War Prisoner 「ℰ𝓈𝓅𝒶𝓃̃ℴ𝓁」

Capítulo 73

Creditos a MirelyGuez

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Aquí Wanyan Xu llevó a Su Yi en sus brazos y se apresuró hacia el segundo piso. Después de que Wanyan Xu lo había acostado en la cama, vio que su amado ya había entrado en coma. En pánico y ansiedad, levantó la cabeza bruscamente solo para encontrarse con una escena muy familiar. Resulta que esta era la misma habitación que habían compartido cuando Su Yi era la Emperatriz. Después de que Su Yi ha sido relegado a la posición de esclavo, Wanyan Xu nunca había vuelto a poner un pie en este lugar. Ahora, podía ver objetos familiares por todas partes, recordatorio de tiempos más felices, pero el dueño de esta casa ahora se enfrentaba a circunstancias peligrosas donde había nueve posibilidades de muerte y un solo camino hacia la vida. En este momento, el dolor agudo en su corazón aumentó aún más, sacando el aire de sus pulmones, haciéndole sentir que casi no podía respirar y dejándolo sin aliento.

Pero esta vez, Zi Liu ya había comenzado a ocuparse de tratar a Su Yi. Con agujas de plata, administró acupuntura y ordenó a los sirvientes que fueran al estudio en su propia residencia y buscaran sus medicamentos que podrían ayudar a Su Yi. La Emperatriz Viuda, Wanyan Xu, su hijo y el resto, todas las personas observaban atentamente mientras Zi Liu trabajaba, pero podían ver que la hemorragia interna de Su Yi no se había detenido ni siquiera un poco. A intervalos regulares, escupía una gran bocanada de sangre. Esto continuó hasta la medianoche, con lo cual Zi Liu se puso de pie e incluso antes de que ella hablara, las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. Se volvió hacia Wanyan Xu y dijo:

─ Su Majestad, su humilde servidora ha hecho todo lo posible, pero como ... el Joven Maestro ya no tiene la fuerza para revertir esta situación desesperada, es mejor ... es mejor comenzar a hacer los preparativos ... creo ─. Dicho esto, no pudo evitar estallar en lágrimas, pero aun así, las tres palabras "para el funeral" se negaron a abandonar sus labios.

Wanyan Xu sintió que ya no estaba en posesión de un corazón, que ya no estaba en posesión de un alma. Con pasos de madera, caminó al lado de Su Yi y se sentó. Vio que su amado había recuperado su conciencia y sus ojos estaban ligeramente abiertos. Agarró las manos delgadas de Su Yi, tan marchitas y secas por el frío que habían aparecido grietas finas en la piel, con las suyas y dijo en un suave murmullo: ─ Su Su ... vamos a un lugar que es como el legendario Jardín de Los Duraznos de la Inmortalidad, cuando estás bien ... nos iremos de inmediato, ¿de acuerdo? ¿Todavía estarás dispuesto a estar a mi lado?─.

Wanyan Shuo había empezado a llorar en voz alta hace un tiempo, pero afortunadamente, la Emperatriz Viuda lo tomó en sus brazos y lo abrazó en un esfuerzo por consolarlo. Ahora, viendo la manera en que su hijo se estaba comportando, tan claramente diferente de su manera habitual, no pudo evitar sentir miedo en su corazón por él. Ella vio que Su Yi le estaba dando a Wanyan Xu una débil sonrisa y le susurró suavemente:

─ Wanyan, no seas así. Aunque no puedo estar a tu lado y cuidarte en el futuro, no debes arrepentirte ─.

Aquí, tenía que detenerse y respirar profundamente unas cuantas veces antes de poder continuar. Suspiró y luego dijo débilmente:

─ Wanyan, no estés triste. En la vida, las cosas más importantes pueden resumirse en dos palabras, amor y devoción. Es cierto que mi devoción se ha dado a mi país condenado y a las personas de mi patria derrotada. Pero en cuanto a esa palabra "amor", se la he dado a otra persona. Esa persona es el enemigo y oponente más importante que he encontrado en mi vida. Él es el gobernante de todos bajo el cielo, me derrotó rápidamente con un chasquido de sus dedos y, además, borró mi Gran Qi. Durante la noche, él arrebató el control de todo lo que consideré de suma importancia en mi vida. Pero ... este es también el hombre que me regaló los más bellos recuerdos de mi vida. Todavía puedo recordar cómo, cuándo me tendía en sus brazos, obtenía la sensación más cómoda y cálida. Cuando estaba siendo amable, realmente podía emborracharme con el afecto infinito que me mostraba. No importa cuánto me amonesté, el resultado final fue inevitable, no pude contener mis propias emociones. Wanyan Xu, yo ... soy todavía un hombre ordinario, después de todo─.