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In your hands PARTE 2【Black Hat x Lectora】

In your hands PARTE 2

Recomendado poner multimedia.
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Estaba sorprendida.

¿Cómo era posible que siguiera vivo?
Es decir, no es que no me alegrará, ¡Estaba encantada!, Pero.. ¿Cómo es que sobrevivió?, Yo misma vi su ataúd ser llevado al cementerio.

Y aún peor, nadie más que yo notaba que él ya no era él. Me explico; Era una persona distinta, su piel era gris oscura, sus ojos eran verdosos junto a sus dientes que más que ser eso, eran colmillos. No era humano.

Cuando él cruzó su mirada con la mía, un escalofrío, que más que asustarme me tentó, recorrió mi cuerpo entero.
Mire a todos los empleados a mis costados, incluso a los sujetos de sombrero que iban con él, y nadie, absolutamente nadie notó la aterradora apariencia que ahora poseía.

Lo que me hacía creer que era hasta normal para los demás menos para mí.
De igual manera, debí acostumbrarme, no podía salir huyendo.

Me detuve y toque la puerta de madera oscura con mis nudillos, un "adelante" malhumorado me indicó que podía abrirme paso a la habitación.

- Con permiso.-Abrí la puerta y noté a la vieja sirvienta sentada en la desgastada mesa de madera. Su codo izquierdo estaba apoyado de esta y su mirada estaba clavada sobre mí.

- Tardas demasiado...-Se incorporó de la silla de madera en la que estaba y me arrebato la bandeja plateada que estaba en mis manos.- ¿Estas consciente que esta es tú segunda oportunidad, no?.-Me preguntó mientras servía el té caliente en una tetera metálica con la ayuda de un trapo.

- Si...-Respondí agachando la mirada y sobando mi brazo derecho con mi mano izquierda.- Lo lamento.

- Si, si, si.-Abrió la alacena y tomo las tazas de porcelana y las colocó copiladas sobre la bandeja junto a la tetera.- Anda, deja de dar lastima y llévale esto a los invitados.-Tomo la bandeja con cuidado y me la extendió.- Y por lo que más quieras, no tires nada o te juro que no meteré las manos para salvarte como otras veces.-Por otras veces se refería a cuando cometía un error por ser nueva en el lugar, y ella más que salvarme por querer hacerlo, realmente lo hacía porque era la encargada de mí.

- Si, señora.-Conteste con voz baja.
Abrí la puerta y antes de salir su voz llamándome me detuvo.

- Asegúrate de no tarda esta vez...-Asentí y salí de ahí dirigiéndome a las grandes escaleras.

Subí al segundo piso y me encaminé a paso rápido hacía la sala de estar donde mí -revivido- amo se encontraba junto a sus amigos de sombrero negro.
Luego de su repentina aparición en la entrada de la mansión, y después de darle instrucciones a algunos sirvientes, él y los hombres de sombrero subieron escaleras arriba mientras charlaban, algo que, de hecho, era habitual de ellos hacer antes. Ir a la sala de estar del segundo piso a charlar.
La diferencia ahora es que él había vuelto de la muerte, y a nadie parecía importarle.