Capítulo 7.

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Ronnie sentía que su pecho iba a reventar y respiraba con dificultad. Miró de reojo al farmaceutico que se entretenía comprobando los precios de varios productos y le reconfortó la idea de que, si le pegaba, no estaría sola. El chico intentó acercarse a ella, pero ésta dio un paso atrás hasta chocar con las estanterías. 

-Ronnie, no... No quiero hacerte daño. Estoy muy arrepentido, he cambiado...

-¿No te habías ido del pueblo?-preguntó ella intentando que su voz no temblase.

-Puedo preguntarte lo mismo-contestó él con una media sonrisa, pero al ver el ceño fruncido de la chica, decidió cambiar su respuesta- . Sí, me había ido, pero me han dicho que estabas de vuelta y quería verte. 

-Eric, yo... No.

-Ronnie, por favor, te juro que he cambiado. Me han estado ayudando, no sabes lo que me arrepiento. 

La chica dudó un segundo y se despegó un poco de las estanterías. Cogió una caja de aspirinas y le dio vueltas entre las manos.

-¿Puedo... invitarte a un café?-preguntó él.

-Esto... Eh... Effy... Bueno...

-¿Eso es un sí?-dijo el chico con una gran sonrisa.

-Déjame pagar esto. 

Se acercó al mostrador aún preguntándose si debería ir a tomar algo con Eric. Pagó los medicamentos y se giró.

-Está bien, pero solo un café, tengo que llevarle unas cosas a Effy. 

Caminaron hasta un café cercano, donde solían ir antes, cuando aún estaban juntos.

-Ven, salgámos a la terraza.

-No-se opuso la chica-, prefiero estar aquí dentro.

"Donde todos puedan vernos si me haces algo", pensó para sí misma. 

-Está bien, como quieras. 

Se sentaron en una mesa cerca de unos grandes ventanales que daban a la calle principial de la ciudad. 

-Bueno... ¿Qué ha sido de tu vida en este tiempo, Verónica?

-Pues... cambié de aires. Empecé en otra ciudad y me ha ido bastante bien lejos de ti.

La chica se arrepintió al momento de haber dicho eso, las palabras habían salido solas de su boca. 

-Esto... Ya te he dicho que lo siento mucho. Lo he dejado, ¿sabes?

-¿El qué? ¿Las drogas, el alcohol o lo de pegar a tus novias?

Ronnie bajó la vista a su café, ¿qué le habían echado? Se sentía valiente, con fuerzas de plantarle cara. 

-Ronnie, por favor... Quiero borrar el pasado. Lo he dejado todo, el alcohol, las drogas y... Bueno, todo.

-Me alegro-dijo la chica en un susurro. 

-Me sentí muy mal cuando te fuiste. Toda la ciudad lo supo y fue un suplicio vivir así, sin ti... Por eso me fui.

-Oh, claro, se me olvidaba que eres la víctima en esta historia. Pobrecillo, debías sentirte muy mal cuando me rajaste la espalda. 

El chico se puso pálido de repente y Ronnie se dio cuenta de que quizás lo que su subconsciente estaba haciendo era ponerle a prueba. Hace unos meses, ya le hubiese soltado un bofetón, incluso delante de toda la cafetería, pero ahora estaba ahí sentado, mirándola como si nunca hubiese roto un plato. Quizás si había cambiado de verdad. 

-¿Podrás perdonarme algún día?

-No creo.

-Bueno, al menos agradezco tu sinceridad. Pero me gustaría ser amigos, volver a empezar de cero y quién sabe, quizás algún día podamos volver a tener algo. 

Simbiosis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora