, ¿A dónde vas?- le gritó Rin a su espalda. Pero él no se detuvo.

-Kakashi- sempai, que gusto verte- Katetsu lo saludó con una reluciente sonrisa. En seguida notó el cambio en la actitud de Sakura, su risa cesó por completo y soltó un gran suspiro. Evitó verlo a los ojos y tomó sus manos con nerviosismo.

-Venía con Sakura, te la robaré unos minutos...-

-Adelante- Katetsu puso su mano en la cintura y la empujó con suavidad hacia adelante.

-¿Kakashi qué estás haciendo?- Rin lo había alcanzado.

-Tengo que irme, me esperan en la Torre Hokage- Sakura se escabulló entre el incómodo grupo. Parecía avergonzada y furiosa.

-¿Te acompaño?- le preguntó Katetsu.

-No- fue una simple respuesta que dejó claro que estaba molesta.

-Sakura y tú hacen buena pareja, Katetsu- Rin se encargó de acabar con el silencio incómodo que había dejado la médico.

-Espera aquí, Rin- la dejó de nuevo antes de que ella pudiera replicar. Estaba con Katetsu, en buenas manos. Seguramente los había dejado confundidos pero no le importó, ya encontraría una manera de justificarse.