HNLY ♡ jeongmo

❥ Capítulo 13

JeongYeon ya se encontraba lista; No se había preparado mucho la verdad. Tan solo se colocó uno de sus miles polerones y unos jeans negros con las primeras zapatillas blancas que vio. Últimamente su pelo estaba creciendo más rápido por lo que ya podía hacerse una cola y le gustaba como se veía así por lo que no dudó en hacerse una.

Se acero a su velador y tomó su celular, aprovechó de mirar la hora y eran siete con cinco minutos. Por último, sacó su billetera y sus auriculares negros. Tampoco iba a llevar tanta cosa, pues el departamento de su "amiga" se encontraba, literalmente, al lado del suyo.

La coreana salió de su hogar y dio tres pasos hasta que estaba en frente de la puerta de Momo. Llevó su mano hasta la madre y tocó tres veces, esperando a que abriera su vecina.

Momo no se tardó, en unos segundos ya estaba abriendo la puerta y haciendo pasar a JeongYeon.

— Hola... — Saludó JeongYeon un tanto tímida mientras caminaba al salón del departamento. Por primera vez se sentía un tanto incómoda en aquel lugar, estaba justamente al frente del sillón en donde la hizo suya.

— Toma asiento, No te sientas incómoda... — Le respondió Momo mientras se sentaba en uno de los sillones, mirando como JeongYeon le copiaba y se  colocaba en uno de los asientos que estaba al frente suyo. — ¿Cómo has estado? — Se atrevió a preguntar la japonesa, quebrando el silencio que se formó de repente.

— ¿Qué como estoy? — JeongYeon la miró directamente a los ojos, Momo asintió. — Horrible, cada día peor. — Respondió con sinceridad la chica con el poleron. Viendo como su vecina hacia una mueca. — ¿Y tú? Supongo que has estado súper feliz con SoonYoung. —

Momo soltó un suspiro antes de responder — Pues... No he estado tan mal, O sea, si me he sentido bajoneada pero he intentado hacer otras cosas para distraerme hasta que ya no pude más y bueno, ahora estoy hablando contigo con la intención de saber qué va a pasar con nosotras. — Momo tomó aire y desvió su mirada. — Jeong... No puedo hacer como si no hubiera pasado nada esa noche, además, ya no aguanto. Necesito estar contigo... —

— Momo... Yo fui muy estúpida al decirte eso en el baño. — Admitió la mayor — He estado pensando en todo lo que sucedió y, desde el primer momento te tenía que parar, No podía tener relaciones sexuales contigo si estabas borracha y aún así lo hicimos... Lo siento mucho, de verdad no estabas en tus cinco sentidos y y-yo... l-lo hice... Y... aún así me gustó. Lo disfruté tanto... tus gemidos eran tan sonoros y tu carita mientras me pedías más ¡Joder! no me pude controlar. — JeongYeon bajó su rostro decepcionada. Se sentía muy mal por haberlo echo eso a Momo. — Hace tiempo quería hacerte eso... — Dijo en un susurro, sintiendo como sus mejillas se acaloraban.

— JeongYeon, no te sientas culpable ni nada ¿Vale? Yo también lo disfruté, te lo dije en el baño y ah... No sé si sentirme mal o no por eso. — Esta vez, Era Momo quien admitía algunas cosas.

La japonesa se levantó del sillón y se acercó a JeongYeon, tomándola de las manos para que se levantara igual que ella. La coreana entendió y se paró para ser recibida con los brazos de su amiga, quien la rodeaba por la cintura y escondía su rostro entre el cuello y el hombro de la más alta.

— JeongYeonnie... me gustó demasiado, me hiciste sentir de una forma increíble y creo que ahora mismo siento algo más por ti... — Confesó la menor. — Te amo... Quiero hacerlo de nuevo... — Al escuchar lo último, JeongYeon abrió sus ojos como plato y tomó aire.

— Momoring... ahora dímelo de nuevo pero, esta vez, mirame a los ojos. — Dijo JeongYeon y se separó de su amiga, viendo como ésta subía su mirada.

— E-Eh... T-Te amo... y... q-quiero... hacerlo... — Momo bajó su mirada antes de terminar la oración — de nuevo... — JeongYeon sonrió decepcionada.

— Como pensaba, Lo sigues amando ¿Verdad? —

— S-Sí... desearía poder dejarlo pero no puedo, mi corazón aún siente algo por SoonYoung. —

JeongYeon suspiró y abrazó nuevamente a su amiga. No sabía si estaba jugando con ella o qué pero quería disfrutar ese pequeño momento, pensando en que Momo le había dicho que la amaba.

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