Una hermosa chica de cabellera rubia, hacia el almuerzo, con la esperanza de que su padre, regresará.
En el casino levy's
<uno de los más reconocidos de la ciudad de Miami>Jude hearfilia se encontraba apostando la poca herencia que había reunido con su esposa, en su preciado restaurante, que poco a poco habia adquirido más fama, sin embargo no todo era color de rosa y cuando menos lo imaginaron, su esposa fue diagnosticada con leucemia, ese fue el fin, las telas de satín que habian acunado a la familia, en su tranquilo y feliz mundo, se desgarraban con salvajismo, la muerte de Layla Hearfilia, emprendió una nueva vida, llena de dolor, resentimiento y odio y para la cereza de todo este asqueroso pastel, su contrincante le llevaba la delantera.
Un chico de cabellera rosa, algo poco usual en un hombre, que incluso podía desatar las burlas, sin embargo en él causaba que las chicas que lo vieran suspiraran con deseo y algunas abanicaran rapidamnete sus pestañas, pues sabian que ese inusual color de cabello era natural. Él se encontraba bebiendo una copa de vino, mientras veía el rostro de angustia que le brindaba su oponente.
-¿Que pasó señor Jude? ¿Se rinde?
-Claro que no señor Dragneel, apuesto a mi hija- respondió sin titubear
- ¿Qué le hace pensar que quiero a su hija? - pregunto con curiosidad el Dragneel, que le había tomado de golpe su respuesta.
-Ella es virgen y podrá hacerle lo que usted desee- y así concluyó él con esa grotesca respuesta
-No tengo nada que perder, una sirvienta más, una sirvienta menos, que más dá- él acepto porque se rumoriaba que la hija de "este" era una mujer muy bella y desperto una curiosidad hacia ella
-Entonces comencemos.
...
El chico de cabellera rosa se levantó, y relajo sus músculos.
- Vamos señor Jude.
El viejo sólo bajo la mirada, pero no de decepción, no su rostro no mostraba siquiera un mínimo arrepentimiento por sus anteriores palabras, al contrario sentia un gran alivio como si le hubiesen quitado un peso de encima, por fin, se la llevarian lejos de él , ahora podia vivir en paz en su modesta casa, él odiaba a su hija, solo por el hecho de parecerse tanto a su difunta esposa y así a paso apresurado y cuidadoso se subieron al auto del peli rosa y después de dos horas llegaron a su destino.
Estaciónaron el auto en la calle y bajaron,Jude apresuró su paso_ como un niño que quiere alcanzar algo que desea, a tal punto de desmayarse de la emoción_abrió la puerta tan rápido que como le fue posible.
- Padre llegaste, te he estado espe...buenas noches-dijo Lucy, dando una reverencia al invitado, mientras dirigía la mirada a su padre.
- Padre ¿Quién es?- hablo con intriga al ver que no presentaba al invitado.
-llevatela- escupió jude con asco y sin verla se dirigió a su cuarto.
- ¿Qué has dicho padre?- pronunció con temor de no haber oído bien.
- ¿Estas sorda? me perteneces ¡vamos!- respondió enojado por la mala audición de la rubia.
- ¿Qué? No por favor alejate..._dijo mientras analizaba las palabras.
-No me hagas usar la fuerza y ¡vamos!
-¡NO! -exclamó agobiada retrocediendo, a lo que el Dragneel no se hizo esperar y tomo sus manos, las junto y la saco a rastras de la casa.
-¡Papá!-grito a todo pulmon la rubia, no recibió respuesta de su progenitor. Sus lágrimas no dejaban de caer, aún no lo podía creer estaba en shock, y solo con el presentimiento de que estaba en peligro.
El Dragneel la tiro en el asiento
del copiloto de su lujoso auto y rodió este para subirse.-¿Por que haces esto? - pregunto con una voz delicada y adolorida.
