Capítulo 5

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Estábamos de camino a las islas Mhon, Arthur nos había pedido que fuéramos ya que se había registrado un intruso, pero no lo lograban identificar, está vez nos dijo claramente que debíamos ir y ayudarlos, al igual que la vez pasada está isla era de Igor.

Me sorprendía bastante que Arthur se preocupara tanto de las islas que él se hacía cargo, más las otra, que fácilmente se podría desligar ya que no son su responsabilidad 100%, eso hablaba muy bien de él y no tanto de los otros proveedores, sentía que dejaban todo un poco a su suerte, eso para nada me agradaba ya que al final todos somos iguales, y si entre nosotros nos dejamos de lado, no podemos pedirle a los demás nada.

Arthur nos dio todas las herramientas para llegar en el menor tiempo posible, eso era bueno ya que las islas Mhon quedaban cerca de Rusia, la isla era de los más nuevos refugios, se creó un año después de lanzar el plan por lo que los problemas de seguridad eran algo recurrente y otros más, tenían un aproximado de 30 refugiados en total, sus lideres eran Sandra y Víctor que eran hermanos.

Luego de un largo viaje Matilde, Vice, Aisha, Elizabeth y yo llegamos a la isla, está vez como llegamos con autorización nadie nos atacó ni hubo un interrogatorio tenso donde nos amenazáramos con las armas, los lideres nos hicieron un recorrido por las instalaciones en un español muy atropellado, se notaba que no dominaban el idioma, pero el esfuerzo lo apreciaba; el refugio era bastante grande y la verdad no sé qué tan bueno fuera eso, ya que el tamaño no iba en nada en relación con la cantidad de personas que lo componían. Los lideres también nos dijeron que no llega mucha gente nueva por lo que el espacio se va ocupando poco a poco.

Entendía el problema de seguridad, no hay suficiente gente que se encargue para proteger un lugar tan grande, ni si quiera viendo las cámaras, les comentamos que podrían poner sensores y que estos le dieran alertas por si había movimientos extraños, también que la gente cuando ocupara las armas registrara a qué hora lo tomo y lo dejo, eso evitaría el extravió de estas.

Seguimos recorriendo el lugar para ver otras fallas cuando de pronto Matilde se queda atrás viendo algo, pensé que había encontrado algo que los ayudara, pero al acercarme y ver su cara entendí que no era eso.

—¿Qué paso? – pregunte al llegar a su lado.

—Me pareció ver a alguien – dijo sin mover la vista – alguien que conozco.

—Solo parecido – hablo Vice – a veces hay gente que se parece mucho, o pudiste tener un lapsus ¿Es una persona que extrañas por casualidad? – me sorprendía su comentario burlón, pero se veía serio igual que siempre.

—No digas estupideces Vice – hablo esta vez mirándonos, sonaba molesta – estoy hablando de algo serio.

—¿A quién creíste ver? – pregunto Aisha llegando a nuestro lado.

—A Janine – dijo volviendo su vista al lugar de antes, los demás nos miramos preocupados, excepto Elizabeth, ella no entendía que sucedía.

—No creo que este aquí, tranquila – dijo Aisha sonriendo.

Seguimos viendo el lugar sin dejar de estar atentos a cualquier cosa, a pesar de que Aisha dijera que no podría estar aquí, la posibilidad estaba, todos estábamos tensos y atentos sin dejar de prestarle atención a los lideres. Cuando acabamos el recorrido Elizabeth hablo en ingles con ellos, para agradecer las atenciones y repetir nuestras sugerencias en un idioma que no se les complicara comprender.

—Disculpe – hable cuando note que habían terminado de hablar, ambos lideres me miraron – por casualidad ¿Aquí habrá una mujer llamada Janine?

—Janine, Si – dijo Sandra.

—Ella ¿Hace cuanto está aquí? – pregunte, si todo era correcto Janine podría ser la causante del problema de seguridad.

—Meses – respondió – three or four months – comentó en inglés.

—¿Qué kinesis tiene? – pregunte – ¿Sabrá por casualidad?

—¿Kinesis? – pregunto más para ella que para mí, yo asentí de todas formas – I don't know, ella no decir kinesis – claro que no diría su kinesis, todo para que la tomaran por débil.

—¿Sabe dónde se encuentra ahora? – pregunto Aisha está vez, se veía muy preocupada, Sandra solo logro asentir cuando oímos un grito que provenía detrás, nos giramos y vimos a Janine tomando a Matilde amenazándola con un cuchillo en el cuello.

—Hola Kara – dijo sonriendo – ¿Cómo está Lydia? – me quede petrificada ante la pregunta tan repentina – verdad que está muerta – dijo haciendo una mueca de falsa tristeza.

—¿Qué haces aquí? – pregunto Matilde, me sorprendía que no intentara zafarse.

—Contigo no estoy hablando – musito molesta – pero respondiendo a tu pregunta, Shaiel me mando para averiguar cosas, eso es todo.

—Como siempre siendo el perrito faldero de Shaiel – habló Matilde molestando a Janine – nunca cambias – con eso presiono más el cuchillo.

—Tengo opinión propia – dijo bastante molesta, a lo que Matilde solo puso los ojos en blanco,

—Suéltala – dije luego de unos segundos, comencé a acercar mi mano izquierda al cuchillo que llevaba en la espalda.

—No – contesto cortante – contigo no tengo problemas, pero con ella si – presiono más el cuchillo logrando que corriera un poco de sangre – me iré y me la llevare a la salida, para luego matarla de todas formas.

—Pues de aquí ninguna sale – tomo un ninjato retráctil que tenía en la pierna – ¿Qué te parece eso maldita? – se puso el mango en el estómago – Kara – me llamo – Lydia estaría orgullosa de ti, así que deja de culparte, nada fue tu culpa y fuiste una gran amiga, gracias por estar a mi lado – al terminar activo el arma atravesando a ambas en el acto, lo volvió a retraer luego de unos segundos, antes de caer al piso me sonrió, así perdiendo la vida.

Por los sucedido decidimos quedarnos unos días más en la isla, en el transcurso de esos días hicimos la ceremonia del funeral de Matilde y Janine, el de la segunda fue más corto porque nadie del refugio la conocía muy bien y los que sí no la querían, el de Matilde fue más para nosotros sus cercanos, ninguno lloro en ningún momento, no porque no nos afectara, pero habíamos visto a tantos partir que no éramos ajenos a la muerte, solo recordamos lindos momentos para que todo fuera menos triste.

Al volver ninguno habló mucho, todos estábamos en nuestro mundo, el mío era uno combinado entre la tristeza y sorpresa, se suponía que esta era una misión fácil, prácticamente era ir, revisar y volver rápido al refugio, pero jamás pensamos que perderíamos a alguien importante.

Matilde pudo no haber sido la mejor cuando llegue, y sé que no le caía bien, ella misma me lo dijo, pero con el tiempo y por lo sucedido con Lydia nos volvimos unidas, ella fue mi pilar, estuvo consolándome esas noches que yo solo lloraba, siempre se preocupó que comiera y saliera de la cama para hablar con gente, ella estuvo para mí cuando más la necesite y eso se lo agradeceré eternamente, siento que se volvió casi como una hermana para mí y perderla me dolía mucho, por lo que me permití llorar la primera noche del viaje de regreso, sé que la extrañare mucho en mi día a día, pero a pesar de eso deseo que descanse y se vaya en paz sin ataduras a este mundo.

Al llegar al refugio dimos la noticia del deceso de Matilde, la mayoría decidió hacer luto por 3 días y así fue, no hubo entrenamientos ese tiempo, si hubo juntas en el comedor para hablar, pero no mucho más. Al terminar los tres días todo volvió a su normalidad, aunque el dolor se seguía sintiendo como si todo hubiera sucedido hace unos minutos atrás.

Los Telepatas (2°LIBRO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora