Capítulo 6

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El señor Hund se acercó a nosotros, aún con esa expresión sería en su cara.

-El cáncer ha avanzado. -dijo agachando su cabeza.- con los tratamientos no había avanzado, pero me temo que no son suficientes. -terminó de decir.

-¿Q-qué significa eso?, ¿Qué es lo que va a pasar? -pregunté con lágrimas en mis ojos.

-Ya no podemos pararlo, el cancer seguirá creciendo y no sabemos hasta cuándo aguantará así.-hizo una pausa.- Lo siento, Emilia.

-Pero... ¿eso significa que ya no le harán tratamientos?, ¿la dejarán sufrir? -pregunté confundida y a la vez molesta.

-Emilia, los tratamientos no le harán nada, sólo la pondrían en peores condiciones, la debilitarían. Ella tiene que estar fuerte. -explicó.

-¿Se quedará aquí o...

-Lo mejor es que esté en su casa, que pase contigo y que se sienta cómoda. Quizás de esa manera se logre sentir mejor. -dijo interrumpiéndome.

Después de eso, el señor Hund me dijo que mamá debería pasar la noche allí, iban a hacerle más estudios por si acaso.

Ni siquiera quise entrar a verla, porque sé que eso me pondría peor de lo que estaba. Me limité a quedarme sentada llorando con Rúrik a mi lado durante una hora.

Mis tripas hicieron ruido de tanto hambre que tenía, y Rúrik pareció escuchar.

-Iré a comprar comida, ya vuelvo. -dijo mirándome.- ¿Estarás bien, cariño? -preguntó dulcemente.

No tuve fuerzas para poder hablar, sólo asentí con mi cabeza, a lo que él pareció entender.
Rúrik se desapareció por los pasillos del hospital, y yo mientras tanto quedé sentada sola.
Miré mi celular; eran las cuatro y media de la tarde. Me llamó la atención tener un mensaje de mi amiga Isa, con la cual no hablaba desde hacía unos meses, cuando se había mudado por su nuevo trabajo.

Isa👯‍♀️💕
Hey, Em. Me he enterado por todo lo que estás pasando, quería decirte que lo lamento mucho y que como ya lo sabes, estoy para cualquier cosa que necesites.
Ojalá pudiera estar ahí contigo en estos momentos difíciles, he pedido a mi jefe para poder ir a verte la próxima semana, si te parece.

Yo:
Te echo de menos, Isa. No puedo esperar para verte, ven en cuanto puedas. Tenemos muchas cosas de las que hablar.

Dejé mi celular en cuanto terminé de contestarle a mi amiga, levanté mi cabeza y pude divisar al islandés, quien se dirigía con comida.

-Ten, come algo. Si no lo haces tus tripas saldrán de tu cuerpo. -dijo dándome una bolsa con comida.

Empecé a comer todo lo que había dentro de ella, sin importar qué. Rúrik por su parte, se encontraba callado mirando el piso.

El resto de la tarde me la pasé sentada, entré a ver a mi madre, con quien casi no pude hablar debido a que se encontraba muy cansada.
Llegada la noche, lo mejor sería irme a mi casa para descansar mejor, mi madre iba a estar mejor allí.

Rúrik condujo hasta mi casa, y se quedó haciéndome compañía un rato.

-Quédate a dormir conmigo. -pedí de la nada.

-Está bien. -dijo haciendo una media sonrisa.

Narra Rúrik

Nos quedamos viendo una película en su casa, hasta que en algún momento se quedó dormida.
Opté por llevarla a su habitación para que estuviera más cómoda.

La miré; parecía un ángel, realmente me ponía mal verla así, ella se merecía todo lo bueno.

La cargué entre mis brazos despacio y subí las escaleras hasta llegar a su cuarto.

-¿Qué? -preguntó media dormida una vez en su cama.

-Hasta mañana, princesa. -le di un beso en la frente y me dirigí hacia la puerta, pero ella habló antes.

-Duerme conmigo, por favor. -pidió.

No me podía negar a eso, cuánto más cerca estuviéramos, mejor. La quería tener cerca de mí, la quería cuidar. Y sobretodo; ella me necesitaba más que nunca.

Me quité mi ropa, quedando en bóxers para luego meterme en la cama con Emilia.

-Rúrik. -dijo pronunciando mi nombre.

-Dime. -contesté quedando de frente a ella.

-Gracias. -dijo abrazándome, y yo correspondí su abrazo.

Pasó su brazo por mi cintura y yo lo hice por sus hombros, esto nos dejó cerca.

Demasiado cerca.

Y eso me gustaba.

-Em. -la llamé para confirmar si seguía despierta.

-Dime. -dijo casi susurrando.

-Te quiero. -le dije.

-Yo a ti, Gíslason. -contestó.

Necesitaba oír eso, y creo que ella también.

Fundí mis labios sobre los de ella, y nos dimos un beso suave y tierno.

Y provocó todo tipo de sensaciones en mí, esas sensaciones que hace tiempo venía buscando.

Después de eso, ambos quedamos dormidos.

Famous (Rúrik Gíslason)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora