Perfectly Wrong [Shawn Mendes]

Chapter VI.- "Bella, please save me".

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Día 23: Otro pétalo que cae.

Bella no se consideraba una chica vanidosa que deseaba tener millones de zapatos, vestidos costosos o joyas preciadas. Era sencilla y su vestimenta nunca salia de un sencillo vestido de vuelo y un moño en su cabello; pero estar en aquel castillo sin nadie con quien hablar o distraerse le aburría demasiado, por lo que decidió comenzar a probarse todos los vestidos que había en su armario mientras modelaba frente al espejo con sus tacones y muchas joyas.

Se colocó un largo vestido rojo con la espalda abierta, unos tacones plateados, guantes blancos y un sombrero a juego con un pequeño velo que caía por el frente, una gargantilla de perlas descendía de su cuello al igual que los pendientes, alguien tocó la puerta de su habitación rompiendo su momento de vanidad.

—Adelante — detrás de la puerta se asomó Shawn, que al verla no pudo evitar sentir su corazón bombear sangre mas rápido de lo normal.

—Sabes que no puedes salir de castillo, ¿cierto? — ella asintió sin entender — ¿por qué estás tan...arreglada? — cerró la puerta detrás de él.

—Y-yo...— retiró el sombrero de su cabeza — estaba algo aburrida y decidí probarme la ropa.

La bestia no pudo evitar notar como el vestido le quedaba tan perfecto, como si hubiera sido hecho a su medida, especialmente para ella, marcando su cadera y delineando su cintura, levantando su busto dejando ver las curvas de sus pechos al igual que las perlas decorando sus clavículas, el corte de lado que dejaba ver su bronceada pierna.

— Belles lumières — su color favorito no era exactamente el rojo, pero ella era igual de hermosa que las rosas, suave y delicada. (Luces hermosa)

—Merci  — respondió con ambas mejillas rojas, caminó donde ella volviendo a colocar el sombrero en su lugar. (Gracias)

—Conozco un lugar donde vale la pena lucir este atuendo.

Le tomó de la mano obligándola a caminar detrás de él, sus tacones resonaron sobre los pisos de madera y las escaleras, las sirvientas veían la escena enternecidas, no solían ver actos como esos desde hace mucho tiempo. Se detuvieron al fondo de uno de los largos pasillos, al entrar Bella se sorprendió al ver decenas de espejos por todos lados, pero ninguno era capaz de mostrar su reflejo.

—Las damas primero...— Shawn hizo una reverencia frente a un espejo, ella lo miró desconcertada — entra, Bella.

Sin estar muy segura su pierna desnuda atravesó el espejo viendo como este ondeaba, se sujetó del marco de madera antes de adentrar el resto de su cuerpo, al abrir los ojos se encontró en un enorme teatro, todas las butacas estaban vacías y el telón cerrado, loa reflectores apuntaban al centro del escenario, se podía apreciar la fosa donde el violonchelo, el arpa y distintos instrumentos reposaban. Sintió el brazo de Shawn alrededor de su cintura incitándola a caminar, la guió al centro de las butacas para tomar asiento.

—¿Dónde estamos? — lo miró con sus marrones ojos que brillaban con emoción.

—Seguimos en el castillo, — él tenía su mirada clavada en su mano jugando con el anillo dorado que la había traído hasta su castillo — mencionaste que te gustaba el teatro.