stripper; kookgi

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La situación no era la que Jungkook imaginó, joder. El tal Min estaba montado sobre él causándole demasiados problemas, el principal era toda esa sensación que lo envolvió en cuanto sintió el peso sobre sus muslos, nunca pensó que ese chico hiciera tal cosa, a decir verdad no lo creyó tan descarado.

Jeon no podía controlar sus sentidos, estaba sobreexpuesto, pudo sentir perfectamente como el chico recargaba una de sus manos en el respaldo del sofá mientras que en la otra traía el vaso con la bebida, pudo sentir el calor que desprendía el cuerpo, la respiración pesada sobre sus mejillas, pudo oler el perfume masculino que le gusto demasiado.

Jeon Jungkook era todo sensaciones y al no haber control en su interior y mucho menos ayuda por parte del tipo que estaba prácticamente montándolo llevó sus manos tímidamente hasta los finos muslos del chico, joder, era tan malditamente sensual que lo dejo sin habla y sin pensamientos coherentes.

Yoongi no estaba seguro de poder realizar su trabajo como era debido y mucho menos de cumplir su promesa porque el tener a su pequeño admirador tan cerca lo abrumó, no sabía que decir o como actuar porque Jungkook no era un simple cliente, era el chico que llevaba demasiado tiempo viéndolo desde lejos, era él el que esperaba para verlo y no tenía claro si los motivos del castaño eran por mera curiosidad o por algo más allá del morbo por ser un stripper.

-¿Como te llamas?- Joder, la voz de Yoongi fue tan malditamente grave, más de lo que ya era y pudo sentir como el cuerpo de el más alto reaccionaba. Bien, Yoongi no quería caminar por suelos frágiles, necesitaba tentar el terreno, saber los motivos por los que Jungkook había gastado un buen dinero en ese maldito privado y aunque ya supiera el nombre del chico necesitaba que él mismo se lo dijera pero siendo realistas a Yoongi poco le deberían de importar los motivos del castaño, era un cliente más y Yoongi debía tener en claro eso, Jungkook era un cliente y él un stripper, Jungkook pago y él debe cumplir con su puta labor.

-Jung...Kook-Yoongi no se imaginó la voz de Jungkook con ese tono, era masculino pero a la vez suave, pudo notar un toque de nerviosismo en esa voz y eso lo hizo sonreí como el vil hijo de puta orgulloso que era, si, porque él era el causante de esas reacciones en Jungkook.- ¿Y tu?- Si Yoongi quería jugar sus cartas de esa manera, Jungkook no se quedaría atrás, el más alto era curioso y aquel tipo bajo era un enigma; ambos podían tener un as bajo la manga.

-Mmmm... me temo que no puedo decirte.- Jungkook frunció el ceño y bufó, pudo notar la ligera burla en las palabras del bajo y odiaba no obtener respuestas. Yoongi sabía mejor que nadie que Jungkook quería saber sobre él, descifrarlo pero eso no iba a ser posible, Yoongi no quería que Jungkook descubriera quien era en realidad.- No te molestes...

-¿Debo llamarte Min?-Los ojos de ambos se encontraron por primera vez y joder, esa conexión, tensión sexual o la mierda que fuera que sentían era tremendamente fuerte entre ambos.

-¿Te gusta ese nombre?-Jungkook reconoció que el tipo era un hueso duro de roer, no le sacaba respuestas claras y eso lo frustraba.- Puedes llamarme como quieras...-Oh joder, Jungkook ahogó un jadeo cuando sintió que el tipo que tenía encima bajaba su rostro y respiraba profundamente en su cuello.- estoy dispuesto a complacerte.

-N-no se... ¿Dímelo tu? ¿Como debo llamarte?- Yoongi rió aun escondido en el cuello del alto, era deliciosamente tentador, quería clavar sus dientes, lamerlo y besarlo.

-Min está bien...- Yoongi sacó su rostro del cuello y miró al chico que tenía atrapado entre el sofá y su cuerpo. Era precioso, tenía las facciones tan definidas, los ojos alargados pero expresivos, los labios eran tan tentadores a su vista, su cabello podía ser poco llamativo pero le quedaba perfectamente bien, él sabía cómo lucirlo.- ¿Estás cómodo?- Jungkook asintió lentamente, estaba cómodo a pesar del peso encima de él. Lo que vino a continuación fue un simple impulso por parte del bajo, mando a la mierda todo cuando vio como Jungkook se mordía el labio de una manera tan sensual, meneó sus caderas y el simple roce ocasionó que el alto soltara un gemido que lo encendió, se felicitó por no soltar un gruñido.