Capítulo 10.

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-Tía, ¿tu sabes cómo está Zayn?

Effy miró a su mejor amiga y negó con la cabeza. 

-¿Por?

-No sé, Harry estaba raro ayer. No me quiso decir qué le pasaba.

-Ah, eso... No te preocupes, son problemas de Louis.

-Sabes que puedes decírmelo.

-No se nada, Ro.

-Effy...

La rubia se metió una patata frita en la boca y apartó la mirada.

-Ugh, vale. Pero tienes que prometerme que no le dirás nada a Harry, porque me hizo prometerle que no te diría nada.

-Cuenta-dijo la morena incorporándose en la silla.

-Bueno, desde hace un tiempo... Zayn ha tenido varios problemas.

-Lo sabía, lo sabía -dijo la chica en un susurro-. ¿Qué tipo de problemas?

-Pues... Con el alcohol, y las drogas. Y bueno, alguna que otra pelea en la calle.

Ronnie no podía abrir más los ojos.

-¿Qué? Pero... ¿Desde cuándo?

Effy levantó una ceja.

-¿De verdad hace falta que te lo diga?

-Joder...-contestó la chica llevándose las manos a la boca.

-Desde que lo dejasteis está bastante jodido, y los chicos se encargan de él cada vez que se mete en algún lío, que es bastante a menudo.

-Tengo que hablar con él.

-¡No! -Effy agarró del brazo a su mejor amiga e hizo que volviese a sentarse de nuevo- Ronnie, nadie puede saber que te lo he dicho, ¿vale? Harry me mataría. Además... Zayn no quiere verte, no quiere saber nada de ti.

La morena se sentó de nuevo en la silla y comenzó a jugar con sus dedos. 

-¿Tu sabes cómo está? Quiero decir... Jodido, ya, pero...

-Sé que está jodido, Ro. Tampoco le conozco, pero me han dicho que nunca le habían visto así.

Ronnie la miró a los ojos y se mordió el labio. Se sentía culpable, quizás había sido demasiado dura con él. 

-Eres toda una rompecorazones -comentó Eff con una sonrisa al ver la expresión de su amiga. 

-Ya, seguro...

Siguieron cenando en el Burger King y, cuando acabaron, se tomaron unas cuantas copas en un bar cercano.

Eran las tres de la mañana cuando alguien llamó fuertemente a la puerta de la casa de la familia Miller. Effy y Ronnie se despertaron por el susto y la morena se levantó a abrir. 

-¡¿Dónde cojones estabas?!

-¿Eric? -dijo la chica arrastrandole hasta el porche. Arrimó la puerta de la casa para asegurarse de que nadie le oyese, aunque fuese un poco tarde. 

-¿Dónde coño estabas? -dijo haciendo una pausa en cada palabra- Te he llamado mil veces.

-Estaba con Effy por ahí.

-Effy.

-Sí, Effy, no empieces.

-¿Que no empiece? Te vas de fiesta por ahí sin dar señales de vida a saber con quién, ¿y pretendes que no empiece?

Simbiosis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora