v e i n t i c u a t r o

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Un líquido frío me despertó de golpe. Me empapaba el cabello y comenzó a recorrer mi espalda en cuanto me levanté.

—¡Qué demonios! —exclamé frotándome los ojos e intentando visualizar lo que tenía enfrente.

—¡Despertaste! —exclamó Michael mientras sostenía un vaso—, ¡creíamos que estabas muerto!

—O en coma —intervino Calum.

Miré hacia la ventana y la luz del sol matutino me encandiló. Ya era de mañana.

—Maldición —dije por lo bajo mientras arreglaba mi ropa y me echaba el cabello hacia atrás—, ¿qué hora es?

—Casi las ocho de la mañana —me respondió Ashtom mientras miraba la pantalla de su celular.

Había muchas personas despiertas, en su mayoría chicas que limpiaban la basura y recogían el lugar, todo estaba casi perfecto, lo que me hizo pensar que ya llevaban un rato haciéndolo. Caminé hacia la puerta, dispuesto a irme y salir lo más pronto posible de ahí, quería ir a casa y darme un baño, dormir como debía y tomar un par de aspirinas y Gatorades.

Oí a Calum llamarme, pero yo solo seguí caminando hasta que me detuvo, tomándome por el hombro, haciéndome girar. Al verme, evitó preguntar lo que ya era obvio y me palmeó la espalda, de pronto, fue como si mi pesadez se hubiera contagiado y los cuatro nos dirigimos hacia la camioneta.

Una vez arriba y en marcha, Ashton se detuvo frente a unos locales no muy lejos del campus, pues no habíamos avanzado ni cien metros.

—¿Qué haces? —le pregunté cuando bajó de la camioneta.

Ashton me miró y suspiró pesado.

—Necesito un café y algo para comer, mis tripas están tirando de ellas mismas —dijo—, ¿vienen o no?

Y entonces los tres bajamos, porque, ¿qué más nos quedaba por hacer?

Los calcetines de Carrie (l.h.fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora