3. Su nombre es Kurt.

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El rubio sacó su guitarra eléctrica del estuche, con sus manos temblorosas por los nervios, y luego la conectó al amplificador. Con timidez, debido a la cantidad de gente que se encontraba en el lugar, se sentó en la silla frente al micrófono y tuvo que entrecerrar sus ojos por lo encandilado que el reflector lo dejó al posarse sobre su rostro.

<<¿Qué mierda voy a cantar?>> pensaba y giró su rostro hacia la derecha, esperando ver a Axl aún allí, buscando algo de ayuda en aquél pelirrojo, pero este ya se había esfumado.

Axl se había ido hacia la barra, dónde se encontraban los tres barmans sirviendo un trago detrás de otro para la clientela. El pelirrojo se sentó a un costado, desde dónde podía ver perfectamente a Kurt sobre el escenario. <<¿Por qué el maldito no empieza a tocar?>> se preguntaba mordiendo su labio inferior, conteniendo su rabia. Necesitaba un trago ahora mismo para poder relajarse.

—Duff, dame un whisky, por favor.—le ordenó a uno de los barman.

Duff era el más alto de los tres que trabajaban allí. Rubio y amigable, siempre atendía a los clientes con una sonrisa en su rostro a pesar del cansancio. Y Axl siempre lo trataba como si fuera una basura, pues al pelirrojo le molestaba que fuera tan alegre y sonriente todo el tiempo, pero a pesar de eso le reconocía su buen trabajo e incluso le pagaba un poco más que al resto del personal.

—De inmediato, señor.—respondió el rubio con su tono amigable de siempre sirviendo un poco de whisky con hielo en un vaso, para luego entregárselo a Axl.

—Gracias.—el pelirrojo le dió un buen sorbo antes de hablarle otra vez:—Duff, ¿has visto a Slash?

—No, no lo he visto.—respondió el rubio mientras limpiaba la barra con un trapo, una vez que tuvo un momento en paz sin que viniera gente a comprar un trago.—Pero creo que está atrás con Meegan, o al menos eso me dijo Steven, él llegó más temprano hoy y lo vió.

<<El idiota de Steven llegó temprano por primera vez en su vida, vaya sorpresa.>> pensó Axl irónico, a la vez que volvía a dar un trago a su whisky.

Steven era el otro barman, también rubio y con una sonrisa igual de resplandeciente en su rostro. La única diferencia que este tenía con Duff es que era un maldito irresponsable, siempre llegaba tarde al trabajo. Axl le advertía siempre que debía empezar a mejorar su comportamiento o acabaría despedido, pero Slash era un buen amigo de Steven y siempre le permitía hacer lo que quisiera. Axl ya estaba harto de este maldito rubio y su irresponsabilidad.

—¿Y de qué habló con Slash? ¿Tienes alguna idea?—la curiosidad mataba a Axl.

Usualmente, cuando Steven hablaba con Slash, era para criticar la forma de administrar el bar que tenía el pelirrojo, y aquella era otra de las razones por las que Axl no lo soportaba.

—Algo de trabajo, creo.—contestó Duff alzando ambos hombros.—No estoy muy seguro, apenas tuve tiempo de hablar con Steven hoy. El bar estuvo repleto y aún sigue entrando gente.

—Si, pero igualmente a esta hora no viene la gente al bar.—dijo Axl serio, observando la puerta junto a los baños con el símbolo de <<Prohibida la entrada>>.

—Lo sé, pero aún así tenemos que trabajar allí a veces sirviendo tragos, e incluso en limpieza.—replicó el rubio con timidez y Axl frunció su ceño.

—¿A qué te refieres?

—Usted no lo sabe porque se va más temprano, pero Slash nos hace limpiar el lugar también.

¿Cuántas cosas más Slash le ocultaría a Axl sobre Paradise City? A pesar de ser amigos y haber acordado administrar el lugar juntos, parecía que Slash siempre quería hacer las cosas por su cuenta, sin consultar al pelirrojo en decisiones importantes.

L.A Man «KurtAxl»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora