25. Quiero Protegerte

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Andrew miraba a los dos frente a él, sabía que no tenía que perder tiempo, el menor se miraba muy mal, le costaba respirar, tenía que salir de allí rápidamente y no perder el tiempo, pero sabía que un mal movimiento haría que Max disparara, y eso no solo lo mataría, si no también que dejaría a Ian en las garras de aquel maldito.

Max mostraba una sonrisa triunfadora, tal parece que estaba poniendo en apuros a Andrew, y eso le encantaba y mucho.

--- Tal parece que no tienes escapatoria mi querido amigo, te perdonare la vida, si te vas, pero me dejas a la zorra que tienes atrás. Si hacia un movimiento en falso, sería su fin, y también el de Ian.

--- Que es lo que quieres Max

Max lo miro incrédulo, que ¿Qué quería? La insolencia de Andrew no le gustaba, después de que lo humillo, solo por tocar a un mocoso que no valía nada, viene este y preguntaba qué es lo que quería.

--- No es cosa de querer algo físico Andrew, ¡la humillación que me hiciste pasar nunca te la perdonare! Preferiste a ese mocoso, has cambiado, ya no eres el maldito con quien me juntaba para ir a asesinar gente, ahora solamente eres un estúpido que se dejó engatusar por un maricon, pero esto se acaba ¡AHORA!

En un rápido movimiento, Andrew disparo, no permitiéndole a Max disparar el primero, dándole en la mano la cual sostenía el arma, haciendo que Max tirara esta por tener su mano destrozada por la bala, la cual había dado en la palma.

--- ¡MALDITO HIJO DE PUTA!

Andrew disparo, esta vez dándole en la pierna a Max, devolviéndole la bala que el había recibido en ese mismo lugar, disparo otra vez, pero ahora apunto a la otra pierna, dejando a Max tirado, sin poder mantenerse en pie por las heridas en sus piernas.

Lily solo veía horrorizada la escena, pensó que Max le pondría fin a todo eso, pero se equivocó. Andrew se acercó a Max, tomándolo del cabello, apretando el cráneo.

--- Piensas que podías contra mí, pero te equivocaste, yo soy el maldito que toda la policía busca, y un estúpido como tú, jamás lograría vencerme, aquella vez me atacaste por la espalda, sabias que no estaba armado, y atacaste como un cobarde, eso es lo que eres Max, un cobarde nada más.

Andrew apunto a la cabeza de Max, listo para disparar y terminar con toda esa mierda, pero se escuchó como unos automóviles se acercaban, no tenía tiempo para lidiar con las perras de Max.

Guardo su arma, tomando a Ian en sus brazos, se adentró al auto con rapidez, dejando al menor en le asiento de al lado poniéndole el cinturón, presiono el acelerador con fuerza, escapando del lugar antes de que aquellos maleantes llegaran.

Estaba muy preocupado, Ian en definitiva no se miraba bien, sentía que lo perdía, y lo perdería si no se apuraba, sabía que tenía que llevarlo a un hospital, y eso es lo que haría.

* * *

Después de manejar como una media hora, llego al hospital más cercano, con rapidez tomo a Ian en sus brazos adentrándose al establecimiento, gritando por ayuda, las enfermeras llegaron rápido llevándose a Ian acostado en una camilla, la salud de este era critica, Andrew no sabía que pasaría de ahora en adelante, todo lo que paso lo dejo aturdido y asustado por el menor, si este no sobrevivía no sabría qué sería de él. Tenía miedo, miedo a perderlo, miedo a que el menor se le fuera así como si nada, miedo a quedarse solo, miedo a perder la razón para siempre, miedo a no sentir sentido a la vida.

Después de unas tediosas y angustiantes horas, por fin Andrew pudo ver al médico encargado de Ian, con desesperación se acercó A este.

--- ¿C-como esta Ian doctor? ¿está bien? ¡POR FAVOR DIGAMELO!

--- Calma, el joven esta estable, en el estado que venía, era muy probable que no sobreviviera, pero es un chico fuerte, pero tengo malas noticias.

Andrew sintió miedo por esas palabras

--- que malas noticias...

--- El joven por los abusos que sufrió, la parte baja fue destrozada, presenta desgarro total lo cual ya se trató, deshidratación extrema, altas dosis de droga en su cuerpo, creemos que también el joven fue contagiado de una enfermedad de transmisión sexual, pero ya se fueron a hacer los exámenes para comprobar y salir de dudas.

--- Puedo... ¿puedo pasar a verlo?

--- Si, con su permiso me retiro

Andrew le agradeció al doctor, tomando aire antes de entrar a cierta habitación, silenciosamente se adentró, no creyendo todo lo que le dijo el doctor, la culpa lo consumió al ver al menor allí reposando en esa camilla, con una máscara de aire ayudándole a respirar, esa aguja insertada en su piel de su muñeca suministrándole el suero necesario.

Desde hace años no sentía ese líquido salado resbalando por sus mejillas, sus lágrimas caían como una lluvia intensa, sus piernas no pudieron más y sucumbió a su peso, quedando de rodillas, abatido y desconsolado al ver a la persona que más quería en ese mal estado.

Todo lo que estaba a su lado siempre perecerá, esa es su realidad, pero era un maldito egoísta que todo aquello que estaba a su lado no lo dejaría ir, pero ahora dudaba. Andrew paso toda la noche en vela, no despegaba la mirada del menor, siempre atento a cualquier cambio que tuviera Ian pero, aunque quisiera que el menor moviera una parte de su cuerpo, este no movía ni un centímetro, la agonía y todo el dolor que paso, lo dejaron totalmente abatido.

Pasaron los días e Ian mejoraba poco a poco, pero no despertaba, los doctores no estaban alterados por ese motivo, ya que así Ian mejoraría más, pero el que no se encontraba feliz era Andrew, quería que Ian despertara, quería ver esos hermosos ojos de nuevo, quería abrazarlo, pero eso no sucedería.

Tenía algo de suerte el que en el hospital no lo reconocieran, pero sabía que tarde o temprano alguien sabría quién es, y eso significaba parar en la cárcel de nuevo, morir en ese lugar y no ver al menor nunca más.

Pero antes de ir de nuevo a la cárcel, tenía algo pendiente que terminar.

Ya había tomado una decisión, y era la mejor para Ian, pero antes de iniciarla, tenía que terminar con los culpables de toda la atrocidad que paso el chico, no quería dejar a Ian desprotegido si regresaba a la cárcel.

Ahora se encontraba en el hospital, en la habitación donde se mejoraba su persona amada, lo que haría lo distanciaría mucho de esta, pero era lo mejor.

Se acercó al menor, mirando aquel rostro hermoso, acaricio este con lentitud gravándose la sensación de esa piel. No quería dejarlo, pero tenía, con lentitud se acercó a aquellos labios, besándolos delicadamente sin ser brusco para no lastimarlo más, adoraba la sensación, nunca la olvidaría.

--- te amo Ian... pero es mejor que no estemos juntos, conmigo solo vivirás escapando, escondiéndote en lugares desagradables, y terminaras más lastimado.

Despacio, Andrew salió de la habitación, ya cuando estuvo fuera del hospital, empezó una llamada la cual lo alejaría para siempre de Ian.

--- ¿alo? ¿Quién es? ¡Ian eres tú contéstame cariño no tengas miedo!

Del otro lado de la llamada, se escuchaba la voz de una mujer angustiada.

Soltó un suspiro antes de contestar

--- Ven por tu hijo, se encuentra en la ciudad ******* en el hospital *******....... Cuídalo mucho por favor.

Colgó la llamada.

*

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El próximo capítulo es el final :") espero que les haya gustado este cap nwn, nos vemos en la próxima y ultima actualización:D.

...Sin Salida...  (Yaoi/Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora