El lugar era inmenso, lujoso y sofisticado nada comparado a lo que estaba acostumbrado a frecuentar. A pesar de su corta edad podía diferenciar status sociales y este definitivamente no era nada comparado al suyo.
Se encontraban sentados en una de las cómodas sillas acolchadas ubicadas en la sala de espera que más bien era una habitación hermosa y elegante. Sillas ubicadas unas al lado de otras daban espacio a una enorme mesita de centro y los cuadros colgados en las pulcras paredes blancas le daban un toque de modernismo.
Movía su pequeña piernita de un lado a otro, mordia su pulgar en modo de nerviosismo puro pensando en que tal vez no era una buena idea haber ido a ese lugar. No, definitivamente no fue buena idea, pero ya no había vuelta atrás.
Habían llegado muy temprano esa mañana sólo para poder hablar con el Jefe de aquella empresa tan distinguida y conocida por todo Corea del Sur y hasta Asia entera. "CHO Corporation" era su nombre, empresa destinada a la creación de los mejores vídeo juegos de la nueva generación. Cuando ingreso a aquel vestíbulo una joven hermosa se presento cordialmente.
—¿Puedo ayudarles en algo?— le había preguntado amablemente la mujer.
Alcanzó a leer la placa de su uniforme donde estaba escrito su nombre y de forma sincera le brindó una enorme sonrisa.
—Señorita Seohyun, busco al Señor Cho— preguntó de forma tímida esperando que aquella mujer sea lo suficientemente amable para dejarlos pasar.
Luego de un par de preguntas más, ahora se encontraban sentados en la sala de espera de la empresa, habían pasando dos horas desde que la mujer se fue del lugar.
—El Señor Cho se encuentra en una junta importante, si quieres lo esperan acá y los atenderá— fue lo último que dijo antes de dejarlos solos en aquella habitación. Miró hacia el lado viendo el diminuto cuerpo durmiendo a su lado. Sonrió nostálgico pensando en que era lo mejor para todos haber ido hasta allá. Aunque se llevara el regaño de su vida, merecía la pena, debía intentarlo al menos.
Pasaron cuarenta minutos más y ya estaba pensando en agarrar sus cosas y la mano de aquel a su lado para largarse de ahí y no volver jamás, cuando la puerta fue abierta y Seohyun ingreso por ella sonriendo brillantemente.
—El Señor Cho te atenderá de inmediato cariño. Ven, te guiare a su oficina
Sin más se encaminaron en silencio por donde la joven mujer los guiaba, caminaron por unos pasillos largos pero que no prestaron mucha atención debido a que los nervios le estaban jugando en contra. Se preguntaba si era lo mejor, si hablar con el Señor Cho serviría de algo. Nada perdería con intentarlo, sólo pensaba en no arrepentirse después.
Finalmente se detuvieron en una elegante puerta de madera. Seohyun golpeó suavemente y una voz gruesa respondió del otro lado: Pase
—Señor Cho, las personas que le comenté antes están acá
—Dejalos pasar Seohyun y cierra la puerta cuando salgas.
—Claro, señor.
La hermosa mujer le brindó una última sonrisa antes de asentir en modo de confirmación para poder entrar y desaparecer por el mismo lugar del que vinieron. Dio un último suspiro y camino lentamente hasta ingresar a la habitación, el Señor Cho estaba sentado en su escritorio justo al frente de ellos, estaba con la cabeza agacha concentrado leyendo unos papeles que tenía en sus manos.
Tragó duro, el hombre era sencillamente hermoso, cabello castaño ondulado, hombros anchos perfectamente cubiertos por un traje formal de color negro, a pesar de estar sentado se veia de una altura por sobre la media y un cuerpo bien definido Magnífico pensó de inmediato. Se notaba lo lujoso de su atuendo y la figura tan importante que él representaba. De pronto sintió vergüenza, le avergonzaba presentarse así frente al hombre pero nada podía hacer, ya estaban ahí frente a frente y sólo debía continuar con su objetivo inicial.
Carraspeo la garganta de modo que aquel hombre pudiera notar su presencia. Y así lo hizo. Cho Kyuhyun levantó la mirada y su ceño se fruncio al no entender la situación.
—Buenas tardes Señor Cho Kyuhyun.
El nombrado quedó incrédulo ante lo que veía. Cuando su secretaria le mencionó que había gente esperando hablar con él, ni en un millón de años esperaría a toparse con esta imagen. Definitivamente pediría explicaciones a la mujer por esta broma.
¿Qué hacían un niño pequeño y un bebé parados frente a él en su propia oficina? Se preguntó y sobre todo ¿Por qué se les hacia tan familiar esos rostros?
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N/A:
Hola! Nuevamente estoy de regreso con un nuevo proyecto Kyumin *-*
Espero le den una oportunidad y sea grato para ustedes leerlo ♡
Qué opinan de este primer encuentro?
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Lazos Rotos ~ KyuMin
Фанфик-Me abandonaste cuando más te necesite. El castaño bajo la mirada avergonzado ante sus palabras. Nada podía refutar cuando él tenía toda la razón. Levantó la mirada a su rostro lleno de lágrimas sintiendo cómo su corazón se rompía en mil pedazos an...
