I Need Someone [HyungKyun]

Malos pensamientos

Im ChangKyun llevaba toda la tarde encerrado en su habitación desde que llegó del trabajo en la cafetería, mirando el techo con desolación en compañía de la suave música que salía del estéreo que había adquirido con las propinas que sus clientes le habían dejado.

¿Qué le pasaba estos días?, tenía bastante tiempo que no se sentía de esta manera tan abrumadora, tan sofocante.

Tan patética.

Su abuelo le preguntó un par de veces qué es lo que tenía, ChangKyun no sabía que contestarle, lo único que pudo hacer fue sonreírle y decirle que iba a estar bien, que solo se sentía un poco cansado para aminorar la preocupación de su rostro, ¿cómo podía decirle a su querido abuelo lo que le pasaba si ni el mismo ChangKyun lo sabía?

La música de su reproductor cada vez se hacía más deprimente, más gris, más profunda, más alarmante. Tal vez ChangKyun no lo notará pero escupía sus sentimientos a través de las melodías, a través de los bajos fúnebres y las letras que parecían susurros.

Mei estaba igual de preocupada que el abuelo Im, incluso le preguntó a MinHyuk si sabía algo de su cambio de humor, pero MinHyuk sabía lo mismo que ella, nada. También estaba preocupado, KiHyun también lo estaba, ChangKyun estaba muy callado en el trabajo, incluso distraído, ChangKyun había logrado tirar un batido en la cocina, haciendo un desastre, y MinHyuk pensó que ChangKyun, se iba a tirar a llorar ahí mismo mientras recogía los pequeños pedacitos de porcelana y limpiaba el piso, y de paso el mismo MinHyuk.

MinHyuk, o más bien dicho todos, pensaban que el cambio a ChangKyun le estaba sentando de maravilla, se veía animado, se veía disfrutar. MinHyuk supuso que esos malos sentimientos no se podían extraer de manera tan sencilla, la ansiedad y la posible depresión que ChangKyun cargaba consigo desde casa de su padre no se podía eliminar como si fuera una simple piedra en el zapato.

ChangKyun, aún encerrado en su habitación, empezó a tener unas inexplicables ganas de llorar, de hacerse ovillo y descargarse contra su almohada en silencio. Estaba empezando a pensar que había algo mal con él. Había tanta gente que se preocupaba por él, que estaba haciendo cosas por él, que verdaderamente se interesaba por él, que sentía que les fallaba al sentirse de esa manera. Que estaba tirando a la basura el apoyo de su abuelo, ¿de qué servía haberse ido si el infierno por el que pasaba lo llevaba consigo mismo?

Sacudió la cabeza un par de veces apretando los ojos para que las pequeñas lágrimas que amenazaban con salir no se atrevieran a rodar por sus mejillas, apagó la música y con una sudadera que encontró tirada en el piso de su habitación, se dispuso a fumar un par de cigarrillos en una de las bancas del parque.

Salió con sus audífonos después de avisarle a su abuelo que iría a despejarse un poco, con un asentimiento y un par de recomendaciones, ChangKyun dejó su nuevo hogar. A esa hora ya estaba oscuro, el sol tenía un par de horas que se había ocultado y ahí iba Im ChangKyun con pasos desganados y la cabeza llena de pensamientos que se le antojaba callar con música.

Se sentó en la fría banca de cemento, quedándose viendo a la nada, desplomado, ¿Qué pasaba por su cabeza exactamente?, trabajo tenía, su resultado a la universidad salió hace dos semanas y resultó en que fue admitido, su padre ya no estaba para doblegarle y hacerle menos. Tenía amigos, tenía nuevas metas y tenía libertad.

Se digno a encender una cigarrillo. Abrió la cajetilla, sacó el mechero, una fuerte calada para encenderlo y una exhalación para soltar el humo. Silencio y un perro ladrando a lo lejos. Una nueva calada. Inhala ansiedad, exhala muerte. Repetidas veces. Le sudan las manos y se atrapa la cara entre ellas. Quiere gritar pero se detiene cuándo una sombra alta se ve acercándose.

Chae HyungWon.

ChangKyun trata de recomponerse cuándo se sienta a su lado.

—KiHyun me contó que no te sentías muy bien. —HyungWon habló primero quitándole el cigarrillo a ChangKyun de entre los dedos y robándole una calada.

—¿Ah sí?, solo he estado un poco cansado.

—No es necesario que me mientas, ya me sé todas esas excusas. —ChangKyun bajó la cabeza al ser atrapado por su pequeña mentira. —Ni siquiera tu abuelo la cree, acabo de venir de tu casa y dijo que habías salido hace una media hora. Le dije que es probable que no llegues hoy.

ChangKyun levantó ambas cejas. —¿Por qué no habría de llegar?

HyungWon le dió una calada al cigarrillo, disfrutando de la exhalación del humo como si así se quitara un peso de encima. —Por qué iremos a otra parte.

—¿Y si no quiero ir?

—No te estoy obligando, puedes quedarte aquí ahogándote en tu miseria o venir conmigo.

ChangKyun soltó una risa amarga. —¿A dónde iremos exactamente? —HyungWon se encogió de hombros. ChangKyun soltó un suspiro. —Bien, vayamos, no tengo nada mejor que hacer.

[...]

Chae HyungWon, a ojos de ChangKyun parecía un verdadero enigma, tan callado y apacible, divertido cuando se lo proponía. Sus ojos grandes y adormilados parecían juzgar todo por encima pero sin decir nada al respecto. Sereno.

Su vista se mantenía al frente, con ambas manos al volante. La luz de las farolas iluminando la calle y luego un pequeño tramo de carretera. ChangKyun realmente no sentía ninguna inquietud en estar sentado en el asiento de copiloto, alternando su vista entre el perfil de HyungWon y fuera de la ventana. Fue, al menos, media hora de camino desde el parque hasta afuera de la ciudad, aparcando en un lugar que tenía pinta de desolado.

—Era una escuela. —Mencionó HyungWon mientras bajaba del auto callando la pregunta que ni siquiera se formaba en la cabeza de ChangKyun y caminó hacia el frente, siendo seguido por el otro hasta llegar a una verja que se abrió haciendo un chirrido dejando en claro que la bisagra estaba oxidada.

—¿Qué hacemos aquí?

HyungWon levantó los hombros y dejo que cayeran de nuevo. —Era mí guarida, mía y de HyeLyn, YoonGi, Hobi y KiHyun. Nuestra pandilla.

—¿Hace cuánto? —Ambos habían entrado al edificio, se veía sucio, olía a humedad y estaba lleno de polvo y pupitres desperdigados en los pasillos y en los salones. Llegaron hasta el tercer piso a lo qué parecía el salón de música. HyungWon pasó sus dedos por el polvoriento pizarrón dejando un rastro a su paso.

—Hasta que entramos a la universidad, aquí solíamos venir a fumar y olvidarnos de nuestros problemas un rato. —HyungWon soltó un suspiro nostálgico.

—¿Qué pasó?, bueno, si no te molesta decirme.

HyungWon soltó un suspiro letárgico—Lee MinHyuk, eso pasó.