- Tú padre perdió en un juego y te puso como premio- lo dijo con burla
- Imposible- Lucy no podía creer las palabras de aquel extraño, las lágrimas se deslizaban sin cesar por sus delicadas mejillas, era mentira, todo lo que él le dice es mentira, talvez lo chantajeo o algo así.
- Mi padre no pudo hacer eso- dijo con su todo de voz segura y enojada, a lo que su ceño se fruncio, mientras se convencía a si misma.
- Él mismo me guío a su casa y tu mismo lo escuchaste decir "llevatela", o a parte de sorda ¿eres tonta?.
Entonces a nuestra blonde le cayó como balde de agua fría la realidad, era verdad, se había olvidado de eso, su padre no estaba llorando, incluso podía afirmar que sus labios estaban algo curveados hacia arriba, Lucy se quedó sin palabras, su respiración le fallaba y quería llorar, llorar como nunca lo había hecho, ¿Por que su padre hacia eso? Se repetía innumerables veces y no encontraba respuesta, ella siempre estuvo a su lado, nunca le desobedecio, ella lo quería era su única familia y ese ser tan preciado la había regalado como si de un objeto se tratase, no pudo más y soltó gruesas lagrimas de dolor, tristeza y ... miedo, ese miedo que la atormentada y mataba por dentro, ¿Qué sería de su vida ahora? , ¿Que planeaba el chico a su lado?, no podía dejar de interrogarse, ella sólo quería desaparecer, convertirse en polvo y dejarse llevar por el frío viento.
El Dragneel la observaba y desde que su mirada se habia posado en ella, había confirmado con sus propios ojos los rumores que se expandian, incluso las palabras no le hacían justicia, ella era hermosa, y su aurora era pura y serena, se rió para sus adentros, ya que ahora podría tenerla cuantas veces quisiera, hasta quedarse saciado y luego le alquilaria algún departamento para que después con el trabajo otorgado por parte de él se mantuviera así misma.
Ellos no lo sabían pero compartian un pensamiento, él también se preguntaba ¿cómo un padre pudo hacerle eso a su hija?
Pasaron 3 horas y ya se encontraban en la zona alta de Miami, casas lujosas, unas mas que otras, pero sin dejar de ser tan impresionantes, reinaban por las anchas calles, se encontraban en el territorio de la alta clase social, el Dragneel dirigió la mirada a la joven, la cual se encontraba con una mirada perdida hacia la ventana, pérdida en sus pensamientos, ignorando la belleza del panorama.
-Llegamos, bajate.-pronuncio relajado el peli rosa.
La chica no reaccionó, estaba en su mundo, ignorando cualquier ruido del exterior, el dragneel se enojo y salio para abrir la puerta a donde se encontraba ella, sacándole igual como lo había hecho de su casa, Lucy volvió a la realidad por el dolor que le proporcionaba el agarre de aquel chico en sus delicadas manos.
- Duele- pronunció ella en un sollozo.
Él ni se inmutó y se dirigió hasta la puerta para abrirla con un botón de su llavero, entraron y la puerta automáticamente se cerró, ella no pudo apreciar el decorado lujoso de la casa ya que las luces se encontraban apagadas, y la unica luz que ayudaba a iluminar el camino era la de la luna, la cual podía pasar gracias al enorme ventanal de la divisible sala, sus manos se estaban adormeciendo, consecuencia del dolor, el peli rosa subió las escaleras sin ningún inconveniente, pero la rubia lo hacía algo torpe, ya que no veía lo que pisaba y no podía seguirle el ritmo de sus pasos, escucho el sonido de una puerta y sintió que caía en algo suave.
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Tú eres mía...
Fanfiction(nalu)lemon *Nota* Esta historia, contiene bastantes ecenas sexuales, y aquí los problemas se resuelven rápido, si no te gusta este tipo de historia, no la leas. Ortografía: corrigiendo. ☆Prohibida cualquier adaptación o copia, recuerda es mejor cr...