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El estudio de tatuajes Jojo's House quedaba a quince minutos conduciendo desde el punto en donde nos encontrábamos. Mientras hacía memoria, recordaba haber escuchado hablar a uno que otro chico de la preparatoria sobre el lugar. Incluso había salido en el periódico, no había muchos estudios de tatuajes por la zona y que abrieran uno en un lugar tan concurrido se había vuelto la novedad.

Que Carrie fuera la que tomara las fotografías para su pared decorativa me daba una buena espina, pero todo lo que podría o no pasar dependía de si la Carrie de Willow en el estudio de tatuajes, resultaba realmente ser mi Carrie, la de la tienda de comestibles.

—¿Cómo podemos estar seguros de que es ella? —inquirí hacia Calum, él me miró, bufando y entornando los ojos.

—Willow la describió bastante parecida a la chica que buscamos, pelirroja, pálida, bastante risueña, dijo que le recordaba a una caricatura —dijo Calum—, no perdemos nada con intentar ahí, está abierto las veinticuatro horas.

Sabía que no perdíamos nada con intentar, pero las cosas no me cuadraban, tenía mucha información y a la vez nada. Todo solo se sumaba a la larga lista de cosas al azar que habíamos logrado obtener.

Una chica fugitiva.
Una posible fiesta.
Un Jeep amarillo.
Una pared de fotografías en un estudio de tatuajes.
Un pedazo de plástico con datos igual de inservibles.

Saqué la identificación de Carrie de mi bolsillo y la miré de nuevo, ella definitivamente no lucía como una caricatura, pero entendía a lo que se refería Willow con eso. Carrie no era el tipo de chica que ves seguido, los ojos grandes y su particular forma de vestir la distinguían del mundo. Inconscientemente me pellizqué el brazo, ¿estaba en un sueño? ¿qué clase de fantasía era esta? ¿qué me ataba a esta búsqueda sin sentido?

No, definitivamente era la realidad.

Guardé el rectángulo plástico de nuevo en el bolsillo de mi pantalón. Calum seguía ahí, esperando a que le respondiera algo. Michael y Ashton también seguían ahí. Yo también estaba ahí, mirándolos, con la boca entreabierta y los ojos perdidos en algún punto entre la ventanilla de la camioneta y el exterior.

—Creo que debemos hacer el intento y buscarla —habló Michael, alentándonos—, además, siempre quise ir a Jojo's House.

Miramos a Ashton y él a nosotros. Al fin y al cabo tenía la última palabra y el Luke maduro entendería perfectamente si decidía regresar y olvidar todo esto, pero el Luke maduro y comprensivo no estaba, estaba el Luke que quería seguir haciéndola de detective, el Luke que no esperaba un "no" por respuesta.

Ashton me miró, con la boca fruncida formando una línea recta y las cejas levantadas. Le sonreí de lado, intentando convencerlo, él desvió la vista hacia el volante, se recargó en él y dejó salir el aire contenido en sus pulmones. Rendido, golpeado y probablemente exhausto me miró de nuevo.

—Pagarás la gasolina de Betty la próxima semana, Luke —amenazó para después encender el motor y arrancar la camioneta—, espero que no sea una pérdida de tiempo, porque por increíble que parezca, me duele hasta el trasero.

Y con ese comentario, Ashton nos hizo la noche.

Los calcetines de Carrie (l.h.fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora