Capítulo 57

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El corazón de Wanyan Xu se sentía apretado, mientras bajaba apresuradamente desde donde estaba el Trono del Dragón, escuchó la furiosa voz de Wanyan Shuo desde más allá de la sala del palacio: "¿Quién... quién permitió que lo golpeen usando este método?" Al escuchar eso, Wanyan Xu estaba alarmado y asustado, y se apresuró a salir. Los ministros reunidos también lo siguieron. Una vez en el patio, Wanyan Xu vio que Wanyan Shuo estaba de pie al lado del banco al que Su Yi había estado atado durante el curso de su castigo y, en voz alta, estaba interrogando a los dos guardias que estaban llevando a cabo el castigo. El atuendo blanco de prisión de Su Yi, quien todavía estaba atado al banco, estaba empapado de sudor y mostraba claramente que, en el área de sus rodillas, la carne se había mutilado gravemente. Wanyan Xu se sentía mareado, y casi se desmayó. Obligándose a permanecer consciente, se arrojó frente a Su Yi para mirarle la cara, solo para ver que, aunque la sangre le goteaba de los labios, ya se había desmayado.

"Su... Su Su..." Con dolor en su corazón, él solo podía murmurar para sí mismo mientras acariciaba tiernamente esa cara, que estaba cubierta de sudor. De repente escuchó a Wanyan Shuo sollozar: "Padre Imperial... Padre Imperial no dejes que lo golpeen nunca más, una de las piernas de la Madre Emperatriz... ha sido... ha sido... ellos... ellos ya le han roto una de sus piernas"

Estas palabras llegaron como un rayo desde el cielo, haciendo que Wanyan Xu levantara repentinamente la cabeza para mirar a su hijo. Casi estupefacto, solo pudo decir: "Tú... ¿Qué dijiste?"

Wanyan Shuo se frotó las lágrimas bruscamente, señalando con un dedo acusador a los dos guardias, dijo con odio: "Todo se debe a estos dos y sus engaños. Escuché durante tanto tiempo en la sala del palacio antes de sentir que había algo mal... Cuando salí corriendo para echar un vistazo, me di cuenta que era porque estos dos sinvergüenzas habían concentrado todos sus golpes en las rodillas de la Madre Emperatriz. Es por eso que el sonido de la vara golpeando carne no se produjo como debería ser, sino que sonó ruidosamente. Solo eché un vistazo de cerca, así es como descubrí que una de las piernas de la Madre Emperatriz... ya ha sido... ya ha sido... "

Wanyan Xu estaba quieto en su lugar, de pie, miraba las piernas mutiladas de Su Yi, incapaz de apartar los ojos. Descubrió que las emociones que se arremolinaban en su corazón eran inexplicables y extrañas. Por un lado, sentía que su corazón estaba siendo cortado sin piedad con una cuchilla, una y otra vez. Por otro lado, había una sorprendente pero innegable oleada de satisfacción que se elevaba desde el fondo de su corazón. En su mente, había una voz que repetía estas palabras continuamente: Su pierna está rota, su pierna está rota, ahora que está rota ya no puede escapar, no puede escapar nunca más... "

"Padre Imperial" En su ansiedad, Wanyan Shuo estaba sacudiendo a su propio Padre Imperial, pensando que había quedado abrumado por el dolor. Sin embargo, al observarlo, vio que después de que su padre lo mirara, el giró la cabeza hacia los diversos ministros. Después de un largo tiempo, Wanyan Xu preguntó con los dientes apretados: "¿Cuántos golpes más?"

Uno de los guardias dio un paso y respondió: "Reportando a Su Majestad, veinte golpes todavía no se han ejecutado"

Wanyan Xu apretó los puños. Dándole fuerza a su corazón, dijo: "Continúen llevando a cabo el castigo, pero ya no deben golpearle las piernas" Dicho esto, no le dedicó otra mirada a Su Yi, quien todavía estaba inconsciente en el banco y avanzó rápidamente de vuelta a la sala.

Wanyan Shuo miró con total incredulidad la espalda de su padre imperial y de los ministros que lo acompañaban de vuelta hacia la sala. Cuando el sonido de la varilla golpeando a Su Yi volvió a zumbar en su oído, sintió que su nariz se contraía cuando comenzó a llorar nuevamente. De repente, se precipitó y colocó su propio cuerpo sobre la espalda de Su Yi y dijo en voz alta: "Voy a soportar los veinte golpes restantes en su nombre, puedes golpearme en su lugar"

Perplejos, los dos guardias cesaron sus movimientos y se miraron el uno al otro, ninguno de ellos se atrevió a golpear a Wanyan Shuo. Wanyan Shuo adoptó el comportamiento irrazonable que solía llevar y le dijo a los eunucos y sirvientas que se adelantaron para tratar de sacarlo: "Si alguno de ustedes se atreve a tocarme, tendrá que vivir con las consecuencias. ¡Me aseguraré de eso!" Su amenaza asustó tanto a esa gente que no se atrevieron a hacer un movimiento. En este callejón sin salida, escuchó un largo suspiro y alguien dijo: "Su Alteza Príncipe Heredero, levántese, no haga las cosas más difíciles para Su Majestad" Cuando levantó la cabeza para mirar quien era, descubrió que Zi Yan y Zi Nong estaban paradas detrás de él, y esas palabras realmente habían salido de la boca de Zi Yan.

Wanyan Shuo las miró con cautela, en alerta en caso de que alguna de ellas tratara de sacarlo por la fuerza. Cuando vieron que todavía se rehusaba a dejar Su Yi, Zi Yan dijo: "¿De verdad crees que el Emperador está permitiendo esto porque no tiene corazón y está repudiando la relación que tuvieron en el pasado? Eso es un error. Su Yi ha cometido un crimen muy atroz, al perdonarle la vida, Su Majestad ya es culpable de mostrar favoritismo. La única razón por la que ninguno de los ministros planteó fuertes objeciones fue porque ninguno de ellos quería parecer desleal si es que se oponían al Emperador. Ahora, si ven al Emperador mostrando favoritismo incluso por la sentencia más indulgente, les parecerá muy evidente que el Emperador sigue profundamente dedicado a Su Yi y que no tiene ni la más mínima determinación de castigarlo. ¿Cómo podrían los ministros afirmar que un traidor que abandono al emperador y huyó para planear una rebelión debería vivir y continuar embrujando el sagrado juicio del Emperador? En ese caso, incluso si el Emperador desea preservar su vida, me temo que no podrá mantenerlo a salvo. Si Su Alteza, Príncipe Heredero realmente desea salvarlo, entonces por favor salga por el momento y deje que los guardias completen los veinte golpes restantes"

Wanyan Shuo lentamente liberó su agarre sobre Su Yi y Zi Nong corrió hacia él para tomarlo en sus brazos. Con voz ahogada, ella dijo: "Su humilde sirvienta acompañará a Su Alteza a su palacio" Diciendo eso, se fue con él, pero siguieron mirando hacia Su Yi cuando se marcharon. Allí, los guardias del palacio tomaron sus varas de nuevo, después de haber cumplido con la sentencia, entraron en la sala del palacio para informar que el acto estaba hecho.

Wanyan Xu entonces preguntó con indiferencia: "Zi Yan, ¿Se ha preparado una habitación donde los sirvientes para la emperatriz?" Zi Yan respondió que estaba lista. Wanyan Xu luego suspiró y dijo: "Ordénales a algunas personas que lo lleven allí y envía un médico imperial para que lo atienda y le dé algunos medicamentos. Espera hasta que... espera hasta que sus heridas se hayan sanado antes de ponerlo a trabajar" Dicho esto, miró a la corte reunida y dijo: "¿Algún otro asunto?"

He Jian salió de la fila de ministros de nuevo, después de inclinarse, dijo: "Respondiendo a Su Majestad, Su Yi no apreció su bondad, el crimen que ha cometido -- engañar al Emperador -- es realmente atroz. Pero Su Majestad ha sido benevolente y le ha concedido más indulgencia de lo que permite la ley. Ahora que ha sido reducido a esclavo, su fiel ministro siente que Su Majestad debería redactar un decreto imperial y hacer que se proclame en todo el país que Su Yi ha sido despojado de su puesto de emperatriz. Su leal súbdito espera que Su Majestad acepte esta petición" Una vez que terminó sus palabras, el resto de los ministros hizo eco de sus sentimientos de unanimidad.

 Su leal súbdito espera que Su Majestad acepte esta petición" Una vez que terminó sus palabras, el resto de los ministros hizo eco de sus sentimientos de unanimidad

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