UNO.
—Puedo decir que ustedes, niñas realmente se han superado a sí mismas. ¡Esta fiesta es espectacular!—La señorita Reynolds dijo efusivamente, mirando al alrededor de la casa decorada de Lori.
Nosotras le mostramos una sonrisa.—Gracias, señorita Reynolds.
La señorita Reynolds arrugó la nariz.—¿Dónde está tu padre, Lori? Seguramente, está orgulloso de su hija lo suficiente como para estar entre el resto de nosotros.—Eso era algo que me disgustaba de la señorita Reynolds, tenía que criticar algo. Lori mantuvo su sonrisa ahora falsa, mirando a su alrededor sin vergüenza mientras yo orgullosamente llevaba mi ceño fruncido.
—No sé, debería estar por aquí en alguna parte. Brisa-
—Estoy en ello.—le digo, antes de ir a buscar al señor Styles. Estábamos organizando una gran fiesta por la aceptación de Lori en la Universidad de Howard. Estaba tan feliz, y tenía que hacer que sus últimos días fueran grandiosos. Siempre supe que Lori estaba destinada a la grandeza con todas sus altas calificaciones en la escuela desde el jardín de infantes y los premios constantes que ganó en las ceremonias de graduación.
Estaba orgullosa de ella y sabía que su padre también lo estaba, pero él tenía demasiado miedo como para expresarle eso. Después de la trágica muerte de la madre de Lori, desarrolló ansiedad social y un impedimento en el habla.
Lori, al principio, se sintió mal por él, pero cuando vio que él no había hecho nada para cambiar su condición, comenzó a sentir antipatía hacia él, lo que causo distancia en su estrecha relación.
Sin embargo, descubrí que todo sobre él era aún más atractivo después de eso. Estaba fascinada con el padre de mi mejor amiga. Algo sobre su nueva vulnerabilidad y la falta de un discurso adecuado me tenían hambrienta.
Después de revisar todas las habitaciones de la planta baja subí a buscarlo. Recordé cuando el señor Styles siempre tenía una sonrisa descarada en su rostro, tenía tanta confianza en todos los sentidos, y siempre fue tan amoroso con su esposa.
Quería el tipo de relación que tenía con su esposa, pero en cambio, quería eso con él. Él siempre me sonreía, me hacía reír e incluso me compro mi primer kit de maquillaje cuando mis padres no tenían el dinero cuando tenía catorce años. Siempre fue ese caballero de brillante armadura, ¿pero ahora?
Es un hombre vulnerable, temeroso de siquiera sonreír a una mujer mayor. Llamé suavemente a la puerta de su habitación, presionando mi oreja contra ella para poder escucharlo a través de la música. Sin respuesta.—¿Señor Styles? ¿Está ahí?
Pude escuchar pequeños sonidos, pero no una respuesta coherente.—Voy a entrar.
Abro la puerta y encuentro al señor Styles acurrucada en un rincón mientras una de las esposas del vecindario, la señorita Owens, estaba parada sobre él.—Señorita Owen—La mujer se dio la vuelta, con el rostro pálido y los ojos muy abiertos de sorpresa.
—Brisa... ¡esto no es lo que parece!
Me burlé.—Es exactamente lo que parece. Vayasé o voy a traer a tu esposo aquí.—Todos sabían que el señor Owen tenía mal genio, y la señorita Owens era demasiado ignorante para dejarlo.
Ella jadeó, corriendo a mi lado para irse. Corrí hacia el señor Styles, aparte sus largos rizos de su cara.
Su cara estaba roja y tenía tanto miedo. Él estaba horrorizado. Ahuequé los lados de sus mejillas.—Señor Styles ¿qué pasó?
Sus ojos esmeralda miraron mi cara, antes de mirar hacia abajo.—E-ella vino a mi habitación.—Susurró, encogiéndose más en la esquina cuando se dio cuenta de que lo estaba tocando.
—Señor Styles, ya no hay nada de qué temer, se ha ido.
Una noche, a última hora, la esposa del señor Styles estaba conduciendo a casa del trabajo cuando un conductor ebrio la golpeó de frente, matándola instantáneamente.
Después de eso, tuvo un colapso. Cuando lo llevaron al médico para una evaluación de salud, dijo que algo en él se quebró, y tenía miedo a la confrontación social por parte de cualquiera a menos que estuvieran un poco familiarizados conmigo y con Lori.
El señor Styles se estremeció, me miró fijamente y luego se alejó. Me puse de pie, retrocediendo unos pocos pasos antes de sentarme. El médico nos dijo que cuando este asi, le diéramos espacio, porque si no, podría tener un ataque de ansiedad que lleva a lo peor.
Sus ojos ahora me fulminaron con la mirada.—¿P-por qué?
Fruncí el ceño—¿Por qué, qué?—Olfateó, volteándos para mirarme, pero solo echó un vistazo en mi dirección antes de mirar su regazo.
—¿P-por qué ayudar al p-padre p-erdedor de tu m-mejor amiga?
Empecé a arrastrarme lentamente hacia donde estaba hasta que estuve frente a él.—Porque.—Su cabeza se levantó y jadeó cuando mi cercanía se hizo conocida. Rápidamente tomé su rostro, mostrando que no quería hacerle daño.—Porque...—eché la cabeza hacia atrás para mirarme.—Creo que el hombre que una vez conocí todavía está allí. Aunque, el que esta aqui ahora todavía es alguien asombro y no un perdedor.
Sus ojos se agrandaron al oír mis palabras, antes de lanzarse hacia mis labios. Pude ver remolinos de emociones borrosas en sus ojos, todos los cuales eran apenas descriptibles.
Pero no tuve tiempo de reaccionar.—Vamos, señor Styles, vamos a celebrar los últimos días de su hija aquí.—Él me miró con sus inocentemente conflictivos ojos luego de asentir.
Sonreí, antes de dejarlo para que se recobrara con calma.