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Botella tras botella ya se hizo costumbre su ausencia.
El poeta enamorado ya no es más que otro joven desilusionado.
Se ahoga en alcohol porque de pena ya lo hizo y es que necesita que algo o alguien le rescate.
Pero no lo ve.
En su mente solo la ve a ella.
La que en su día fue su salvadora y que hoy le empuja más al fondo.
Otro trago más, tan solo para olvidar.
Pobre poeta desilusionado, su musa de él posiblemente ya se ha olvidado.
Un amor que cómo tantos acaba en recuerdos que atacan de vez en cuando.

Mi baúl de pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora