- SEVEN.

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SIETE.

Estaba dormida en la cama cuando sentí un chapuzón repentino en la felpa de mi colchón. Tomé precauciones lentas cuando alcancé su punto máximo para ver quién era. La lluvia golpeaba contra la ventana fuerte y rápido y cuando el trueno retumbó, sentí que alguien se estremecía. Entonces fue cuando supe quién era.

—¿Miedo de una pequeña tormenta eléctrica, Harry?—Bromeé, con la voz medio dormida.

Él gimió.—S-sí, es otra c-cosa de la que tengo m-miedo.—Una vez más, sentí una pequeña punzada de simpatía en mi corazón. Me giro, vuelvo las mantas hacia atrás y le abro los brazos.

—Ven aca.—Sin pensarlo dos veces, se deslizó bajo las sábanas conmigo, de espaldas a mí mientras rodeaba mis brazos alrededor de su gran cuerpo. Él era tan cálido y suave. Un choque de relámpagos lo sobresaltó, haciéndolo tomar mi mano.

—Está bien, Harry, estás a salvo conmigo.—Le aseguro suavemente en su oído.

Él aún se estremece y se acurruca más cerca.—L-lo sé.

Solté una risita suave, clavando mi cara en el hueco de su cuello. Se puso rígido, pero luego se relajó cuando supo que no iba a hacerle daño. Pronto, él estaba respirando lentamente y su cuerpo relajado, luego yo estaba dormida junto con él.

[• • •]

Me desperté con la sensación de una excavación en mi estómago. No esperaba ver a nadie, pero cuando sentí un movimiento repentino, bajé la vista y vi a Harry abrazándome la cintura y su cabeza contra mi estómago. Estaba profundamente dormido, sus largos rizos castaños caían sobre su cara angelical.

Extendí la mano, acariciando su mejilla. Comenzó a moverse de repente, pequeños gemidos emitidos por su boca cuando comenzó a despertarse.

Pronto, sus centelleantes ojos verdes me miraron perezosamente y sonreí. Rápidamente rodé sobre él y le besé. Sorprendido, tardó un segundo en darse cuenta de lo que estaba haciendo, pero cuando lo hizo, sus labios se moldearon con los míos y sus brazos se envolvieron alrededor de mi cintura para abrazarme.

Sus labios me enviaron al éxtasis puro, haciéndome gemir en su boca. Lo animó a besarme con más fuerza, su cálida lengua se deslizó más allá de mis labios. Tironeé de su cabello, encontrándome muy excitada por él.

—Brisa...—gimió en mi boca. Yo tarareé, haciendo girar mi lengua alrededor de él.—S-se siente t-tan bien.—Sentí el apretón de sus manos alrededor de mi cintura.

Me doy cuenta de que estaba inconscientemente luchando contra él. No pude evitarlo, un hombre tan experimentado sabía besar mucho mejor que los muchachos de mi edad.

Me enderecé, coloqué mis manos sobre su estómago mientras miraba su rostro bellamente enrojecido. Lentamente comencé a mover mis caderas contra él y observé cómo su rostro se retorcía de placer.—Ahh...—intentó agarrar mi cintura pero yo le aparté las manos. Él gimió, sus ojos se abrieron para mirarme suplicando.

Agarré su mandíbula, bruscamente.—Sé que puedes resistir tocarme mientras te hago correr, ¿no es así, grandullón?—Sus ojos se abrieron ante mis palabras, pero también pasó por alto sabiendo que no podía tocarme.

Antes de que pudiera decir algo de protesta, rápidamente me estremezco contra él. Sus ojos se cierran y un gemido emana de su boca abierta.

Sentí que mi cuerpo se calentó al verlo luchar para obedecer mi orden. Sus grandes manos estaban agarrando las sábanas, la cabeza echada hacia atrás y cavando en el colchón.—¿Te gusta eso cariño?

Él gimió.—S-sí...

Me incliné, dejando que mi mano se deslizara sobre la tierna piel de su cuello. Su manzana de Adán se balanceó cuando acaricié su piel antes de rodearla con mi mano. Chilló pero no protestó por el nuevo ajuste. Sonreí con satisfacción.

Sintiendo su dura y restringida longitud escarbando entre mis piernas me hizo delirar y quería romper la tela que nos separaba, pero sabía que sería demasiado rápido para él. Y sabía que esto era algo que apenas podía manejar, especialmente al no poder tocarme y agarrarme con sus manos.

Harry estaba ahora empapado en sudor, sus ojos se movían hacia atrás o se cerraban con fuerza, sus manos apenas capaces de domesticarse cuando se movían sobre mi cintura. Era tan delicioso, tan jodidamente adictivo verlo delirar en un placer abrumador. De repente, sus caderas se levantaron para encontrarse con las mías.

Rápidamente, agarro su cabeza y la pongo sobre mi pecho. Me acerqué a él más rápido, lo que lo hace gritar contra mi pecho, su boca besando y lamiendo mi piel desesperadamente.

Le di una buena estocada más y comencé a separarme. Harry se hunde más en mi pecho y gruñe, agarra mis caderas para empujarme más hacia él si eso fuera posible.

El único sonido escuchado es nuestra respiración pesada mientras nos calmamos. Mi cabeza está echada hacia atrás, mientras Harry aún agarra fuertemente mi cintura.
—G-gracias.

Harry se amortigua en mi pecho. Y exhalo una carcajada.—Yo no estaría agradecido, Harry. No deje que me toques.

Sentí su cuerpo rígido y él gimió.










[• • •]

De Miami a México esta
cosa se prendió ahre.

Nel amic, la brisa en es una mommy.

Que vergas daddy kink,
Mommy kink, raza!

Wena noches.

dilfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora