Can you tell me why Kong?, why did you have to choose as your first case one whose charges are for murder? "
A remake of a popular game and anime called Ace Attorney in SOTUS version
Todos los derechos reservados. Cualquier copia o adaptación de mis...
Kongpob se acercó a la barra desde la que, con su habitual sonrisa, le hacía señales el joven dueño del local. Bright no había parado de mandarle mensajes desde la finalización del juicio, hacía ya dos semanas, por lo que el joven decidió aceptar la invitación de su viejo amigo y pasarse por el bar. A ver si así dejaba de mandarle tantos mensajes y llamadas de voz suplicándole que le hiciera un hueco para quedar y ponerse el día, que la gente en la oficina, principalmente May, y los de los juzgados comenzaban a murmurar.
El joven abogado, vestido con unos jeans negros ceñidos con cadenas en los bolsillos y una camisa también negra, se sentó en uno de los pocos taburetes que quedaban aún desocupados.
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- " Parece que el bar va bien" – comentó mirando hacia la concurrida pista de baile.
- " No me puedo quejar" – respondió el joven mientras colocaba delante suyo una botella de cerveza – " la verdad es que ni mi familia puede creer lo bien que está yendo. Todavía se quejan de mi decisión de no trabajar en ninguna empresa".
Kongpob simplemente asintió. Entendía perfectamente a Bright. Su familia tampoco había tomado muy bien su decisión de dejar la Universidad de Ingeniería y trasladarse a la Facultad de Abogacía. De hecho su madre aún no se lo había perdonado.
- " ¿ Y qué tal están los demás?" – preguntó, como quien no quiere la cosa. Sin embargo la sonrisa de Bright le decía que no le había engañado ni por un segundo.
- " Hace meses que no les veo. Toota fue trasladado a una de las sucursales de la compañía para la que trabajaba, así que sólo quedamos cuando viene algún fin de semana y Prem se trasladó a la costa, creo que siguiendo a cierto amigo tuyo, fan del baloncesto.."
Kongpob sonrió ante la noticia. Al menos se alegraba de que las cosas le fueran bien a esos dos.
- " ¿ Y Knott?"
Bright se rió y, sacando su móvil del bolsillo de sus jeans, le mostró una foto.
- " Es del año pasado. Knott sintió no poder invitarte a la ceremonia pero no sabíamos cómo ponernos en contacto contigo. Ni siquiera Aim sabía tu nuevo número de teléfono".
Kong suspiró mientras observaba a la bella pareja de la foto. Ambos con los trajes tradicionales y, obviamente muy felices.
- " Es la hija del presidente de la compañía en la que realizó las prácticas. Por lo visto la salvó de un desalmado que no aceptaba un no por respuesta" .
Bright sonrió mientras se volvía a guardar el móvil en el bolsillo.
- " Me alegro de que las cosas os estén yendo bien a todos" – dijo Kong. El joven estaba siendo sincero. Que su relación con Arthit acabara de la manera en la que lo hizo no significaba que no quisiera que los demás fueran felices – " y siento no haber podido ir a la ceremonia. Cuando le veas, dile que le deseo lo mejor".
- " Se lo dirás tú mismo. Porque ahora que has vuelto, ¿ no pensarás desaparecer otra vez?" – preguntó Bright mientras le miraba con el ceño fruncido y una expresión de desconfianza – " Se que nos portamos mal y no como los amigos que decíamos ser. Pero la situación era caótica y.. Arthit...".
- " Lo sé, y me alegro de que Arthit os tuviera a vosotros" – dijo el joven sin notar las miradas de apreciación que, hombres y mujeres, comenzaban a dirigirle – " al menos pude quedarme tranquilo por ese lado".
Bright asintió mientras observaba la mirada de tristeza que el joven tenía desde el momento en que el nombre de su ex había sido mencionado.
Kongpob comenzó a reír para luego negar con la cabeza.
- " Digamos que para mí sólo hay un sol en el cielo..." – dijo finalmente – " incluso ahora, después de tantos años".
No, para él sólo existía un astro rey. Y volvería a lograr que le perteneciera únicamente a él.
¿ Desaparecer? Jamás..., no volvería a desaparecer.
Por fin había llegado el momento de volver, de recuperar su vida, a sus amigos, y sobre todo a su pareja. Ya había esperado ocho años. Ni un día más...
