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Había traído a Seokjin a mi oficina, debo admitir que estoy bastante nerviosa y como no estarlo si durante todo el trayecto desde la recepción hasta mi oficina había estado bastante tranquilo coqueteando con cualquier mujer que le saludaba o se acercara. 

Normalmente ellos son los nerviosos...

Cuando llegamos a mi oficina le había ofrecido algo para beber, aceptándome un té y de igual manera me prepare uno, me acerque a el entregándole la taza e invitándolo a que se sentara y así lo hizo mientras que yo me sentaba en frente suyo.

-Así que... Kim SeokJin.- empece y le brinde una sonrisa a lo que el solo asintió.- Cuéntame, ¿Desde cuando sigues mi marca?- le pregunte, querida ganarme un poco de su confianza antes de abarcarle el tema que realmente quería hablar.

-Pues, si mal no recuerdo, la sigo desde la linea de ropa DashiR.- comento para después darle un sorbo a su té y simplemente sonreí tratando de ubicarme, y era cuando la marca ya estaba sobresaliendo, no es reciente pero tampoco era alguien "veterano" 

-Oh, ¿Te gusta el estilo vintage?- volví a hacer una pregunta y solo vi como el se volvía a enderezar y dejaba la taza en la mesa de centro, y por alguna razón, sentía que era una "mala" señal.

-Mire, señorita de Dominicana... No es por ser grosero, pero siento que esto no es para lo que quiere hablar.- confeso para después cruzarse de piernas y juntar sus manos en sus rodillas; toda una diva. De igual manera yo también deje la taza en la mesita de centro y me senté un poco mas a la orilla del sillón enderezándome.

-Bueno, en eso tienes razón.- cruce la mirada con el y me miraba con los ojos entrecerrados, como si quisiera leer mis pensamientos o algo por el estilo, tal vez solo estaba exagerando pero algo era seguro, no era muy cómodo.- Quería hablar acerca de tu pasado, cuando eras parte de BTS.- creo que se esperaba de todo menos esa cosa, ya que cuando dije el antiguo nombre de la banda volvió a abrir  los ojos pero con sorpresa y dejando caer sus hombros.

-Y por que... ¿Por que quiere hablar de eso?- le sonreí solo levantando las comisuras de mis labios y mirándolo para que se volviera a relajar, si es que antes estaba relajado.

-Primero... No uses formalidades, no es necesario.- hice una pequeña pausa pala saber desde donde comenzar y cuanto contar.- Veras, desde hace un par de semanas Jungkook dio conmigo y bueno técnicamente me llevo hasta corea con el fin de que lo ayudara en algo...- lo mire y al hacerlo detalladamente parecía incrédulo

>No había podido entablar una conversación del todo formal para que me dijera la razón de que me necesitara, se veía muy desesperado y preocupado, todo había sido muy loco para mi debido a que esa misma mañana antes de que JungKook llegara, había visto la noticia de Namjoon y de su supuesto intento de suicidio...- eso no es cierto, así que no te preocupes- pero yo sin saber la verdad me había preocupado bastante y luego un par de horas después llego Kookie...

-Espera... ¿Por que te preocuparías por el?- me había interrumpido.- Osea, tu ya nos conocías como banda... ¿Tu eras una ARMY?- solté una pequeña risa floja mientras agachaba la cabeza.

-Jin... Todavía soy ARMY.- le confesé sin levantar la mirada, ¿Que recibí? silencio, solo eso, no me preocupe ya que posiblemente loo estuviera dirigiendo, así sucedió con los demás a excepciona de Jungkook, mientras yo sonreía como una tonta, por el simple hecho de decir que aun era ARMY me llenaba de orgullo y así debe de haber como yo e incluso nuevas.

-Y entonces, ¿Que buscas de mi? ¿Que puedo ofrecerte yo? Por que como puedes ver, estoy aquí y no en corea, no hay mucho que pueda hacer.- de pronto un cable se conecto y simplemente me di cuenta que había tenido un increíble golpe de suerte, por que jin tenia razón... Estaba aquí en Nueva York, ¿Por que esta aquí?

La ultima soldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora