War Prisoner 「ℰ𝓈𝓅𝒶𝓃̃ℴ𝓁」

Capítulo 48

Se podría decir que un comentario inoportuno podría causar que incluso el Cielo y la Tierra cambien su estado de ánimo; al escuchar el comentario de Su Yi, el comportamiento eufórico de Wanyan Xu cambió inmediatamente. Como un ratón que acababa de divisar a un perro feroz cerca, comenzó a acobardarse, su alegre espíritu rápidamente fue reemplazado por solo tartamudeo: "Eso... eso... Su Su... tú... ¿Todavía... todavía no confías... no confías en mí? ¿Qué... qué hay... para ver ahí...? el día... el día se está haciendo tarde... nosotros... deberíamos regresar"

Zi Nong también estaba aterrorizada, sus mejillas generalmente rosadas se pusieron blancas y cuando escuchó las palabras de su Maestro, se apresuró a hacer eco de sus protestas y dijo: "Así es, Joven Maestro, tu humilde servidora está dispuesta a garantizar con su vida que esas personas están bien. Las palabras de Su Majestad son razonables, se está haciendo tarde. En primer lugar, no está bien dejar el palacio de incógnito por una excursión en la ciudad, volver más tarde sería aún más imperdonable"

Pero Su Yi estaba decidido a llevar a cabo su plan, con una ligera sonrisa, dijo: "¿No sientes que todas tus palabras solo sirven para aumentar las dudas que ya tengo?" Diciendo eso, él ignoró a los dos y fue a la izquierda, en dirección al antiguo vecindario donde solía residir.

Oh joven maestro, pase lo que pase, tienes que ser inteligente. Rezo diez mil veces para que no reveles el secreto que compartimos Zi Liu y yo. Estos fueron los pensamientos de Zi Nong mientras caminaba detrás de Su Yi, su ansiedad aumentaba cuanto más pensaba. Echó un vistazo a su Maestro que estaba caminando a su lado, cuando ella vio que él llevaba una expresión igualmente desamparada, en su corazón sintió que había algo que ella no entendía del todo. Sigilosamente, lo tocó ligeramente y en voz muy baja le preguntó: "Maestro, si el Joven Maestro sabe la verdad, solo será ventajoso para ti ¿Por qué estás poniendo una cara tan sombría, es realmente necesario?"

Con los ojos muy abiertos, Wanyan Xu miró a Zi Nong y en voz baja la regañó: "Idiota, ¿Qué ventaja hay? Si hubiera descubierto la verdad en la escena de ese día, tal vez habría una posibilidad de que se hubiera sentido un poco consolado por saber de qué no soy alguien que carece de conciencia. Pero ahora, la impresión que tiene de mí como un monstruo cruel y vicioso está firmemente impresa en su corazón. Además, debido a esta táctica, se ha visto obligado a convertirse en la Emperatriz, si logra encontrar a esas personas y se entera de que se unieron a mí para engañarlo, ¿No... no significaría esto que, a sus ojos, seré culpable de otro crimen? Además, el cargo de ser culpable de engaño no debe tomarse a la ligera, si el deja que su imaginación se vuelva loca, podría pensar que el amor que tengo por él es solo otro de mis engaños. ¿Qué... qué crees que deberíamos hacer ahora?"

Estupefacta y choqueada, Zi Nong solo podía mirar fijamente a su Maestro, a quien siempre había considerado un hombre brillante y perspicaz de métodos meticulosos, y pensó: Cielos, el Maestro piensa demasiado. Entonces, escuchó a Wanyan Xu murmurando suavemente para sí mismo otra vez: "Amitabha, por favor otorga un millón de bendiciones a esas personas, no dejes que revelen el engaño. Si Su Su descubre que le mintieron, y ganaron diez taels de plata en el proceso, no solo no habrá beneficio para ellos, sino que los sentimientos de Su Su también serán perjudicados"

Mientras se dirigía a su antiguo vecindario, Su Yi notó que, en general, la ciudad había cambiado muy poco desde el momento en que se fue a la frontera. Cuando vio que eso era cierto incluso en la misma calle donde había vivido, la visión familiar le hizo sentir un poco de sensibilidad en la nariz y estaba en grave peligro de derramar lágrimas. Lentamente llegó a la mansión que solía ser su casa, solo entonces se dio cuenta de que, después de irse a su puesto, el Emperador de Qi debió haberse apropiado de su residencia y se la había otorgado a otra persona. Un hombre, a quien reconoció como un funcionario que había servido al Emperador de Qi, y su familia vivían en esta casa ahora, e incluso todos sus antiguos sirvientes habían desaparecido. Estas circunstancias le provocaron sentimientos tristes, y no estaba dispuesto a quedarse más tiempo. En lugar de eso, llegó a la casa de la anciana sin hijos a la que había ayudado a mantener, solo para descubrir que, casualmente, la mayoría de sus viejos vecinos estaban allí reunidos para socializar y estaban charlando ociosamente. Entre ellos estaban la mujer embarazada y la madre de la niña que había sido "amenazada" ese día.