Día 4

10 3 0
                                    

Faltan 11 días... Y las cosas no van bien por el país... Me contaron que atacarán en una zona próxima a mi casa... Sólo puedo imaginar los disparoa y bombas tirando alrededor mientras todos estemos en el suelo entrando en pánico y desesperación. Elisa enferma con hipertensión y Patrick enfermo...

Sólo abrí mis ojos de un sueño extraño e efímero... Siempre he tenido este tipo de cosas. Pero ¿Porque ahora? En fin. Ahora estamos preparandonos. Mientras me dirigía a la cocina. Solamente tomé mi taza preferida y lo llené hasta el tope de café. Como dicen por ahí... No hay nada que vitalize que un buen café por las mañanas.

-Buenos días Clark.

-Ojalá que fueran buenos...

-¿Preocupado por lo de estos dias?

-¿Que mas podría ser?

-Lo sé Clark. Pero hey... Tenemos una alternativa.

- ¿Hhmm?

-Nos iremos dispersando. Tú te irás con tu hermana y nosotros iremos a la casa de mis padres

-Pero... ¿No se supone que donde tu familia y ustedes no se llevan bien?

-Eehh... Si, pero nos acomodaremos de todas formas. La familia sigue siendo familia después de todo, con o sin mismos ideales.

Lo que decía es verdad... Pero... Si somos todos del mismo país... ¿Porque nos matamos entre sí? Si somos diferentes en perspectiva pero iguales en focus e ideales...

-Oye Clark. Estaba pensando en que hicieras tus deberes rápido para que salgas. A partir de mañana es difícil que salgas.

-Esta bien Elisa. Iré a ver a Christine a pasar la tarde con ella. Regresaré antes del anochecer.

-Ok. Comienza entonces.

Tomé un trozo de pan y terminé mi café. Fuí a ducharme y comenzé a limpiar toda la casa... Luego de todo eso tenía que arreglar ropa para los próximos tres días. Mi hermana es tranquila. Aveces de carácter fuerte. Pero es mi hermana. Y la quiero tal como cual...

Era ya mediodía. Llevaré algo de puré de papas. Quedé acordando con Christine que almorzaríamos juntos y jugaríamos un poco antes de irme con mi hermana.

Ya. En la casa de Christine. Me abre la puerta con su cálida sonrisa. Entré con ella. Ordenamos la comida y mientras comíamos en silencio... Decido romperlo...

-Se rumorea que por mi zona estarán en ataque por almenos tres días.

-¿Hhmm? Conque es así...

-Estaré con mi hermana hasta que las cosas pasen. Quería comentartelo solamente.

-¿Sigues preocupado por wl viaje?

-Pues, no mucho. Solo el hecho de que estas mas en peligro que ellos.

-Jóvenes Universitarios... Somos el futuro del país y estamos en persecución...

-Oye, si tuviera la oportunidad. También iría. Pero estamos lo suficientemente protegidos.

-Lo sé Christine. Sino te pidiera que fueras conmigo... Allá no será lo mismo...

-Oye Clark. Las cosas no pueden estar bien. Pero igual. Tenemos cómo comunicarnos. Algún día regresarás. Y volveremos a jugar como en los viejos tiempos.

-¿Me lo prometes?

-Es mas que prometido. Es seguro.

-Gracias Christine...

-Hey... No te desanimes. Estaré bien.

-Lo sé.

Luego de la agridulce conversación nos dedicamos a jugar en la consola de Christine... Aunque no paraba de pensar de que no la volvería a ver en un largo tiempo... Sé que podemos hablar por internet... Pero no es lo mismo... Quisiera verla cómo me sonríe al llegar a su casa... A cómo hacemos desastre en su casa y como la limpiabamos juntos... Haría lo necesario por ver tranquila a Christine. Y si debo viajar por mi seguridad para hacerla sentir aliviada.

Las horas pasaron rápidas y ya estaba a punto de anochecer. Estaba por abrir la puerta de la casa de Christine pero ella me detiene. Me abraza por detrás... Esta sufriendo por mi causa... Quiere lo mejor para mí y lo sé...

-Christine...

-Llevate esto. Tómalo como un recuerdo de mi parte... Iba a dártelo en tu cumpleaños pero como no voy a verte... Pensé que sería un buen momento para hacerlo...

Solo ví dos pequeños peluches... Una gata de un color distinguido, y un zorro de color gris... Ya sé cual es el objetivo... Ella le gustan los gatos y ella sabe que adoro los zorros... Es increíble lo detallista que es aveces que me hace sentir que soy culpable de tener una amiga tan dulce como ella...

-Estan preciosos... Gracias.

-No es nada, es lo menos que puedo hacer por tí en estos momentos...

La abrazé y sólo sentí unas lagrimas caer en su pecho mientras ella entraba en un momento de melancolía y me abraza de igual manera... Su calidez me calmaba cuando ella es así conmigo... Voy a extrañar esto... Sin duda alguna...

Pasamos un buen tiempo y logré despedirme de ella. Tomé un taxi y me fui a mi hogar... Todos ya estaban durmiendo... Probé algo de las sobras del recalentado del día de ayer... Dicen que la mejor comida es la recalentada... Y sin duda alguna es cierto.

Me senté en mi escritorio. Tomé mi confiable pluma y escribí:

"Aveces los mejores tesoros vienen en pequeños detalles de lágrimas y sangre que hacen valer la pena vivir por alguien más...

Mientras una vida comienza a terminar... Las hojas del progreso de la vida comienzan a cambiar de color...

Por ahora una gata se despide y un zorro se acerca para su día de cambio. Aunque gata y zorro siempre estarán conectados. El uno al otro. Siempre estarán apoyándose mutuamente...









Fin del día.

16 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora