Past always comes back

Capítulo 8.

(Narra Zoey)

La entrevista de trabajo ha ido mejor de lo que esperaba, John es un chico muy majo, poco más mayor que yo y, lo mejor de todo, ¡es el encargado y me ha dado el trabajo! Después de dos semanas volviéndome loca, ¡por fin tengo trabajo! Y eso tenía que celebrarlo.

-¿Puedes quedar? –Le pregunté.

-Estoy trabajando y me quedan mínimo dos horas. –Le noté triste. –Te noto contenta.

-Lo estoy, por fin he conseguido trabajo. –Sonreí.

-¡Eso es genial! Me alegro, Zoey.

-Y hablando de trabajo, aún no me has dicho en qué trabajas tú.

-Eh, bueno… -Estaba nervioso. –Na, mi trabajo es papeleo más que nada. Bueno, ¿cuándo salga te llamo y quedamos?

-¿Saldrás muy tarde? –Pregunté.

-Espero salir para las 8 o 9.

-Vale, pues entonces sí, llámame. Nos vemos luego, un beso. –Sonreí.

-Un beso, guapa. –Colgué.

Pues como la idea de quedar con Zayn he tenido que aplazarla, espero que Roow ya esté libre y tenga algo de tiempo para mí.

“¿Puedes quedar o sigues con Dylan?” Le mandé un mensaje.

“Tengo tooooooodo el tiempo del mundo para ti, cielo. ¿Dónde y cuándo?”

“¿En la cafetería del otro día en media hora?”

“Perfecto.”

Estaba esperando en la cafetería, sentada en la terraza, cuando Roow me llamó para decirme que llegaría algo más tarde por culpa del autobús y justo en ese momento me acordé de Mark.

Marqué su número y esperé impaciente a que contestase.

-¿Sí? –Contestó.

-¡Mark! –Sonreí.

-¿Quién eres?

-¿Cómo que quién soy? ¡Zoey! ¿Me he ido hace dos semanas y ya no te acuerdas de mí? –Me extrañé ante su reacción.

-Ay sí, perdona, es que ando algo despistado. ¿Cómo es que me llamas? –Preguntó.

-Pues que llevamos días sin hablar y me apetecía saber de ti.

-¿Te apetecía? –Dijo seco.

-Sí, ¿pasa algo Mark?

-No, no pasa nada. ¿Qué tal todo por allí? ¿Cosas que contarme?

-Pues acabo de conseguir trabajo y he conocido a un chico. –Dije contenta.

-¿A un chico? ¿Qué chico? –Preguntó algo nervioso.

-Pues… un chico. Tiene 21 años, es de Bradford y es un cielo.

-Bueno, conociéndote, no te durará mucho. –Me atacó.

En ese momento, llegó Roow y se sentó en la mesa, preguntándome con quién hablaba.

-¿Por qué me dices eso Mark?

-Porque lo único que has tenido estos años han sido rollos, además seguro que no te conviene.

-¿Y tú qué sabes si me conviene o no si no le conoces? –Me había molestado su comentario, y mucho. –No tienes ningún derecho a decirme eso.