Capítulo Doce

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Salgo corriendo del edificio donde Alec vive, no puedo creer lo que acabo de ver, no puedo creer que Alec me haya hecho esto, no mi Alec y con Nicole, quien se hacía pasar por mi mejor amiga. Siento que me falta del aire, no puedo respirar, si estoy es una pesadilla necesito despertar ya.

A lo lejos puedo escuchar la voz de Alec llamándome, pero no quiero escucharlo, no quiero escuchar sus excusas. Las dificultades para respirar son cada vez más grandes, no puedo seguir corriendo, ni siquiera tengo fuerzas para sostenerme de pies, caigo al piso de rodillas intentando tranquilizarme para poder respirar mejor, pero el esfuerzo no sirve para nada, cada vez me siento peor.

Siento que todo me da vueltas y no puedo ver, siento como mis ojos se van cerrando, por más que intento tenerlos abiertos no puedo, escucho que me hablan, pero no logro escuchar bien, intento abrir los ojos, pero no puedo.

- Aguanta cariño, no me dejes por favor – escucho la voz de Alec, quiero que me quite las manos de encima pero no tengo fuerzas para irme lejos de él.

- ¡Llamen una ambulancia, rápido! – es lo último que escucho antes de perder el conocimiento.

***

Abro mis ojos y lo primero que veo es una luz blanca que hace que me vea obligada a cerrar los ojos inmediatamente, vuelvo a intentarlo y logro tener los ojos abiertos, escucho murmullos. Estoy confundida, no sé dónde estoy.

Veo paredes blancas y algunos aparatos conectados a mi cuerpo, intento hablar, pero me arde la garganta, carraspeo la garganta e inmediatamente mis padres se me acercan.

- ¿Cómo te sientes cariño? – pregunta mi madre acariciando mi cabello.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó?

- ¿No recuerdas nada cariño? – pregunta mi padre preocupado, niego con la cabeza.

- Alec te trajo al hospital, te desmayaste, parece que discutieron y eso causó que se te bajara la presión – ahora recuerdo todo, recuerdo lo que pasó, recuerdo haber visto a Nicole en toalla en el apartamento de Alec, diciendo que lo estaba esperando en el baño.

- ¿Dónde está Alec? ¿Está aquí?

- Sí cariño, dijo que esperaría afuera hasta que despertaras, ha estado muy preocupado por ti ¿Lo quieres ver? – niego con la cabeza y empiezo a llorar, mis padres me miran asustados y sorprendidos.

- No, no lo quiero ver. Quiero que se vaya, no lo quiero ver nunca en mi vida – grito sollozando, mi madre se acerca lo suficiente y me abraza.

- ¿Qué fue lo que pasó cariño? ¿Por qué discutieron? – pregunta mi padre.

- Me engañó papá, ¡lo odio!, dile que se vaya, no quiero que esté aquí, lo quiero lejos – ambos me miran sorprendidos y me abrazan, eso es lo que necesito ahora, necesito de sus abrazos y sus mimos.

- Me engañó papá, ¡lo odio!, dile que se vaya, no quiero que esté aquí, lo quiero lejos – ambos me miran sorprendidos y me abrazan, eso es lo que necesito ahora, necesito de sus abrazos y sus mimos

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