stripper; kookgi

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•Capítulo especial Binhwan, HanBin y Jinhwan•

Jinhwan quería arrancarse cada cabello de su cabeza. Yoongi había ido hasta donde se encontraba Jungkook y había roto el orden. ¿Qué estaba pensando? ¿Por qué demonios hizo aquello?     

En el momento preciso en el que Yoongi salió de la fila sintió ese frió recorrerle la espalda, quizo gritarle, detenerlo pero no pudo hacer nada más que observar como la locura de Yoongi había terminado como si hubiese estado planeado. La gente aplaudió sin saber absolutamente nada, sin embargo Jinhwan quería lincharlo.   

—¿Qué demonios está haciendo?— Jinhwan estaba dispuesto a ir tras Yoongi justo cuando todos los modelos entraron, lo hubiera logrado si HanBin no lo hubiera tomado del brazo para después arrastrarlo hacia los vestidores.   

—¡¿Qué haces?! ¡Suéltame!— Sus quejas fueron ignoradas, forcejeó con el modelo para liberarse, la gente los veía raro o los ignoraba y Jinhwan se cuestionó porque nadie lo ayudaba.

— ¡B.I! ¡Que me sueltes!   

HanBin se adentró en uno de los vestidores a empujones porque Jinhwan comenzó a moverse y forcejear con más fuerza.   

—¡Yah! ¡Cálmate!— B.I lo tomó de las muñecas para intentar calmarlo y sin pensarlo lo acorraló en la primer pared que tuvo a su alcance.   

—¿Q-qué haces? ¿Ah?— HanBin no dijo nada, su rostro se ocultó en el hueco entre el cuello y hombro del rubio quien como por arte de magia se había quedado estático.— HanBin...  

—¿Por qué te importa tanto ese tipo?—Jinhwan no captó el mensaje inmediatamente, esperó sin hacer o decir nada a que el otro al menos le dijera algo más.— ¿Te gusta?   

—¿De qué diablos me estás hablando?—El rubio intentó salir de la jaula que HanBin había hecho con su cuerpo.   

—Hablo de Yoongi, ¿Crees que no me di cuenta?— El modelo presionó el peso de su cuerpo contra Jinhwan quien al entender la situación quiso gritarle muchas cosas al castaño, sin embargo lo único que pudo hacer fue ahogar su respiración y morder sus labios, HanBin estaba demasiado cerca, su cuerpo estaba caliente y su perfume no había cambiado en absoluto, bueno, Jinhwan estaba jodido.   

—Eso a ti no te debe de importar, ¿Por qué te molesta?—Su voz salió sin trémulo, agradeció que al menos no sonará afectado. Sabía que sus palabras le traerían consecuencias, el rubio ya estaba lo suficientemente cansado como para seguir luchando en contra de HanBin.   

HanBin no dijo nada, no movió ni ápice de su cuerpo, Jinhwan al no obtener respuesta quiso huir, dejar las cosas como estaban y tratar de decirle adiós de una buena vez por todas a B.I.   

Sin embargo todo se fue al carajo cuando HanBin alzó su rostro para mirarlo directamente a los ojos. La mirada de ambos decía tantas cosas, la del menor pedía un perdón, pedía amor, mientras que la de Jinhwan pedía consuelo y olvido, pero en el fondo aún pedía a gritos el amor de ese chico.   
—Perdóname mi pequeño—La voz de HanBin fue un susurro que caló directo a su corazón, deseó tanto no haber escuchado esas palabras.— Estoy celoso de que solo lo veas a él... llámame egoísta pero quiero que tu sonrisa sea solo mía, que tus ojos me vean a mi, que me digas que estás orgulloso de mi...—Jinhwan quedó sin habla al escuchar cada una de las palabras que HanBin dictaba, tenía que aceptar que dolían, eran como punzadas que lastimaban pero muy a pesar de todo, Jinhwan ansiaba escuchar esas palabras, un perdón, una disculpa.— Sé que es muy tarde y que no es justo que yo te diga que me perdones cuando yo mismo fui el que te despreció y te alejó de mi lado, entiendo que no quieras verme, que quieras olvidarte de mi... soy un hijo de puta que no merece tu perdón, solo quería que supieras lo que siento...   

El silencio reino en esa pequeña estancia, Jinhwan se había perdido entre palabras que eran canalizadas como bálsamo para sus heridas. El ver a un HanBin tan vulnerable, el escuchar sus palabras sinceras le había golpeado fuerte.   

HanBin lo entendía, si el estuviera en el lugar de Jinhwan lo ultimó que haría seria perdonarlo. Cada una de sus acciones, las palabras, el odio y rencor... HanBin se lo merecía y lo aceptaba.   

—Quiero que seas sincero, quiero que por una vez en tu vida digas lo que pienses, hagas lo que quieras y no te dejes llevar por los demás. Quiero que seas el chico que conocí poco a poco al cual le gusta comer fideos mientras ve algún drama cliché envuelto en una frazada, quiero que seas ese chico que es valiente, el que hace su trabajo con orgullo...— Tal vez la gente pudiera llamarlo idiota, podría juzgarlo pero Jinhwan amaba a B.I, no importa lo que haya pasado, cuando el amor es más fuerte que ti mismo simplemente es imposible pelear en su contra.— Solo pido eso... ¿Crees poder ser capaz de lograrlo?   

HanBin escuchó cada palabra de Jinhwan con atención, la manera en la que el rubio hablaba de él le derritió el corazón y tocó su alma.

Jinhwan tenía la visión de aquel chico del pasado el cual solo él había descubierto. Un HanBin despreocupado que le gustaba reír, el que pasaba horas viendo películas o dramas recostado en el sofá mientras que el mayor le acariciaba el pelo, ese hombre que no le importaba el que dirán... Ese HanBin que había enamorado a Jinhwan.   

—No mereces estar con alguien como yo... Te hice tanto daño, te dejé solo cuando más me necesitabas, te cerré las puertas, te insulté...—Era verdad, todas y cada una de las cosas que el modelo dijo eran ciertas sin embargo Jinhwan entendió que la guerra había terminado.

—Quiero que seas feliz.   

—Es verdad... pero mírame, estoy aquí... esperando por una respuesta, no puedo ser feliz si no respondes.—HanBin alzó su mirada para enfocar esos bellos ojos que tanto amaba.— ¿Lo lograrás?   

Los ojos de Jinhwan estaban cristalizados tal vez los suyos igual, su voz luchaba por no quebrarse y HanBin lo único que pudo hacer fue afirmarle que lo lograría, él también estaba cansado de todo eso, nunca había dejado de amar a su chico favorito, Jinhwan.   
Lo besó, después de tanto tiempo volvía sentir ese sentimiento que se arremolinaba en su pecho, ese amor que Jinhwan cultivó con paciencia, el cual tenía raíces fuertes y del cual florecían hermosas flores que solo una persona podía cortar, solo ese chico de cabellos rubios que lo reñía cada día, el mismo que se esforzaba para dar lo mejor de si y el cual amaba.   

El hombre del cual estaba enamorado, el cual había extrañado y por el cual haría y daría cualquier cosa. Jinhwan.

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