Capítulo 2.

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La chica recogía su libro de ciencias y todos sus apuntes en su fiel bolso negro cuando unas manos se posaron en la plancha de piedra que servía como mesa de laboratorio. Levantó la vista para chocarse con la sonrisa del gilipollas que le había quitado el sitio. No estaba de humor para discutir con él, por lo que decidió ignorarle. Se colgó el gran asa del bolso al hombro y lo dejó deslizar por la mesa hasta que impactó con su pierna. Después, echó a andar, esquivando a Zayn. 

-¡Eh, espera!-gritó él a su espalda, pero la chica no se paró. 

-¡Scar!-Zayn la agarró por un hombro e hizo que se girase.

-¿Qué?-preguntó ella apartando su mano.

-Te estaba llamando.

-Y yo te estaba ignorando.

Zayn abrió mucho los ojos. 

-Oye, si te ha molestado lo del sitio, lo siento pero ese era...

-Mira, Zayn, me da igual el puto sitio. Hoy no tengo el día como para lidiar contigo, ¿vale? 

-¿Ha pasado algo que deba saber?

El tono del chico era demasiado dulce como para que Scar lo pasase por alto. Suspiro, pasó un mechón tras su oreja y esbozó una pequeña sonrisa. 

-Me he dormido, y cuando he llegado a clase tarde, un gilipollas estaba sentado en mi sitio. 

Zayn se mordió el labio inferior, negó con la cabeza y cruzó los brazos sobre su pecho. 

-Como te decía antes, ese sitio era mío antes de que tu llegases. Y respecto a lo de que te has dormido, no hace falta que lo jures.

Señaló los mechones de pelo que salían de un moño mal hecho y Scar frunció el ceño.

-Imbécil. 

Giró sobre sus talones y le dio la espalda. El chico soltó una carcajada y la siguió, poniéndose a su altura. 

-Lo siento, lo siento. Me olvidaba que hoy estás susceptible...-se produjo un silencio y ambos chicos se miraron.

-Ni se te ocurra preguntarme si tengo la regla, porque te cruzo la cara.

Zayn se rio y negó con la cabeza.

-Perdón -caminaron un rato en silencio, hasta que Zayn decidió romperlo-. ¿Cómo sabes mi nombre? Nunca te lo he dicho.

El chico esbozó una sonrisa de medio lado y bajó sus gafas de sol hasta colocarlas sobre sus ojos cuando salieron al exterior.

-Oh, por favor, todo el mundo sabe quien eres. Zayn Malik, el malote que se fue a América tras agredir a un profesor. Sigo preguntándome cómo te dejaron volver.

-¿Quieres saberlo? Me tienen miedo-susurró.

La chica se rio a carcajadas.

-Sí, seguro... Además, tu también sabías mi nombre antes de que yo te lo dijese.

Zayn se ruborizó levemente, pero pronto encontró una salida. No podía dejar que Scar ganase el juego.

-Técnicamente, no se tu nombre.

-Y por ahora no lo sabrás.

Antes de que el chico pudiese contestar, Scar sonrió y cruzó la puerta que comunicaba el césped del instituto con el gimnasio.

-¡Eh!-gritó-¿Dónde vas?

-Tengo ensayo. Soy animadora, ¿sabes? Necesito puntos para no se qué mierda, y me cogieron aquí. 

Zayn abrió mucho los ojos, no se imaginaba a aquella chica rebelde con falda de tabla y coleta alta haciendo volteretas en el aire.

-¿Puedo recogerte a la salida?

Scar miró al cielo.

-Está bien, pero no te acostumbres.

Ambos sonrieron y se despidieron con la mano.

Dos horas más tarde, Scar salió con un bonito uniforme rojo, negro y blanco y el pelo recogido en una coleta. Zayn la esperaba apoyado en su moto. Había llevado la chupa de cuero, pero no se la había puesto. Hacía demasiado calor, y le gustaba presumir de brazo. Cuando vio a la chica, se incorporó y tensó la mandíbula, siempre funcionaba. Scar agarró la goma del pelo y la arrastró lentamente, dejando libre su larga morena. Zayn tuvo que hacer un gran esfuerzo por mantener la boca cerrada. ¿Lo había hecho a posta? Seguramente sí. 

-Hola-saludó ella animada. 

-Ho... Hola.

-Oh, vamos Zayn, ¿no me digas que te ha impresionado el numerito del pelo?-dijo ella entre risas.

De pronto, el chico volvió a su pose de chico malo.

-Claro que no, hace falta mucho más que eso para impresionarme. 

-Ya, se nota, machote.

La chica le dio una palmada en el pecho y Zayn la apartó suavemente.

-Toma, póntelo-le dijo ofreciéndole un casco.

-Oh, no, yo no monto en estos bichos. Caminar es más sano. 

-¿Te estás negando a que te lleve en mi moto? Vaya, eso si que me impresiona. 

-Pues sí. Mira, puedes ofrecérselo a esas tres de ahí, seguro que estarían entusiasmadas con la idea.

La chica señaló a tres rubias -mal- teñidas que manoseaban sus melenas exageradamente ante las miradas de los catetos del equipo de rugby. 

-No, creo que prefiero ir andando.

La sonrisa de Scar se dibujó al ver la del moreno, que se agachó a candar la moto. Caminaron por el césped del instituto hablando animadamente hasta llegar a la entrada. 

-Bueno, yo voy por aquí-dijo la chica. 

-¿Puedo acompañarte?

Scar rodó los ojos, pero terminó por asentir. 

-Está bien.

-¿Te molesto, a caso?

-Bah...-bromeó la chica.

Zayn sacó una cajetilla de tabaco del bolsillo de su pantalón y encendió un cigarro. 

-Solo quiero saber un poco más de ti, y de aquí a tu casa, estoy seguro de que nos dará tiempo.

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