Narra Tn:
Tn: ¿No me vas a soltar? (La amenazé).
Carla: ¿Eh?
Tn: ¿¡No vas a soltarme!?
Grite lanzándome a ella, y le jalé el cabello fuertemente a mi antojo.
Carla: ¡Suéltame! (Chillaba).
Narra Narradora:
Daniel y Raymond que seguian golpeandose, se separaron y se observaron que Tn y Carla estaban peleando, se miraron el uno al otro y corrieron a separarlas.
Narra Tn:
Tn: ¡Sueltenme, sueltenme!
Raymond: Tranquila (Rodeo su brazos a mi cintura).
Me sonroje y mire a Daniel molesta.
Tn: ¡Daniel, iba a mantener todo en secreto, pero ahora voy a hablar!
Carla: ¿Hablar?, ¿De qué cosa?
Tn: Olvidalo (Me separé de Raymond), Vamonos.
Nos estabamos alejándonos de ellos hasta que....
Daniel: Oye vago, yo fui el primero (Nos dimos la vuelta) ¿Sabes lo que significa eso? ¡Yo fuí su primer hombre!
Narra Narradora:
Raymond caminó amenazante hacia el. Tn intentó detenerlo pero le fue imposible.
Entonces cuando el estaba cerca de Daniel, le piso el pie fuertemente, y lo tomó de los hombres empujándolo hacia la laguna.
Narra Tn:
Daniel: ¡Mierda!
Me quede sorprendida.
Raymond me jaló fuerte del brazo, me dolía y en verdad me estaba lastimando.
Tn: ¡Deja de jalarme! ¡Sueltame! (Me queje).
El no me hacía caso.
Una vez en el hotel tuve la fuerza suficiente para soltarme de el.
Tn: ¡Te dije suéltame!
Raymond: ¿Acaso olvidaste el contrato?
Tn: ¿Eh?
Raymond: ¿Por qué ves a otros hombres?
Tn: No he visto a otro.
Raymond: ¡Cada vez que volteo, estas con ese!
Tn: Yo no queria estar con el y lo sabes.
Raymond: Deviste haberlo evitado...¿¡Es qué acaso no puedes seguir un simple contrato!?
Tn: ¿Y qué hay de ti?, ¡El contrato dice que no puedes usarme como se te plazca! ¡El fue quien se me acercó!
Raymond: ¿¡Por qué no te respetas!?, ¿¡Por qué no te alejas de el!?
Tn: Eso no te importa
Raymond: ¡No debes hablarle! (Dijo molesto), No debes hablar con ningún hombre, solamente conmigo, no hables con nadie ¿Entendido? ¡Sólo conmigo!
Me aguante toda la furia que sentia mientras el me llevaba a una habitación del hotel.
Ya en la habitación, Raymond tomó una lata de gaseosa y me observó desde lejos.
Raymond: ¡Eres genial!
Tn: ¿Por qué?
Raymond: Por la mordida que le diste (Sonrío).
Bajé la cabeza sonriendo.
El salió de la habitación, dejándome sola.
Mire la enorme cama y me lanzé hacia ella.
¿Por qué no simplemente me dices que te gusto? ¿Porqué tanto rodeo?
Tn: No debes hablar con ningún hombre, solo conmigo (dije imitandolo), Al fin creo que te estas enamorando de mi y esa idea me gusta mucho.
Empezé a fantasear, hasta que me sente en la cama abruptamente.
Tn: No es cierto, solamente me engaño, el no me dejará vivir si se entera lo que estoy pensando.
Me lanzé nuevamente a la cama.
Tn: ¡Ay, porque todo tiene que ser así...!