II

70 27 0
                                    

Lunes 28 de junio del 2004

Querido amigo:

Ayer fue día de disfrutar mis regalos, los disfrute desde las diez de la mañana, así es, me desperté temprano para disfrutarlos, cabe mencionar que es sumamente raro que yo, en vacaciones, despierte antes de las once de la mañana ya que me fascina dormir; encendí el estéreo y el primer disco que reproduje fue el de mi cantante favorita, Avril Lavigne, abrí el "estuche" en el que venía el disco con la imagen plasmada de Avril en blanco y negro y con el nombre del disco en rojo con un estilo de letra muy llamativo (o al menos para mí lo es); el disco empieza con la canción Losing Grip, una canción que en lo personal me gusta mucho debido a su letra la cual habla de una ruptura amorosa; al terminar esta canción le siguen mis canciones favoritas de esta cantautora canadiense las cuales son Complicated y Sk8er Boi; en general, me gustaron todas las canciones que contiene este álbum, principalmente por sus ritmos ya que se mantienen en un estilo "neutro", he optado por llamarlos así ya que no son ritmos muy rápidos, pero tampoco son ritmos lentos, las canciones se mantienen entre los dos ritmos. Al terminar de escuchar Let Go inmediatamente reproduje el disco que Louis me regaló, de este álbum la canción que más me gusta es Stan, ya que contiene un ritmo que simplemente me relaja aunque su letra sea algo profunda ya que habla de la idolatría que puede llegar tener alguien hacia una persona, la cual, en casos mayores, puede tener malas consecuencias como la que se nos presenta en la letra de esta canción.

Al terminar de escuchar los discos me dirigí hacia la cocina, abrí el refrigerador, tomé un poco de pastel de chocolate que sobro del día de ayer y me lo comí mientras buscaba un programa con el cual entretenerme en el televisor aunque no encontré un programa o película que llamara mi atención, mientras hacía esto corrían alrededor de las dos de la tarde, así que, con nada que hacer, decidí tomar una siesta, fui a mi habitación, me senté en la cama, me quité los zapatos y me recosté, al cabo de unos cuantos minutos quedé profundamente dormido y sé que dormí profundo ya que cuando desperté eran alrededor de las ocho y media de la noche, me desperté debido al olor de chocolate que venía desde la cocina y llegaba hasta mi habitación, fue la tía Margaret quien hizo el chocolate; me puse los zapatos de nuevo y bajé las escaleras y ahí estaba la tía Margaret preparando el chocolate mientras que mi madre estaba preparando unas deliciosas galletas de nuez.

La tía Margaret dijo que se le había ocurrido hacer chocolate para que todos viéramos en familia las películas de Home Alone lo cual me resultó raro, no me resulto rara la idea de que viéramos las películas en familia ya que eso es algo tan típico en nuestra familia, sino, lo que me resulto raro fue que la tía Margaret hubiera preparado chocolate caliente en esta estación del año en la que principalmente no hace frío.

Esperamos a que Anthony se terminara de bañar para empezar a ver las películas, para eso solamente transcurrieron aproximadamente quince minutos, cuando bajó, mi padre tomó las películas y las reprodujo. Fue un momento muy agradable en realidad ya que tenía tiempo que no convivíamos con la tía Margaret.

La tía Margaret casi no viene de visita ya que ella también tiene sus propias ocupaciones y dos hijos que mantener, Christian y Tom, de veinte y veintidós años respectivamente, aunque ellos ya van a la universidad, son la principal preocupación de ella ya que siempre se están metiendo en líos los dos, espero que algún día cambien su manera de actuar y hagan sentir orgullosa a la tía Margaret y que haya rendido frutos la gran tarea de haberlos criado sola, sí, sola, ya que su ex marido fue un patán que los abandonó sin razón alguna cuando Tom apenas tenía ocho años y Christian seis. Desde entonces ella ha tenido una vida algo difícil, aunque mi padre, en lo más que puede, la ayuda a tal grado de que Christian y Tom consideren a mi padre como el papá que nunca tuvieron.

Cuando terminamos de ver las películas ya era poco más de la media noche, y nuestros estómagos ya nos dolían de tanto reír ya que mientras veíamos la película mi padre hacía chistes que en realidad nos hacían reír demasiado. Terminaron las películas e inmediatamente Anthony, Caleb y mi padre se fueron a dormir mientras la tía Margaret, mamá y yo recogíamos y lavábamos los trastos que habíamos utilizado, cuando terminamos de todo esto subí las escaleras, me metí a mi habitación y volví a quedar profundamente dormido, lo cual me resulta demasiado extraño ya que dormí lo suficiente en la tarde como para no haber podido dormir en la noche, pero, milagrosamente, pude concebir el sueño casi de inmediato.

Con cariño, Adam.

AdamWhere stories live. Discover now