"besame, Grace."

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Sonreí mirando como se relamía los labios después de haberle echado el humo sobre estos.

¿quieres que te bese, Grace?–pregunté pasando la mirada desde sus labios a sus enormes ojos.

no me desagradaría.–admitió y llegó hasta mi nariz el olor a fresas y alcohol de su aliento, me tenía embobado, era tan tierna.

esa no es una respuesta.–mi pulgar llegó a su labio inferior y lo acarició con suavidad y delicadeza.

no que responder.–tragó con fuerza, sonreí y mi nariz rozó la suya, esta vez de manera voluntaria y tierna, vi como cerraba los ojos y sonreí más, abandoné el sillón levantandome.

Ella abrió los ojos con confusión y le extendí una mano, la tomó y entrelazó los dedos con los suyos, se levantó y le hice una seña de silencio, la guié al cuarto de Nico, saqué una sudadera mía que había dejado ahí desde hacía tiempo, le extendí una a la vez que le quité una manta gruesa a la cama.

Salimos del cuarto y también del apartamento, no sin antes haberle quitado a Mike la cajetilla de malboro.

¿a donde vamos ahora?–preguntó Grace una vez en el ascensor.

a la azotea.–me encogí de hombros, le pedí que se pusiera la sudadera, normalmente a esa hora hacía bastante brisa aún siendo verano, lo hizo sin decir nada que me pusiera en duda y sonreí ladeadamente, yo llevaba una parecida y me quedaba como debía ser, sin embargo a ella se le veía como si fuera un saco de papas.

Llegamos y salimos en silencio, le abrí la puerta y ella entró antes, cerré una vez en el enorme patio.

Estiré la manta en medio de la azotea, me senté y palmeé un sitio a mi lado, Grace se sentó e hice que de acostara haciendo yo lo mismo. Suspiré todo el aire acumulado y coloqué las manos sobre mi abdomen.

¿querías que te besara?–pregunté mirando las estrellas, ella carraspeô antes de hablar.

si...pero, entiendo que no lo hicieras.–respondió, llevé la vista a su rostro, llevaba mirándome un rato supongo, ya que noté como no hizo ningún tipo de movimiento.

¿si? ¿por qué no lo hice?–me acosté de lado para poder verla más cómodamente.

que Amy es tu ex, y, entiendo que ella sea más atractiva que yo, o sea, entiendo que quisieras que fuera a ella a quien tuvieras que besar y no a mi.–se explicó, fruncí el ceño y negué relamiendome los labios.

Cómo es posible que pensara eso, a día de hoy sigo sin entenderlo, era la chica más preciosa que había visto, y aún así sentía inseguridad.

¿crees que prefiero besar a Amy?–pregunté casi riendo, Grace asientió y desvió la mirada. Dejé de reír al notar que iba en serio lo de sentirse inferior.– ¿por qué?

–porque es súp...–empezó a hablar y rodé los ojos antes de que dijera "súper" otra vez, le dejé un dedo en los labios ella me miró alzando una ceja. Amaba que hiciera eso, se le veía tan indignada por un simple gesto.

me da igual lo que súper que sea, Grace. ¿quieres que te bese? Pidelo.–quité el dedo de sus labios, Grace negó mirando el cielo.

no, no quiero que te sientas obligado a besarme, menos por lástima.–bufó, reí, negué sacando un cigarro y el mechero a la vez que me sentaba sobre la manta.

si te beso es por deseo, no por obligación, cielo.–dije colocando el cigarro entre mis labios y encendiéndolo, le di una calada y solté el humo con lentitud y suavidad.

Sentí como Grace se sentaba también y me miró, di una calada más antes de mirarla. Su siguiente acto me sorprendió gratamente, pues me quitó el cigarro y le dio una calada, alzó una ceja y su rostro se acercó al mío, soltó el humo sobre mis labios haciendo exactamente lo mismo que había hecho yo con ella hacía tiempo.

Llevé una mano a su mejilla y la acaricié. Al tenerla tan cerca conseguí notar una suave pincelada de pecas que cubría su nariz y parte de sus mejillas. No mentía cuando decía que era preciosa.

¿quieres que te bese, Evan?–susurró alejándose un poco y dio otra calada, soltó el humo hacia el frente y tosió un poco antes de volver a dejar sus labios cerca de los míos.

si.–respondí tajantemente relamiendo mis labios mientras miraba los suyos. Nunca me había gustado mentir, ocultar información si, pero mentir era imposible para mí. Me gustaba ser y que me fueran honestos.

–pídelo. –habló con diversión, la miré fijamente.

bésame, Grace.–susurré, ella parecía sorprendida, sonreí y rodé los ojos divertido acercándola más a mí, cuando mis labios tocaron los suyos ni pude evitar cerrar los ojos, moverlos a un ritmo lento, no tenía prisa y tan sólo quería sentirla.

Subí la otra mano a su mejilla restante y acaricié ambas disfrutando de sus labios, Grace dejó una mano suya sobre una mía dejando que yo llevara el control en el beso, me separé segundos después y abrí los ojos para mirarla.

Ella mantuvo los ojos cerrados, sus mejillas y nariz estaban rosados, los primeros por mi culpa y la nariz debido a la brisa. Abrió los ojos y se acercó otra vez pero para abrazarme, la abracé de vuelta quitándole el cigarro y llevándolo a mis labios.

Definitivamente no quería perderla. Era tan increíble que con tan sólo un par de horas consiguiera hacerme sentir tan lleno, tan cómodo y tan a gusto a su lado. Estaba encantado con tenerla junto a mí y sentía que si se iba me sentiría realmente extraño.

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