Forma N°2

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Bakugou no se caracterizaba por ser un chico abierto en cuanto a sentimientos se tratase, así que todo lo hacía mediante acciones, Kiri ya sabía eso, no teniendo ningun problema porque sabía que Katsuki estaba enamorado de él al ver como lo trataba, cuidaba y consentida.

Este día en especial la pareja estaba en un parque cercas de la casa del pelirrojo comiendo un helado, era fin de semana y habían salido a una cita propuesta hecha por Eiji. Estaba entretenido que no notaba la mirada insistente del rubio sobre él, a los minutos se dio cuenta del extraño comportamiento de su novio, pero no menciono nada.

El rubio aun en sus pensamientos sonrió al ocurrirsele una idea, esperando un buen momento para ponerla en marcha.

A los minutos con su helado terminado propuso caminar por el parque a lo cual Eiji no se negó, caminando y admirando el hermosos paisaje que se presentaba en dicho lugar el rubio roso la mano de Kiri con la suya haciendo voltear al chico, le cerro un ojo de manera coqueta, viendo el sutil sonrojo de su acompañante.

Esto iba mejor de lo que penso se dijo el rubio, continuaron caminando para detenerse cercas de un río, el rubio se acercó sentandose en la orilla invitando al pelirrojo a hacer lo mismo quien a los segundos ya estaba a su lado, el rubio miro a Kirishima a sus ojos sin apartar la mirada alzando una ceja de forma coqueta sacando la lengua y lamiendo su labio.

El pelirrojo se sonrojo aunque aun no entendía el porque su pareja hacía eso, sentía su cara arder de la vergüenza, escuchando una risita salir de los labios de su novio, lo volteo a ver viendo como este le sonreía aun. Suspiro calmando su corazón. Sintiendo como el rubio tomaba su mano delicadamente.

Se sorprendido y se exaltó un poco, no creyendo lo que pasaba, pero no dijo nada ya que el contacto le agradaba, se sumergieron en un silencio cómodo, viendo el atardecer, los pájaros volar y el agua cristalina siendo perturbada por una bandada de patos.

El rubio se recostó en el cesped haciendo que su chico también lo imitara, pero antes de que este llegara al suelo hizo que se recostada en su abdomen. El corazón de Eijirou empezó a latir violentamente queriéndose salir, trató de tranquilizarse, recriminandose el tiempo que ya llevaban juntos y aun se comportaba como una colegiala enamorada.

Suspiro sintiendo la mano del rubio en su cabeza acariciando su cabello, que aunque no lo dijera en voz alta sabía que le gustaba y mucho no por nada se pintaba el cabello rojo siendo este el color favorito de su pareja. Cerro los ojos relajandose sin darse cuenta se quedo dormido.

El rubio escucho la respiración calmada de su novio se enderezó quedando semi recostado viendo la expresión tranquila en el rostro del pelirrojo, termino de levantarse cuidando no despertar al chico acomodándolo en sus piernas para empezar a acariciar su cabello nuevamente, amaba ese cabello y amaba aun más a su portador.

Sonrió de forma enamorada joder que pasaba con él de cuando acá cambio tanto, pero se dio cuenta que fue desde que lo conoció y se inmiscuyó en su corazón sin ningún permiso. Como se alegraba ya que fue el único capaz de llenar el vacío de su corazón.

Los minutos pasaron y vio al sol desaparecer, decidió despertarlo, beso sus labios dulcemente quien creería que el un chico de carácter fuerte se comportará de una manera totalmente diferente si estaba con la persona amada.

El pelirrojo empezó a despertar bostezando mientras se tallaba un ojo con el dorso de su mano, que a los ojos del rubio el chico se vio adorable.

— Disculpa — dijo Kiri arrepentido — no me di cuenta y me quede dormido — se disculpo.

— No importa — susurro el rubio besando su frente de manera sutil haciendo que el pelirrojo se sentara para el levantarse.

Así lo hizo, emprendiendo marcha hacía la casa de Eiji, el cual lo seguía muy de cerca. Caminaban tranquilamente cuando Katsuki se detuvo.

— ¿Sucede algo? — pregunta preocupado Kiri.

— Me gusta tu cabello — suelta el rubio sonriendo tocando delicadamente un mechón de cabello del chico, viendo la expresión de sorpresa instalarse en su cara mientras adquiría un ligero sonrojo — también me gustan tus ojos, son hermosos — dijo acercándose un poco a Eiji quien ya sentía que le daría un ataque al corazón en cualquier momento.

Katsuki se detubo a milímetros de distancia de la boca del pelirrojo viendo como este cerraba sus ojos esperando el contacto que no duro en llegar, se separaron después de unos segundos, en donde el rubio le guiño un ojo, sonriendo coquetamente mientras se alejaba un poco.

— Vamos — extendió su mano al chico quien la tomo sin pensar.

Caminando en un cómodo silencio Bakugou apretó su mano haciendo que Kiri voltee a verlo quien se topa con una mirada cálida de parte del rubio quien le sonríe cariñosamente.

Al llegar a la casa del pelirrojo, el rubio se despide con un beso en el dorso de la mano que aun tiene agarrada, sonríe viéndolo fijamente haciendo sonrojar a su pareja violentamente, vuelve a sonreír guiñando un ojo despidiendose con un rápido beso y emprendiendo camino hacía su casa.

Kiri aun no procesa lo sucedido sólo siente que su cara va a explotar por culpa de ese rubio que lo trae loco con cada una de sus ocurrencias. Suspira entrando a su hogar.

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"Forma N°2 - Coquetear de manera sutil e inesperada"

10 maneras de hacer sonrojar a Kirishima por Bakugou KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora