Mirando a Wanyan Xu de nuevo, Su Yi finalmente tomó una decisión. En voz baja, dijo: "Pero... incluso después de todo eso... en mi corazón, todavía... te admiro profundamente" Expresar tales pensamientos fue difícil para él, tuvo problemas para articular las palabras y fue incapaz de decirlo sin pausas. Las cejas de Wanyan Xu se levantaron, lanzó una mirada a Su Yi pero Su Yi no se atrevió a mirarlo a los ojos, temiendo que lo ridiculizara.
Su Yi simplemente cerró los ojos, respiró hondo y continuó: "Desde tu ascenso, tus tierras se han gobernado bien. A pesar de tu deseo de venganza, has demostrado buen juicio al elegir consolidar tu poder y no enviar tropas para disputar la frontera durante tres años. La mayoría de la gente no podría mostrar tanta moderación. Para reunir información sobre las condiciones de mis tropas, te infiltraste en mi campamento solo. Nadie esperaría que corrieras un riesgo tan grande, aunque te consideraba mi enemigo no pude evitar aplaudir tu coraje y tu ingenio. Ahora he sido capturado y llevado a Jin Liao y puedo ver que, aunque esta es una tierra amargamente fría, su administración es prolija y ordenada, y el país es bullicioso y próspero sin comparación. Solo un Hijo del Cielo que ha sido iluminado podría realizar tales acciones. Aunque personalmente no estoy de acuerdo con tu tratamiento a los condenados a muerte, entiendo que estas tratando de enviar a tu gente el mensaje de que uno nunca debe perder la esperanza y nunca debería desanimarse como un perro que ha perdido a su amo. De lo contrario, los ciudadanos de Jin Liao no habrían podido recuperarse tan rápidamente del aplastante golpe de una pasada derrota militar, levantándose como un fénix de las cenizas para convertirse en un país fuerte. Te agradezco que no permitas que tus tropas hostiguen a la gente común de mi país derrotado, sé que tienes tus propias razones egoístas para hacerlo, pero también muestra la amplitud de tu visión. Su Yi te respeta profundamente, pero también te temo. No conozco a una persona como tú, lo lejos que iría antes de estar satisfecho. En privado, pienso 'aii, si solo el Gran Qi tuviera un monarca como tú, tal vez su destino hubiera sido diferente'. Wanyan Xu, cada palabra que he dicho ha venido desde mi corazón. ¿Lo entiendes? Aunque no puedo ceder a ti, por otro lado, tampoco requieres de mis talentos. No te molestes por fallar en hacer que me rinda. Por mucho tiempo me has conquistado a través de tu ira, ¿No soy tu prisionero? Si puedes hacerme el favor y dejar que mi cuerpo siga el destino de mi país, cuando Su Yi haya alcanzado el inframundo, tendrás su eterna gratitud"
Él dijo estas palabras de prisa. Después de terminar su largo discurso levantó los ojos para mirar a Wanyan Xu, solo para ver que su rostro era inexpresivo. Después de una larga pausa, una sonrisa comenzó a mostrarse en las comisuras de su boca, extendiéndose gradualmente sobre sus labios. Solo entonces Su Yi soltó un suspiro de alivio, pensando: parece estar satisfecho con mis palabras, lo más probable es que ya no me haga las cosas difíciles.
Sin embargo, Wanyan Xu dijo: "Es raro que compartas tus pensamientos más profundos, ven aquí, este rey también tiene algunas palabras sinceras que me gustaría contarte"
Su Yi no pudo evitar sentir que la situación se había vuelto un poco surrealista. Sabía que una vez que hubiera dicho su parte, estaría destinado a acompañar a su país en su muerte. Wanyan Xu y él tenían muchas cosas en común y podían simpatizar entre ellos, pero un enemigo sigue siendo un enemigo. Él no se rendiría, y Wanyan Xu no mostraría misericordia, ni debería mostrar misericordia. En ese momento, sintió como si una gran carga hubiera sido levantada de sus hombros; mientras Wanyan Xu no tuviera más ilusiones con él, perder su vida no era nada. El único arrepentimiento que ha tenido fue que ese día no murió en el campo de batalla, para ser enterrado para siempre bajo las arenas movedizas del desierto.
Con lamentos en su corazón, rodeó la mesa y caminó paso a paso hacia Wanyan Xu. Inesperadamente, Wanyan Xu alargo su mano; Su Yi fue atrapado por sorpresa y no pudo hacer nada para evitar caer en los brazos de Wanyan Xu. Muy alarmado, comenzó a luchar, pero su cintura había sido rodeada por brazos tan inflexibles como bandas de acero; le resultó imposible liberarse. Juntando la cara de ambos, Wanyan Xu dijo: "No te muevas, ¿No te dije que yo también tengo algunas palabras sinceras que decirte?"
Su Yi dijo con urgencia: "Puedes decir lo que piensas sin abrazarme. Te he dicho tanto, ¿Estaba perdiendo mi aliento?"
Wanyan Xu sonrió mientras acariciaba la cara de Su Yi: "¿Cómo podría ser eso? No sabía que pensabas en mí de esa manera en tu corazón. Estoy encantado de saber esto".
Ignorando los intentos de Su Yi por liberarse, apretó más fuerte a Su Yi, suspirando dijo: "Su Su, eres un general, pero nunca has participado en las intrigas de un palacio. Es por eso que no sabes, ser un emperador es muy difícil, aunque tienen el estatus más exaltado de la tierra, casi nunca oyen una palabra de verdad. Pueden tener autoridad absoluta sobre todo lo que está debajo del cielo, pero nunca sabrán si hay personas de confianza a su alrededor. El emperador es la persona más solitaria en el mundo. Por el bien de su trono y su reino, tiene que gastar mucha energía y pensamientos. Cuanto más sabio es el emperador, más lastimoso es él. No soy diferente, tengo muchas concubinas consentidas y funcionarios favorecidos alrededor pero todavía me siento tan solo como un hombre soltero sin familia. Me exaltan al decirme palabras que son dulces para mis oídos, pero no sé qué palabras tienen siquiera una pizca de verdad. Cuando tienen miedo, no se atreven a decirlo. Cuando odian, tampoco se atreven a decirlo. Ante mí, sus ojos siempre estarán poco claros, empañados con una capa de niebla. Incluso me resulta difícil ver sus verdaderas intenciones con claridad. Pero Su Su, eres diferente de ellos. Tus ojos son tan claros como un manantial de una montaña, con solo mirarlos puedo reconocer tus verdaderos sentimientos. Después de escucharte un momento, puedo notar si estás diciendo la verdad. Su Su, estoy muy feliz, y de repente me he dado cuenta, parece que ya no te odio, ni siquiera un poco. Mi corazón se siente muy cálido ahora".
Inmediatamente después de decir esto, íntimamente le dio al lóbulo de la oreja de Su Yi un mordisco ligero y con un toque de risa tranquila en su voz dijo: "¿Qué vamos a hacer? Te quiero, no porque quiera conquistarte, ni siquiera por otras razones, solo porque te quiero. Todavía queda algo de la luz del día, pero no puedo esperar más. Su Su no nos molestemos más en estos asuntos, ¿De acuerdo?"
La reacción de Su Yi fue de miedo extremo, tan horrorizado que su alma estuvo a punto de volar. Sus únicas intenciones al mostrarle sus pensamientos más íntimos a Wanyan Xu era hacerle entender que en realidad, este prisionero lo respetaba profundamente y que realmente no había necesidad de evaluar su mente y cuerpo para pensar en formas de forzar a Su Yi. La admiración podía contarse como una debilidad, pero no era tan deshonrosa como la humillación y arrastrarse. Nunca esperó pegarse un tiro en el pie, y que la situación se hubiera vuelto aún más fuera de control. Antes de que Su Yi, totalmente sorprendido, pudiera hacer un sonido, Wanyan Xu ya lo llevaba hacia la enorme cama que yacía en el centro de la habitación.
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