Capítulo 02

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—Dime Hyunjin ¿le pasó algo a Sungmin?— trató de preguntar lo más sereno posible y no alzarle la voz al pequeño, no quería asustarlo con su impaciencia pero el silencio de este lo estaba poniendo nervioso.

—Mi papá... él sufre— mencionó con lágrimas en sus ojos pero las despejó de sus mejillas inmediatamente. No lloraría frente a él, no frente a Cho Kyuhyun, aquella persona tan cruel que abandonó a su papá cuando más lo necesitaba. Y recordando su objetivo inicial, se paró recto y seguro mirándolo directo a los ojos. —Señor Cho, quiero que ayude a mi papá, no vine aquí a conocerlo como mi padre, sólo quiero que lo ayude.

Kyuhyun vió asombrado el cambio de expresión del pequeño. Ya no había duda en su voz ni en su mirada. Ahora sólo veía determinación, seguridad y hasta podría decirse un poco de rencor, aquello último le preocupó en demasía puesto que un pequeño de 10 años no debería albergar esas emociones tan negativas. Se preguntó si aquel rencor era hacia él y sin querer eso lo inquietó bastante, Kyuhyun ni siquiera sabía de la existencia de un hijo de haber sido así, jamás hubiese permitido que Sungmin lo dejara.

Estaba a punto de exigirle respuestas al menor y era obvio que quería saber lo que pasaba con Sungmin, pero el sonido de un celular interrumpió el tenso silencio, giró la cabeza confundido seguro de que ese sonido no era el suyo, cuando de pronto vio al pequeño sacar un celular algo viejo y gastado de su bolsillo, miro la pantalla quebrada del aparato y su expresión cambio a terror.

"Vuelve a casa, está pasando de nuevo"

Era lo que estaba escrito en el mensaje de texto que le había llegado, cortesía de su mejor amigo y vecino, Minho. Con las manos temblorosas Hyunjin guardo su viejo celular en el bolsillo de su pantalón con dificultad, su papá le había dado ese aparato para poder comunicarse en caso de ser necesario. Sin prestar atención a los movimientos de Cho Kyuhyun, tomó en brazos a su pequeño hermanito y apoyando su cabecita en su hombro para que durmiera se dispuso a dejar la habitación.

—¡Espera!— Kyuhyun había visto asustado la expresión del otro y aquello lo puso en alerta. Algo había pasado y por la mirada del menor supuso no era algo bueno. Rápidamente se puso de pie y agarrando su abrigo siguió al par de pequeños hacia fuera del lugar. —¡Hey! Hyunjin, tranquilo ¿si? Yo te llevaré a casa, vamos.

Hyunjin dudo un segundo en seguirlo o no, pero al final decidió aceptar ir con él. Esa era la forma más rápida de que Cho Kyuhyun comprendiera que su papá Sungmin necesitaba ayuda y sólo él podría ayudarlo.

Papá Min... es lo mejor, perdón por hacer esto— pidió en voz baja el pequeño de tan sólo diez años, llevando en brazos a su hermanito y subiendo con él al auto del mayor.

—Todo estará bien, cariño. No te dejaré sólo nunca más, ¿entendido?— habló Kyuhyun una vez comenzó a conducir hacia donde estaba Sungmin. Hyunjin sólo atinó a asentir incómodo a esa afirmación de quien sería su papá biológico, y sin quererlo una pequeña sonrisa se asomó en la comisura de sus labios.

—Todo estará bien ahora...

~ ☆ ~

—¿¡Cuántas veces debo repetirte que no quiero ver juguetes en mi maldita habitación!?— gritó el hombre entrando al pequeño living de aquel sucio y descuidado departamento.

—¿¡Y qué quieres que haga si los niños deben jugar con juguetes!?— gritó de vuelta el pelinegro sentado en uno de los viejos sillones en el living.

—¡Entonces encargate de que tus malditos bastardos no se metan en mis cosas!— exclamó tirando el juguete de autito hacia donde estaba el pelinegro golpeándolo en la frente, dejando una pequeña herida sangrante. Aquello no lo molestó, era pan de cada día que su cuerpo terminara con alguna herida visible, así era su vida ahora; entre gritos y más gritos e incluso golpes y maltratos, aunque desde hace mucho tiempo eso dejo de afectarle. No obstante lo que más le molesto fue cómo aquel hombre llamo a sus hijos, Bastardos ¡Oh No! A sus pequeños nadie los insultaba.

Lazos Rotos ~ KyuMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora