10 maneras de hacer sonrojar a Kirishima por Bakugou Katsuki

Forma N°9

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Sábado por la mañana y Kirishima no quería ni levantarse más le había prometido a su madre que la acompañaría al centro comercial a realizar algunas compras.

Suspiro viendo que ya no podría volver a dormir, se puso de pie y entro al baños alistarse, cuando estuvo listo bajo encontrando a su madre  sirviendo el desayuno, ella le sonrió y él devolvió la sonrisa.

Ama a esa mujer, ella es su mundo, aunque también ama a un rubio que tiene días sin saber de él.

— Come rápido cariño debemos irnos — sonrió y se sentó a comer.

Eijirou obedeció tomando asiento y comiendo, adora el sabor de la comida de su madre también la de su rubio.

Cuando terminaron salieron de casa y empezaron a caminar, la señora Kirishima estaba feliz de pasar momentos como esos con su único hijo, estaba en sus pensamientos cuando escucha su celular sonar así que lo toma y contesta.

— Hola — dijo — si, tienes mi permiso — sonrió — nos vemos — colgó.

— ¿Quien era mami? — pregunto curioso el pelirrojo.

— Número equivocado — dijo riendo — vamos a darnos prisa — dijo avanzando más rápido.

— Mamá eso nadie te lo cree — suspiro siguiendo a su madre.

Estuvieron varias horas escogiendo ropa, comprando zapatos, entre otras cosas, cuando les dio hambre decidieron ir a comer algo.

Al llegar al local mira que esta muy lleno, y a lo lejos reconoce a uno de los meseros, sonríe y toma asiento junto a su mamá.

Cuando el mesero llego los saludo y pidió que ordenaran.

— Siempre tan amable — rió Eijirou.

— Calla idiota — contesto Katsuki.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto curioso.

— Trabajando — dijo yéndose llevando la orden a la cocina.

Kirishima lo vio irse y suspiro después de días sin saber de él lo ve y no pueden estar juntos, suspira sintiendo la mirada de su mamá sobre él.

— Dile que coma con nosotros — dijo ella sonriendo.

— Esta trabajando no creo que quiera — bajo su mirada triste.

— Nada pierdes con preguntar — ánimo su madre.

Esa mujer siempre lo tranquilizaba en los peores momentos es su sol y no sabe que haría sino estuviera con él.

A los minutos Katsuki trajo consigo varios platos dejándolos sobre la mesa frente a Kiri quien extrañado dijo que no eran de él.

El rubio lo ignoro y se fue dejando toda esa comida, Eijirou sólo la vio y no entendió que sucedía, la Sra. K. tomo un plato y probo la comida.

— Mamá esta comida no es nuestra — regaño Eijirou.

— Cariño come — dijo ella feliz dándole de la comida que ella comía.

— Pero... — sintió el sabor de la comida sobre su lengua notando algo particular, "no puede ser" penso.

— Lo notaste — dijo feliz la mujer.

— Pero, ¿Por qué..? — pregunto confundido.

— Ey... Eijirou — escucho que le hablaban volteando por inercia — ¡Feliz cumpleaños idiota! — dijo feliz Bakugou, con un pastel en sus manos.

¿Su cumpleaños?, miro a su mamá quien asintió, no lo recordaba, sonrió enternecido al ver como su novio y uno que otro empleado cantaban las mañanitas, eso hizo que sus mejillas cobraran un lindo color rojo como ya estaban acostumbradas.

Sonrió nervioso, feliz, avergonzado de que todo eso fuera visto por los comensales quienes aplaudían felices, sintió ganas de llorar cuando vio que Katsuki se arrodillaba frente a él, dejando el pastel a un lado y tomando su mano.

— Sabes me a costado pensar y decidir que hacer con todo estos sentimientos que me haces sentir, eh llegado a la conclusión de que si no es contigo no sera con nadie más... — suspiro — Te Amo, eso lo sabes perfectamente y tal vez no sea el mejor hombre del mundo pero soy tuyo y eso me hace sentir especial... — sonrió.

— Kat... — fue silenciado por un beso en el dorso de su mano eso hizo que se sonrojara.

— Dejame hablar... — rió — quiero estar siempre a tu lado en las buenas y las malas, aun somos jovenes tenemos tantas cosas que hacer, pero no quiero separarme de ti, así que quiero proponerte una cosa... — acaricio la mano del pelirrojo — ¿Quieres casarte conmigo, ser sólo mio, hoy, mañana y siempre? — pregunto mirándolo a los ojos sonriendo al ver esos ojitos húmedos y ese tenue sonrojo sobre sus mejillas.

Emocionado, feliz, un revuelto de emociones en su interior pero desde que empezaron a salir como novios él ya tenía claro que ese rubio sería sólo de él y de nadie más, sonara posesivo pero lo que es suyo nadie lo toca.

Asintió sin poder hablar, se abrazo al rubio y repitió varias veces que si.

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"Forma N°9 - Pedir matrimonio en cumpleaños"