Yael
Aunque quisiera ir más rápido no podía, baje al refugio y a todos los que me encontraba, sin importar si los conocía o no, les iba diciendo que estaban atacando otra vez, de está forma ellos iban subiendo para unirse a la pelea, por suerte no tuve que buscar mucho a Sandra la líder de las islas Mhon, a Elizabeth y a varios de la islas Laurie, sin demorarme un solo segundo les dije lo que estaba sucediendo, de está forma todos los que podíamos nos unimos a la batalla.
Nuestras fuerzas se acababan, ya notaba como mis habilidades me ponían resistencia para usarlas, veía como los de mi grupo cada vez más les costaba moverse, estábamos intentando proteger la cabaña a toda costa, pero para nuestra mala suerte era al lugar que más ganas le tenían, y no era para menos, al fin de cuentas es donde están los kinesis heridos.
En este momento todo se ve muy mal para nosotros, si seguimos así no duraremos mucho, por lo que decidí enviar una parte de mi grupo al interior del refugio, que descansaran y se alimentarán para que luego ellos nos relevarán a nosotros, algunos no querían irse así que prácticamente los obligue.
Con un grupo más reducido y con las fuerzas casi a punto de agotarse seguimos luchando, tal vez puede que todo esté en contra de nosotros en este momento, pero no nos rendiremos ante nadie, algo que habíamos aprendido hace mucho tiempo con mi grupo es que no importa tu edad, ni género; solo muertos, solo así dejaremos de pelear por aquello que nosotros consideramos correcto.
Nosotros estábamos resistiendo lo que más podíamos, estabamos soportando bien los ataques de los militares hasta que escuchamos una exploción proveniente de una colina, todos, kinesis y militares, nos quedamos atónitos sin saber bien que sucedía, aunque claramente ellos reaccionaron antes que nosotros, muchos cayeron, otros quedaron malheridos, vi compañeros desvanecerse ante mis ojos, el dolor de ver a mis niños caer me hizo reaccionar para usar la telumquinesis y quitarle las armas a los militares, no es una kinesis que uso mucho por lo que el esfuerzo me hizo marearme, gire lentamente las armas para apuntarlas a los militares y comencé a disparar.
Cuando se dispersaron aquellos que aún seguían en pie dejé caer las armas y concentrarme en mis refugiados, la imagen ante mis ojos me dejó desolada, me dejé caer de rodillas en la nieve y las lágrimas bajaran por mis mejillas.
Kara
Sentía odio y desprecio por está mujer, si no fuera por está traidora cosas malas que nos han pasado a los kinesis jamás hubieran sucedido, aunque sí debía agradecerle que por ser una maldita había encontrado a mi hermana.
— Sabes jamás pensé que nos encontraríamos aquí, y menos después de tanto tiempo – Hablaba como si fuésemos amigas que no se habían visto después de mucho tiempo.
— Ojalá nunca más nos hubiéramos visto – me levanté un tanto aturdida por el golpe que recibí en la cabeza, apenas logre estar de pie ambos militares me apuntaron con sus armas – veo que sigues sin poder estar con escolta, creo que demuestra lo débil que eres, no que los etherquinesis se creen casi dioses, ¿Por qué te escondes detrás de mortales Shaiel? – se que estoy jugando con fuego al tratar de hacerla enojar, pero también el odio me estaba controlando.
— No me escondo detrás de nadie – hizo una señal con la mano y ambos bajaron sus armas – Me sorprendes Kara – habló luego – antes pensaba que Lydia se había matado por nada que valiera la pena, veo que me equivoque.
— Lydia murió por tu culpa – dije con odio – y ella fue una excelente persona que siempre protegió a los suyos, cosa que no puedo decir de ti.
— Primero que todo, yo no fui la culpable de que cayeras en la trampa de tu madre y fueras a Chile a visitarla, así que quien la mató fuiste tú Kara – se que estaba diciendo la verdad, pero era una forma de consolarme – segundo, todos aquellos en los que protegí y confíe en algún momento de mi vida, me traicionaron.
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Los Telepatas (2°LIBRO)
Science Fiction6 años después de los sucesos ocurridos en "Los Kinesis", Kara como la nueva líder debe hacerse cargo de los kinesis que están en su refugio y aunque lo hace con gran compromiso no puede dejar de pensar en hechos que ya son pasadas, y aunque esos ti...