Podía olerlo.
Era dulce como un pastelito recién horneado. Tenía la piel de su nuca erizada y su pulso acelerado.
Quería hacerlo suyo, poseerlo, impregnarlo.
Cuando cruzó los pasillos que llevaban al jardín de las habitaciones omegas y siguió caminando hasta que llegó a la cristalera de la habitación de Izuku. El aroma era mucho más intenso.
Tomó el pomo de la puerta, dispuesto a abrirlo cuando una mano enguantada se colocó sobre la suya.
Alzó la mirada asustado viendo los ojos dorados de su hermano mayor.
-Her... Hermano...
-No tienes permitido estar aquí Shinsou. Lo sabes perfectamente.
Shinsou gruñó apartando su mano del pomo y dando un paso hacia atrás.
-Tengo derechos sobre él.
-No de este modo, no sin su consentimiento. Será mejor que te vayas si no quieres que se lo diga a padre.
Los ojos de su hermano se abrieron de golpe y se alejó de allí.
Chisaki se quedó allí hasta que vio que desaparecía por el pasillo. Era normal que se sintiese atraído por el olor de un Omega en celo, pero debería tener un poco más de control.
Se suponía que los alfas del clan demonio eran fuertes, controlaban sus impulsos. Pero al parecer su hermano menor estaba desesperado por tener hijos. Lo veía en sus ojos, como miraba con anhelo a sus sobrinos.
Chisaki se pasó una mano por la cabeza y llamó a un par de guardias para que también vigilasen la puerta trasera de la habitación del chico.
Izuku tardó tres días en recuperarse. Normalmente su calor duraba dolo un día o menos si tomaba las pastillas, pero esos tres días lo habían dejado sin energías, a pesar de ello salió al jardín, el aire fresco dio de lleno en su rostro haciéndolo gemir.
-¡Izuku!
El joven miró la mesa del jardín, allí estaban Denki, Kirishima y la pequeña Himiko. Comían un pastel que parecía ser de calabaza.
Se acercó a ellos tomando asiento, le sirvieron una rebanada del pastel junto a una raza de té.
-Perdón por no poder acudir a nuestra cita Kirishima...
-No pasa nada, yo también entre en celo. Al parecer Denki también, pero el tuyo ha sido el que ha durado más tiempo.
El menor miro a ambos, sorprendido.
-¿Los tres entramos en celo a la vez?-Según parece es algo normal.
Todos los presentes giraron al escuchar aquello, Tomura justo pasaba por allí y al escuchar la conversación de los omegas se acercó a ellos.
-¡Papi! -La pequeña Himiko salió corriendo a los brazos de su padre, este la tomo entre sus brazos dándole besos en las mejillas. Denki se puso en pié haciendo una pequeña reverencia hacia el Alfa, éste se la devolvió.
Izuku pudo ver qué se tenían mucho respeto entre ambos.-¿Sabes entonces el motivo de porqué ocurrió aquello? - Denki le ofreció asiento a Tomura quien gustoso lo recibió, luego pusieron también una rebanada de pastel frente a él.
Tomura acomodó a la niña en una de sus piernas antes de comenzar a narrar lo ocurrido.
-La otra noche hubo luna llena, la luna es un gran estimulante en el cuerpo de los omegas, vosotros debeis saber los cambios en vuestros cuerpos. -Los tres asintieron ante aquello. - Sin embargo la luna de la otra noche os afectó más porque estaba más cerca de la tierra. Hay ocasiones que la luna se acerca muchísimo más a nosotros en su rotación, dura un par de días aquel acercamiento y el estar en una casa de alfas también os afecta. Las hormonas de vuestro cuerpo se sobrestimulan haciendo que vuestro celo sea más fuerte.
-¡Ahgg Dios mío! - Kirishima se echó hacia atrás en la silla, Izuku se percató de que las heridas de la mordaza ya apenas eran visibles, sin embargo llevaba alrededor del rostro una especie de más cara que cubría su mandíbula y sobrepasaba la nariz. Izuku pudo percatarse de que aquello le impedía abrir en su máximo la boca. - Mi primer día aquí y me pasa esto. Con lo feliz que estaba en mi pueblo. Ni siquiera he conocido a mi Alfa aún, no sé ni cómo luce.
Tomura se quedó mirando a Kirishima hasta que pareció que se le iluminó la bombilla y chasqueó los dedos.
-Tu debes de ser el Omega de Taishirō.
-¿Taishirō?-preguntó el pelirrojo.
-Hablas de Fatgum ¿verdad? -Denki se inclinó sobre su asiento, cogiendo a su pequeña en brazos que estaba a punto de meter las manos sobre el pastel.
-Si, Fat estaba muy orgulloso, decía que había encontrado a una auténtica belleza dragón.
Kirishima se sonrojó, tanto que el color de su piel se asimiló al de su cabello. Nunca le habían dicho algo parecido, normalmente los omegas dragones macho no eran nada femeninos por lo que otros no los deseaban, ese fue un motivo por el cual también se sorprendió mucho al saber que fue vendido a una casa de alfas.
-¿Cómo es?
Tanto Denki como Tomura se quedaron mirando al chico antes de decir a la vez.
-Grande.
Izuku tuvo esa tarde una audiencia con Enji. El poderoso hombre me preguntó por su salud y también se preocupó por el celo del joven. Izuku supo que el hombre solo quería asegurarse de que ningún alfa a parte de sus hijos lo hubiese tocado.
Claro... Sería mercancía usada.
Quiso también que le dijese como había sido la reunión con sus hijos, Izuku solo pudo decir que agradable, puesto que no hablan hablado mucho, aparte solo había hablado a solas con Shoto y con Shigaraki, así que aún no los conocía mucho.
Fue entonces cuando Enji tuvo la fantástica idea de que Izuku pasase más tiempo con sus hijos. Él mismo se encargaría de preparar un horario para que pasase tiempo con cada uno de sus hijos hasta que él se decidiese por uno.
Oh dioses.
Izuku iba a ser como un juguete al que compartir.
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Elección
FanfictionMidoriya Izuku es llevado a una casa de alfas tras ser vendido por el jefe de su clan. Alli conoce al jefe del clan del Fuego quien le pide que elija a uno de sus hijos para tener hijos. Si tras un periodo de un año no se decide será puesto en subas...