—¿Quiere que la abramos ya?— preguntó Laura moviendo su mano arriba y abajo consecutivamente delante del hombre —. ¿Señor detective?, ¿ Mike?, ¿Va todo bien?
El detective estaba inmerso en sus pensamientos que no la escuchaba, la razón de sus sospechas estaba hablándole y él ni caso.
—Sí, sí, todo bien. Sería buena idea hacerlo, cuánto antes terminemos mejor— le contestó Mike con una mueca.
Abrieron el papel y lo que creían que era la siguiente pista no era nada más que la mitad de la cuarta, aún no habían resuelto la cuarta prueba, es mas, empezaba ahora.
Muy bien a los dos, la primera parte ya la tienen, ahora busquen la otra si quieren avanzar.
"En dónde siempre tu suerte escrita está"—¿Q-qué?, ¿cómo qué la primera parte?, ¿Entonces no hemos avanzado nada?— el detective suspiró frustrado llevándose una mano a la cabeza.
<<Maldito desgraciado, ¿en qué coño estás pensando?, Genial ahora tengo que cargar con éste más tiempo de lo necesario y encima mi vida corre peligro>> pensó Laura insatisfecha pero ocultándolo, claramente.
—Pues al parecer no hemos avanzado. Sabe qué, hagamos un descanso de todo esto, vayamos a comer en algún sitio, no sé usted, pero me está entrando hambre. Yo invito— se ofreció la mujer sonriendo.
Por un momento dudó, pero al final aceptó, y por qué no, él también estaba cansado y hambriento ya que no había comido nada desde la mañana.
—Claro, por qué no. Conozco un restaurante chino cerca de aquí y es muy bueno. Ah y no se preocupe ya pago yo— dijo con un humor un poco más alegre, de todas formas se lo merecían.
—Pagaremos cada uno la mitad, es mucho mejor. Ya está decidido,¡en marcha, a comer!
Se alistaron y salieron caminando rumbo al restaurante.
El detective aprovechó para preguntarle cosas a la mujer.
—Señorita Laura, podría contarme más sobre usted y su abuela, quiero decir la relación que tenían y eso, si no es molestia— preguntó el detective mientras caminaban rumbo al restaurante.
—Claro, no tengo problema. A ver cuándo yo era pequeña mis padres estaban siempre fuera por trabajo, cómo era hija única no tenía con quién quedarme así que me llevaban a la casa de mi difunta abuela. Ella siempre me acogió y me cuidó cómo si yo fuera su hija. La ayudaba a limpiar por la mañana o lo que podía hacer una niña de 5 años— rió mientras relataba Laura con un deje de nostalgia—. Por la tarde bebíamos té y salíamos afuera a sentarnos o a pasear por ahí, siempre que estaba cansada me cogía en su espalda y seguía caminando, y por la noche cuándo llegaba mi abuelo de la pesca nos sentábamos juntos alrededor de la mesa, y mientras cenábamos veíamos una serie que nos gustaba a los tres.
Una vez tenía que ir al colegio y estaba en su casa, mi querida abuela me preparó comida de más y recuerdo que me quejé durante un rato por ello. Cada vez que lo recuerdo me río de ello— sonrió con melancolía mirando al cielo azul—. Ella me cuidó durante mi infancia entera y parte de mi adolescencia. Nunca me regañó o me pegó, siempre me cuidaba cómo si fuera su tesoro más grande y cuándo me enteré de su muerte pensé que mi vida se iría al carajo, aún de mayor sigo recordando mi pasado con ella.
—Vaya, siento mucho su muerte, y también la pregunta, no quería desenterrar la tristeza que sintió— se disculpó Mike, se sentía mal de haberla hecho recordar, pero quería saber más de ella, quería saber si su presentimiento estaba en lo cierto.
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El caso
Mystery / ThrillerUn caso que jamás tuvo que aceptar; quién iba a decir que con tan sólo ejercer su trabajo iba a meterse en algo tan grave como eso. Pistas anónimas que le ayudarán a llegar al fondo de todo, ¿o tal vez le enredarán más? Si tan solo hubiera escuchad...