Aventura

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Su pregunta me generó muchas dudas, no sabia a quien debía elegir ahora, era cierto, ambos me encantaban, pero... Él tenia a alguien mas, y yo también, no era correcto.
Aunque tampoco era correcto la relación que tenía con mi padre, por ello decidí simplemente responder con el corazón.

CN: Ambos tienen sus encantos, y a pesar de todo... Debo admitir que ambos me atraen mucho, pero no sirve de nada decirlo ahora.

HM: -se quedó en silencio por un momento, no estaba seguro de la respuesta que esperaba, mas aun así se encontraba feliz de sus palabras.- Claro... Creo que tienes razón. No debí preguntar eso, lo siento mucho.

CN: No no, esta bien... No me molestó en lo mas mínimo. Simplemente... -miró hacia los techos, intentando evitarle la mirada- Pienso que quizá cometimos un error al separarnos, a pesar de que nuestra relación comenzó como un simple va y ven, o como una especie de tortura... Terminamos sintiendo algo el uno por el otro.

HM:... Sabes. Aun existe una forma de estar juntos, pero debe ser secreto nuestro -tomó el mentón del menor, para hacerle verlo a los ojos- Podríamos comenzar una pequeña aventura... Mientras ninguno de los dos levante sospechas estaremos bien.

CN: No lo se... Podríamos lastimar a las personas que amamos -aunque dijera eso era verdad que necesitaba de él para sentirse completo también- ... Esta bien, podría funcionar...

HM: -no dudo ni un momento en besar los labios del menor- Chat... Me sigues gustando mucho

CN: Hawk... Tú también sigues gustándome mucho -correspondió sin dudar, aunque se sentía mal consigo mismo, ¿que clase de persona era ahora?, ¿en que se había convertido?-

Y así fue como inicie una nueva relación, de día era Adrien, pareja de Gabriel, un estudiante excelente, un amigo bastante bueno. Y de noche... Era solo ChatNoir, defensor de París durante periodos del día, amante de HawkMoth durante el mayor tiempo de la noche, todo lo manejábamos con mucho cuidado, no era bueno que nos descubrieran, si llegaba a pasar quizá lo pagaríamos muy caro.

Pasaron días, semanas... Quizá meses, íbamos muy bien. Hasta que sucedió lo impensable, mientras estábamos en un encuentro amoroso, escuchamos el sonido de un Yo-Yo...

Y para dejarlos con suspenso, porque soy malote, hasta aquí voy a contarles.
Hasta la próxima actualización amigos, cambio y fuera.

No caere a tus pies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora