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In your hands【Black Hat x Lectora】

In your hands (Pedido).

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Nota: Este One-Short sera escrito con ambientación en la época victoriana.
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Es un honor.
Me siento muy halagada ante tal petición.

Y no es por nada, pero, entre muchos, pero muchos sirvientes a su servicio, me eligió a mí, única y exclusivamente a mí.

He servido a él durante 3 años y aún así soy la servidumbre más joven.
Todos los demás son cocineros arrogantes, mucamas viejas y ponsoñosas, criados y sirvientes cuarentones y con mala cara. Y yo, la más joven, teniendo 23 años.

Él me busco a mí para cuidarlo.

Casi caí de rodillas cuando, la sirvienta a cargo de asegurarse de que yo cumpliera con los trabajos, me dijo, con voz amarga, que él solicitaba mi asistencia en estos días de cuarentena.
Me gustaría mostrarles mi sonrisa de victoria y arrogancia a los otros empleados que han servido a él desde hace más de diez años. Yo, a quién nadie creía importante por ser la más nueva en el lugar, tuve el privilegio de ser tomada en cuenta por el amo y señor.

Cuando llegué como la nueva, muchas reglas me fueron impuestas, muchas advertencias pasaron por mis oidos el primer día que pisé el territorio, todas con la necesidad de decirme, a regañadientes, que debía mantenerme al margen y dejar de curiosear.
Pero era que la curiosidad me mataba, y no podía no espiar en la biblioteca cuando él se disponía a leer sin la mínima presencia de nadie -a petición de él- o cuando lo miraba fijamente por las ventanas desde el interior mientras él charlaba fuera con otros hombres igual de elegantes que él.

Jamás lo vi de cerca.
Jamás estuve frente a él.
Jamás pude ver su rostro y algo me decía que era mejor así.

¿Cómo era posible que jamás haya visto a mi jefe en persona?, siempre lo veía en otra habitación a mis espaldas o lo veía reir con otros hombres de traje y sombrero. Pero a él nunca lo vi.

Y ahora, que lo tenía aún lado de mí, con su rostro relajado al estar dormido y su pecho, cubierto por un pijama gris oscuro y las sábanas, subía lentamente indicando su tranquila respiración al dormir.
No era como lo imaginaba pero tampoco era como si tuviera una mejor visión de él. Su piel era morena, un color moreno y apagado, su cabello era negro grisáceo, con algunas canas notables, su cuerpo era delgado y alto, podría decir que me ganaba por una cabeza, su rostro tenía algunas arrugas pero no tanto para decir que él era muy viejo facialmente.
Me agradaba.

Aunque nunca se dirigió a mí, ya que nunca me especialice en ser su sirvienta personal, aquélla que le llevaba comida, lavaba y planchaba su ropa, siempre creí sentir su mirada, o eso quería sentir.