Capítulo 07

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Lunes y una nueva semana comenzaba, y como cada día Sungmin se levantaba muy temprano para atender las necesidades de sus pequeños.

Suspirando cansado, dejó la taza de leche sobre la mesa.

—¡Hyunjin! Baja, el desayuno está listo—. Habló desde la pequeña cocina, su hijo estaba tardando mucho y su desayuno se iba a enfriar.

Pasaron unos minutos y el pequeño no aparecía,  extrañado se dirigió al cuarto que compartían los niños y lo vió sentado en el borde de la cama, algo pensativo y con una expresión de angustia en su rostro. Sungmin se preocupó de inmediato, su bebé no debería tener esa expresión; era un niño y no debía preocuparse por nada más que jugar y ser feliz. Pero al parecer él como padre no estaba cumpliendo con ese derecho, pensó.

Se agachó frente a la cama para estar a la altura de su hijo y acarició su cabello para llamar su atención.

—¿Pasa algo Hyun?— preguntó calmadamente. Quería transmitirle seguridad a su pequeño.

—Papá.... no somos estorbos. ¿Verdad? —. Dijo mirando al pelinegro fijamente.

Sungmin no entendió a qué se refería, se sorprendió por aquella pregunta; observó los ojos de Hyunjin y ahí solo había una mirada neutra, sin el brillo que debería haber.

—No entiendo, cariño ¿a qué te refieres?

—Es que....— hizo una pausa para ordenar sus ideas y prosiguió. —Los niños de la escuela me molestan, dicen Kyung nos golpeaba y maltrataba porque nos lo merecemos, dicen que a los estorbos y escorias así hay que tratarlas. ¿Verdad que no somos eso?

El mayor se sorprendió ante esas palabras, pensó primero en esos niños; en la educación que los padres le están inculcando y en lo crueles en que se convertirán si de pequeños ya tienen esos pensamientos.

Luego pensó en el niño frente a él, su hijo, y en la confusión que debe estar teniendo. La tristeza que veía en sus ojitos castaño oscuro.

Fueron dos años, dos largos años en los que no sólo Sungmin sufría los golpes, sus pequeños también recibían sus malos tratos, quizás no físicos sino que emocioles y psicológicos que antes no veía pero que ahora, al escuchar a Hyunjin se dió cuenta de lo que las malas palabras de un hombre cruel podía causar en un niño.

Lo observó por unos segundos, el pequeño a pesar de poseer una personalidad fuerte y que en ocasiones él mismo ayudaba a Sungmin a salir adelante, ahora demostraba inseguridad y confusión que lo asustó demasiado.

—Escucha cariño, nadie en el mundo merecen que los golpeen. Kyung era una persona cruel que pensaba que con violencia puede obtener lo que quisiera—. Le acarició la mejilla sonrojada de su pequeño, son la sutileza y con el cariño que solo un padre puede brindar a su hijo.— Pero la vida siempre nos enseña que nada se soluciona con violencia y que aquellos que la utilizan nada bueno consiguen.

—¿Entonces Kyung es la escoria y el estorbo, como dicen mis compañeros?— preguntó mirando a Sungmin,  con su rostro más animado.

—Bueno, Kyung es una persona con problemas de agresividad muy grande. Es una persona que sólo sabrá hacer daño. Pero nosotros, escúchame bien Hyunjin, nosotros no somos lo que ellos dicen. Solo somos una familia que paso por dificultades y que ahora podremos salir a adelante ¿me entiendes, bebé?—Trató de explicar Sungmin de forma simple pero convincente.

La verdad es que no quería hablar de Kyung con su hijo, no cuando él mismo pensaba que su ex pareja era mucho más que una escoria. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos malos, él no debía pensar así, no cuando sus hijos absorbían todas sus emociones.

Lazos Rotos ~ KyuMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora