#28 (Mini relato)

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Llegó la hora de la despedida, el vuelo de la chica iba a salir en tan solo unos minutos.
Que amargo el sabor de un adiós.
Y de ese último beso, que más que con pasión, se dio con mucha tristeza.
Tristeza de saber que no volverían a verse más. Que sus caminos se separaban en ese punto.
En ese aeropuerto se la veía a ella apoyada en su pecho, y a él con la mirada perdida, con mil cosas en mente. Sabía que iba a llegar ese momento, y no podía hacer nada.
Un profundo suspiro se les escapó a la vez.
Toca irse.
Ella cogió sus maletas, pero seguía a su lado. No quería irse, no quería alejarse y le importaba una mierda perder el vuelo.
Pero lo veía a él, tan callado y pensativo...

- Vete ahora, debes coger el vuelo.

Las palabras salieron de la boca del chico con convicción. A ella le sorprendió, quizás esperaba que le dijese lo contrario.
Pero daba igual, tenía razón.
Ya habían hablado de eso con anterioridad, coincidieron en que una relación a distancia no podría funcionar y no había otra opción.
Le miró fijamente y de su boca salió el último adiós.
Se giró y se fue alejando con la esperanza de que él la detuviese.
Cosa que nunca pasó.
Se subió al avión, las puertas se cerraron y el avión despegó.
Allí todo acabó.

Durante todo ese tiempo dentro de él se habían ocultado infinitud de pensamientos que nunca se expresaron. Ya no había nada que hacer.
Cuando antes la vio alejarse, lo único que su mente pensaba era en correr tras ella, abrazarla y no soltarla nunca. Pero sabía que eso haría más complicada la despedida, tanto para él como para ella. Ella debía irse...
Se contuvo y no hizo nada.
El "¡Quédate!" se le quedó en la punta de la lengua.
Y ahora se encontraba conduciendo de vuelta a casa con su mente arrepentida. ¿Habría hecho bien al dejarla ir? No lo sabía pero ahora de nada servía lamentarse.
Ya no se podia hacer nada y por mucho que pensase nada iba a cambiar.
Por eso decidió dejar en el olvido esas ganas locas de decirle que se había enamorado perdidamente de ella; palabras que si hubiesen salido, el final quizás hubiese sido diferente.

Mi baúl de pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora