El arte de no sobrepensar

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Durante muchos años he sido doña preocupaciones. Si hubiese un trofeo para la que más sobrepiensa, seguro lo ganaba.

Sin ir más lejos, hoy me sorprendí haciéndolo. Hacía ya tiempo que este nudo en la garganta y esta pequeña ansiedad no me comía por dentro. Hasta hoy. Pero está vez voy preparada.

Contaré lo que ha sucedido y lo que ha desencadenado mi lado overthinker para que el lector pueda ponerse en situación.

Resulta que estoy de Erasmus y he conocido a un chico que me ha gustado mucho. Realmente es mi tipo, y aparte de ser guapo es divertido, y muy tímido e introvertido. Muy mi tipo.
Tuve un par de citas con él y resulta que también le gusto yo. Es muy dulce.
Sin embargo, yo que ya me imaginaba vestida de blanco y con las ilusiones por el cielo con tan solo haber tenido un par de citas; el chico me bajó los pies a la Tierra diciéndome que no buscaba una relación. Notó mi decepción (me fue imposible ocultarla) y se creó una situación muy incómoda que enfrió nuestra relación. Y no solo la enfrió sino que estuvimos sin hablar y sin vernos más de un mes , que en Erasmus es muchísimo tiempo.

Como yo aplicó la ley del yolo (solo se vive una vez), y ese chico me gusta mucho, decidí dejar de un lado mi orgullo y a pesar de estar tanto tiempo sin hablar, le propuse una cita.
Él aceptó y tuvimos una cita maravillosa.
A él también le gustó mucho.

Sin embargo, justo después de nuestra última cita yo he tenido que ausentarme debido a que he viajado mucho con mis amigos y ahora estoy de vuelta en mi país por dos semanas debido a que tengo dos asignaturas pendientes por recuperar y he tenido que volar para hacerlo (sí, una mierda)

Mi sorpresa hoy fue que, yo ya sabía que durante mi ausencia en mi país de Erasmus iba a haber una excursión de 5 días a una isla, y sabía que iba a ir mucha gente, pero no sabía que iba a ir también este chico.

Esta excursión es una en la que todos los días se sale de fiesta y es como un festival a lo grande, una gran fiesta universitaria con gente de todos los paises y que está de Erasmus.

En cuánto supe que el chico que me gusta había ido a la excursión (y está allí ahora) me dio una mala sensación en el cuerpo. Una que me resultaba familiar. Sí, es esa ansiedad y miedo que me da cuando siento que voy a ser reemplazada o abandonada.

Inmediatamente, mi mente entró en estado de preocupación y empecé a crearme mil escenarios en mi cabeza.
"Seguro que va a conocer a mucha gente nueva o ya la ha conocido"
"Seguro que como es pura fiesta, va a ligar y se va a liar con alguna chica"
"Seguro que no se acuerda de mí"
"Hay muchas chicas guapas, seguro que va a conocer a alguna, van a hablar, van a congeniar muy bien, van a bailar, se van a besar, se van a intercambiar instagrams, van a empezar a salir y a mí ya no me querrá para nada, me reemplazará"
"Me arrepiento de no haber ido"
"Voy a mirarle las redes sociales a ver si sus seguidores han subido"
"Seguro que conocerá a gente muy guay y ya no querrá tener citas conmigo"

He estado de un lado para otro intentado evitar estos pensamientos que no paraban de rondar por mi cabeza. Me he duchado con el fin de rebajar la ansiedad y la redujo un poco, pero lo que me ayudó definitivamente a estr tranquila fue otra cosa.

Y es que el secreto es simple y consiste en no preocuparse y no comerse la cabeza por aquello que no se pueda controlar.

Creo fielmente en el destino, que todo está escrito y que las cosas pasan de la manera en la tienen que suceder.

Es decir, me detuve a pensar.
A mí me gusta este chico y a él le gusto yo. No tenemos nada, pero a mí él me encanta y sus ojos parce que me dicen lo mismo, pero de nuevo no puedo tener algo serio con él, principalmente porque después del Erasmus cada uno volverá a su país.

¿Y que pasa si mis miedos se hacen realidad? La respuesta es relajarse y confiar. Confiar en el destino y en como coloca las cosas todo pasa como tiene que pasar.
Si el chico conoce a una chica y le gusta más que yo, claro que duele, pero así tenía que ser .
Sobrepensar no va a hacer que el destino cambie. Sobrepensar no va a controlar el comportamiento de ese hombre. Sobrepensar no va a evitar nada ni tampoco que pase algo.
Sobrepensar es una pérdida de tiempo pues no soluciona nada y te hace sentir mal.

Si el chico, imaginate, tiene un lío de una noche con una tía, se conocen y se gustan y terminan por estar juntos o por tener ellos las citas juntos, simplemente ellos estaban destinados a ser y encontrarse. Eso estaba escrito para que pase.
Y si no pasa, pues bueno, el destino no lo quería así. Está todo escrito.

Si al chico le gustó de verdad y tiene destinado estar en mi camino, el Universo actuará y me lo pondrá.
No me gustaría por supuesto, que perdiese el interés en mi pero sin embargo es algo que yo no puedo controlar, no es lago que dependa de mi.

Yo voy a fluir y ser feliz, lo que no puedo controlar pasará de la manera que esté decidida a ser.
Y eso me relaja porque si no tenía que ser se irá y si tenía que ser se quedará a mi lado. Pero ni lo positivo ni lo negativo lo puedo controlar así que relax.

Los celos y miedos han desaparecido.
Nadie nos pertenece y cada ser humano es libre.
Y si desde su libertad y su corazón me siguen eligiendo a mi, es que así tenía que ser.

No soy una chica fácil de olvidar.
Mi carisma hace que la gente quiera estar a mi lado. Mis buenas vibras y lo amigable que soy hace que la gente se acerque  y quiera conocerme y saber de mí.
Soy divertida y hago planes chulísimos.
Soy muy guapa y tengo unos ojos y una sonrisa que emboban.
La forma en la que quiero y en la que doy lo mejor de mi me hacen única e irrepetible. Yo soy yo y solo hay una de mi especie, no hay ningún otro ser igual.

Quién vea todo eso en mi, sabrá que habrá encontrado un tesoro y no me dejará ir. Porque habría que ser ciego para tener un tesoro en tus manos y dejarlo de vuelta en el suelo cuando ya era prácticamente suyo.

Pero como ya dije, el destino decide los caminos y si al final, alguien no ve todo eso en mi, es que no era la persona.
Si alguien tiene un tesoro en sus manos y lo deja ir, no reduce mi valor.
No cambia mi esencia.
Sigo siendo de oro resplandeciente, sigo iluminando ojos y causando sonrisas. Sigo estando entera.

El dolorcito en el pecho y el pensamiento de "pero yo lo quiero a él, quiero que el me vea y me valore y me quiera también"

Sí, es lo que queremos,pero nada de eso se puede controlar. Así que no nos sirve de nada preocuparnos y es una pérdida de tiempo.

Pasará lo que tenga que pasar.
Y al ser un tesoro, no tengo que ser yo la que tiene ser miedo a ser perdida.

Me tomo unas vacaciones del sobrepensar y me centro en pulirme más. Respira, cero ansiedad. Solo es un fantasma que ya no me controla más.

Mi baúl de pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora