¡Un olor exquisito!: Capítulo 2

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     El Dragneel la soltó con brusquedad en la cama, ella sólo grito del dolor, arrepentida después de este acto, ya que él se acercó y tomo con fuerza su mandíbula besandola tan frenéticamente, que nuestra primeriza, no le pudo seguir el desenfrenado y apasionado beso.

-Desde ahora vivirás aqui- dijo el chico con una voz demandante

-no saldrás al menos que yo te lo permita y obedeceras mis ordenes- Ella sólo lo escuchaba y lagrimas caían sobre sus mejillas

- ¿Qué piensas hacerme?-Pregunto con voz algo audible.

-Pienso tenerte como un adorno,
¿eres tonta o que? Vas a ser mi esclava sexual, tu trato dependera si me eres obediente y tu estadia aqui, si logras satisfacerme, si lo haces bien máximo te quedarás 2 meses, ya que no me gusta usar la misma persona mas de ese lapso de tiempo.

Ella empezó a cubrirse con sus manos, ya que el rostro del Dragneel reflejaba deseo puro, y sentía que la desventia con la mirada, por un momento ella se sintió desnuda y la ropa que llevaba no dejaba nada a la imaginacion, pues era algo ajustada y por lo tanto remarcaba muy bien su esbelto cuerpo.

     Él la miró de reojo, observando como se cubría con prisa.

Como si se pudiensen ocultar esas excelentes curvas.

-Pero... no lo haré ahora.- puntualizó, dejándole a ella soltar un suspiro de alivio, él la miró levemente y salió, cerrando con llave el cuarto.

    La rubia rápidamente empezó a buscar por donde salir pero no encontró nada, en aquel cuarto, estaba encerrada maldecia por sus adentros y maldecia al mismo tiempo a su padre el cual la había regalado.

Lloro tanto que se quedó sin aliento sus ojos estaban hinchados, ya no podía más y cayó rendida en aquella modesta cama.

....En el antro....

-Vamos cuéntanos- dijo grey, su amigo de la infancia

-¿A que te refieres?_-Contestó intrigado el Dragneel

-No te hagas el tonto Natsu,ya sabemos que te conseguiste a la hija de Jude - afirmó gallel, uno de sus guardaespaldas.

-¿De donde se enteraron?- respondió Natsu, sorprendido ¿Acaso lo vigilaban?

- Levy me lo contó- dijo con desdén Gallel, restandole importancia

-Enana chismosa- escupió Natsu enojado.

-¡hey! el único que le puede decir así ¡soy yo!.- respondió Gallel ofendido, por insultar a su amada esposa.

- Cállate Gallel.- le susurro Grey, él no quería que esto terminará mal.

- Lo siento amigo, pero sabes que no me gusta que se metan en mi vida privada.- Natsu se retractó, cuando recordó que su guardaespaldas, estaba profundamente enamorado de Levy.

-Si...lo savemos- respondieron los dos amigos al unísono, lamentando su intromentimiento en el delicado asunto.

     Hubo un corto tiempo en el que Natsu pensó en la hermosa blonde, preguntándose lo que estaría haciendo en este momento, y se formó una sonrisa ladina en su rostro, ella era mejor que recibir dinero, porque eso a él le sobraba.

Después de las disculpas, empezaron a tomar, sin embargo no se embriagaron, aún estaban conscientes como para manejar.

Narra Natsu Dragneel.

-Bueno chicos los dejo

-¿Ya te vas?-me cuestionó Gallel

-Si ya he tomado suficiente.- respondí estresado por dar explicaciones

-Dejalo, no ves que tiene a su rubia esperando en su cama.

-Muy gracioso, Grey- respondí queriendo sonreír.

    Me dirigí a la salida me monte en mi lujoso carro y me dirigí a mi mansión. Llegué y no había ruido, talvez se durmió, abrí lentamente el cuarto y hay estaba, me acerqué un poco y pude notar que había llorado y forcejeado la puerta estaba con sus manos algo lastimadas y sus ojos hinchados.

-¡Despierta!-empezó a abrir sus ojos lentamente y la tome con fuerza del brazo.

- ¡Está es mi cama! ¡Haste aún lado!

- Lo siento...yo...- se disculpó

-¡¿Quien te crees para ocupar toda la cama?!

- No, yo no pretendía...- expresó con su mirada al piso.

     Jale su cabello acercandola a mi y pude oler su perfume, era exquisito, sin embargo su rostro reflejaba pánico y dolor por el acto.

-Hueles horrible ve y bañate.- articule, no quería que mi cuarto se impregnada de ese perfume.

-S...si_respondió tardamudeando.

...

     Me desperté al escuchar la puerta del baño cerrarse, abrí los ojos y mire su pequeña sombra me levanté y me acerqué a ella la cual sujetaba con fuerza la pequeña toalla que la cubría jale sus mechones de cabello que posaban sobre sus hombros para acercarla a mi, olí levemente el hueco de su cuello y aún seguía ese olor a ¿perfume? Era un olor dulce, pero no empagalagoso era algo...adictivo.

-¿Te bañaste bien?- ahora resulta que ni siquiera se baña bien.

-Si...-respondió nerviosa.

-¿Acaso usas perfume?- pronuncie incrédulo.

-No...no puedo darme ese lujo.

Escuche la negación de mi pregunta. ¿Que mujer podría oler asi de bien? Me quedé un rato mirándola y señale una camisa que estaba en un sofá dentro de la habitación, ella siguió su vista hacia la dirección apuntada y la tomo.

-Colocatela y duerme-ella sólo asistió.

     Me acosté a esperar que mi cama se undiera un poco, dando la señal de que estaba acostada a mi lado, pero eso nunca pasó, abrí los ojos enojado, y la vi, la camisa le quedaba algo apegada y corta casi cubriendole su parte íntima

-¿Que haces ahí parada?

- Yo...

-¿Acaso no piensas dormir?

-Si- dijo acostandose en el sofá.

-¿Que haces?

-Sólo obedesco...- respondió con ironía

-¡Acuéstate a mi lado!- le grite -
Ella se paró de un salto y se dirigió algo temblorosa a la cama, subió sus bien dotadas piernas y se acomodó dentro de las sábanas.

     Me gire hacia ella y pude sentir la mezcla de mi perfume impregnado en mi camisa y su, supuesto ''olor'' juntos, sentía como ese embrigante aroma llegaba a mis pulmones, exigiendo por más de ese peculiar aroma.Me acerqué más a ella, bese su cuello,  quería dejarle un rojez, subcionaba con mucha fuerza, ella gimió del dolor haciendo que mi cuerpo reaccionará, respire hondo y no podía contenerme olía demasiado bien, aleje mis labios de su delicado cuello dejando un rojo chupón que resaltaba su tono de piel,  la mire y ella esquivó la vista hacia el piso

- Vas a ser mía_ susurre en su oído.

Tú eres mía...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora