La cafetería.

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ChangKyun no es un chico depresivo, es sonriente y amable, juguetón y hasta tiene su encantadora rareza. Cualquiera que lo conociera diría eso, y sí, ChangKyun lo és, pero támbien es chico que se desmoronaba lentamente por dentro, un tanto inseguro, que se emociona fácil, pero con esa misma facilidad lo calla para no importunar. 

Es un chico que gusta de una buena lectura, buena música, una tarde de películas o videojuegos en compañia, las tardes de lluvia y los días fríos, támbien disfruta el color del otoño y los ositos de goma, a veces le gusta aislarse en su habitación y dibujar en silencio. Que gusta de ver dibujos animados en la televisión mientras aún sigue en pijamas. No le gusta llorar y dar a entender que es frágil y que tiene un corazoncito blando, ni que sus pies estén descalzos. Que no le gustan los reptiles, a excepción de las tortugas, ni tampoco le gustan las duchas de agua fría. Odia mostrar sus fragilidad y ama cuándo puede sacarle una sonrisa a los demás.

A los tres días de la llegada de ChangKyun, su cuarto ya tenía un poco más de personalidad, su laptop ya tenía sitio en el escritrio, junto al diminuto cactus y la figura de Iron Man que su amigo Jae Hwan le dio en su último cumpleaños, que por cierto, casi le da un ataque al saber que ChangKyun se había ido de casa, aunque de alguna manera se lo veía venir, pero al menos esperaba que rentara un departamento cerca o que se hiciera un espacio en el suyo, no que terminaría seis horas lejos de él. ChangKyun tuvo que aguantar media hora de lloriqueos y reclamos, pero al final, le deseo lo mejor y que lo llamara regularmente o lo mensajeara. Jae Hwan era sin duda un dramático.

Ese día, jueves, empezó con ChangKyun siendo levantado a las ocho de la mañana por Mei, preguntando que le gustaría desayunar, a lo que contestó perezosamente que cereal estaba bien, Mei le soltó un golpecito y le dijo que eso no era un desayuno, entonces tuvo que pedir un par de huevos y una salchicha frita.

ChangKyun se levantó con flojera para lavarse los dientes y la cara y encaminarse a la cocina, donde su abuelo ya estaba con el periódico y la taza de café a un lado.

-Buenos días, abuelo. -Saludó.

-¿Dormiste bien?, ¿te levantarón muy temprano?.

-Dormí bien, sólo que me quedé hasta tarde en el teléfono.

-¿Ya hiciste algún amigo aquí, ChangKyun?.- Preguntó Mei, a causa de la salida de este al parque por las tardes.

-No, no aún, pensé en acercarme a los chicos que siempre estan en patineta en el parque.

-Ya veo, esos delincuentes juveniles, deberías a ir a hablar con el chico de la cafetería de enfrente, el chico es mi sobrino, decías que querías un trabajo, puede ser tu trabajo de verano.

-¿La cafetería vintage?.

-¿Vintage?, ¿qué es eso?. -Preguntó el abuelo Im. 

-Es la manera High Class de decir viejo pero bonito. -Contestó Mei.

-¿Entonces yo soy Vintage?. 

-Viejo loco. -Contestó la mujer. Esto último hizo que ChangKyun soltará una risilla por lo bajo.


Eran las once y cuarto y ChangKyun empujaba un carrito de compras en el súpermercado del centro, siguiendo a Mei y a su abuelo, mientras echaban diferentes productos. Mei quería tener lo suficiente no sólo para el señor Im, si no qué támbien quería tener lo suficiente para cumplir los caprichosos antojos del chico de veintidos añitos. Necesitaba cereal, leche entera y chocolatada, galletas, paquetes de palomitas, bolitas de queso, pudín de vainilla, un poco de soda, cosas que el señor Im miró con desaprobación por que jámas de los jámases compraría cereal del cápitan chocochispas en vez de el cereal integral y con fibra que el compraba. "A los chicos de ahora les gustan estas cosas" dijo Mei, y una simple mirada en dirección a ChangKyun y el mismo abuelo llevó al carrito una bolsa de patatas fritas sabor a queso. En definitiva ChangKyun iba a ser un consentido.

I Need Someone  [HyungKyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora