Capítulo 22:

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15/07/14

Hola de nuevo. Se que se supone que los diarios hay que escribirlo todos los días y que es verano y que tengo tiempo del mundo y bla bla bla pero estos días he estado liada. Si liada, se que te preguntaras ¿como una mocosa de 16 para 17 años va a estar ocupada? Pues físicamente no lo he estado pero mentalmente no puedo dejar de pensar en una persona. Sí, yo también tengo una persona con la que me complico la cabeza hasta decir basta. Pero ese basta nunca llega. Bueno mejor os lo cuento del principio porque sé que ahora no entenderéis nada.

Os recuerdo que después de la muerte de Dani me mude a Granada, como bien sabréis, con mi primo y Álvaro. Me atrevería a decir que Llevo aquí desde hace más de un año y medio. Pues en este tiempo como persona que vive en sociedad y sobre todo como adolescente hice nuevos amigos. Entre sin conocer a nadie y poco a poco me fui acercando a un chico en especial, seguro que habrás pensado en el típico chico malo y super guapo. Pues siento decirte que te equivocaste. El chico en el que no podía parar de pensar era moreno, con los ojos verdes, un poco gordito y un poco friki. Si, sé que me podía haber ido con el chico malo y que a lo mejor hubiera vivido una historia bonita como la de tres metros sobre el cielo, pero para que decirte que soy al revés del mundo. Bueno pues eso, que como cualquier chica, y sobre todo nueva en el instituto, pues empecé a pasar bastante tiempo con este chico. Por cierto, todavía no he dicho como se llamaba, ¿verdad? Pues se llamaba Peyton y con el tiempo Peyton y yo nos convertimos en novios.

Bueno sabrás de sobra que los primeros meses que empiezas una relación son los más bonitos. Pues como yo soy al revés del mundo con decirte que los 3 primeros meses no fueron bonitos te imaginaras.

Empezamos a salir en marzo y con decirte que el primer mes que se supone que es en el cual las parejas empalagosas se regalan porquerías y todo eso, pues nosotros ni asimilamos que estábamos juntos o al menos yo. Ni nos felicitamos ni se los había contado a mis amigas ni nada de eso. Para el segundo mes ya se había enterado 1 o 2 amigas mías pero la verdad es que pasaba de su opinión y apenas hablaba de nosotros con ellas. Siempre he sido bastante reservada y la gente lo interpretaba como pasota. A lo mejor por eso empezó todo. Y digo todo porque por tener un amigo-novio las niñas de mi clase no lo veían normal y como era bastante pasota para ellas pues empezaron a hacerme la vida imposible. Tanto que después de 14 meses me tienen un asco que no pueden ni verme. Pero tu tranquilo, aprendí a vivir con gente que me tiene asco y ya cada vez que las miro me dan pena y a la vez risa, al ver lo que es la poca vida social que tienen que solo saben meterse con los demás para tener amigos.

Bueno y en el tercer mes nos fuimos de viaje de fin de curso con decirte que nos fuimos 1 semana a Barcelona y que de los 6 días que estuvimos allí 6 de ellos me los tire peleándome. Pero tranquilo, todas mis peleas no eran con mi novio, aunque con el también tuve unas cuantas porque se empeñaba en decirme que me fuera con otro chico que tenía dinero, casi siempre me peleaba con mis amigas, ya fuera porque me dijeran que mi novio era malo malo malo o porque comía poco o porque no hacia los que ellas querían o porque no iba a la playa con ellas. Si, aunque soy de Málaga y aquí la gente sea mucho del pescadito frito y la playa y bla bla bla, yo soy malísima para la playa y la piscina. No me gusta nada el pescado ni ir a la playa con las amigas, sobre todo porque no me gusta escuchar tonterías en un lugar aburrido.

Después de esos 3 meses que se supone que son los mejores de las parejas para mí los siguientes meses si fueron bonitos, por así decirlo.

Pero hace cosa de seis meses Peyton cambio completamente. Tanto que con decirte que ahora se tira los días jugando a la Xbox, que se ha teñido el pelo de rosa y que se ha vuelto gilipollas te lo puedes imaginar. Así recuerda que si alguien alguna vez te dice que la gente no cambia, recuérdame, porque por culpa de ese cambio Peyton y yo rompimos. Y pensaras será gilipolla la tía, que lo único que hace es pensar en el loco ese del pelo rosa en vez de seguir escribiendo. Pues tienes toda la razón. Pero si tu alguna vez has querido a una persona, ya sea a tu hermano o un amigo, y ves que esa persona se está jodiendo así misma y a su futuro pues no sé si seré yo o seremos todo pero yo por lo menos me da un coraje tremendo y no puedo parar de pensar en el. Así que siento mucho haber tardado tanto en escribir pero entre eso y que ayer me encontraba malita. Es que ayer fui a la piscina con Eleanor, mi madre, que vino para quedarse unos días aquí y que por su culpa tengo que dormir con mi primo. Pero bueno, hacía tiempo que no la veía y fui yo muy convencida a piscina. No se me hizo la tarde más larga porque no pudo. 4 horas en la piscina. Me estaba volviendo loca y mira que no conocía a nadie pero ella coge carrerilla y se pone a hablar con cualquiera. Me dolía el culo de estar sentada y me bañe solo una vez pues ya por la noche me puse malísima. Así que ayer llegue y me para las diez y media estaba durmiendo, aunque por la noche no paraba de dar vueltas a la cama. El pobre Liam se fue a dormir al sofá del salón que esta duro como las piedras.

Vaya, ya se ha hecho de noche. Hoy hay luna llena. Me encanta mirar la luna llena es tan blanca y tan grande. Lo único que aquí en Granada a veces por la noche se escucha como aullidos. Cuando le preguntes a la gente de aquí te dicen todos que son ladridos de perros pero ese sonido me recuerda a los aullidos de los lobos del parque de animales que me llevaba mi padre cuando era pequeña.

Parece ser que mi madre me llama, seguramente querrá hablar conmigo ya que Liam al parecer había quedado y Álvaro tampoco estaba en casa. Bueno, espero que te haya sido leve leer mi día y ya otro día intentare contarte que va pasando con Peyton y con mi familia.

Besos

Lucía.

El misterio de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora