teen romance.

"sueña conmigo, Grace."

Después de despedirnos y subir a mi vehículo arranqué.

-¿a tu casa?-la miré, ella asintió y volví la vista al frente emprendiendo el camino.

La ruta hasta su casa fue normal, música y varias miradas discretas de su parte, totalmente indisimuladas por la mía.

No iba a negar que me encantaba, su personalidad, su físico, ella.

Era tan...diferente que me gustaba, no estaba enamorado ni mucho menos, la conocía poco pero lo suficiente para querer intentar tener algo serio más adelante, merecía la pena a mi forma de verlo.

20 minutos después ya estaba estacionado frente a su casa, calle Monrooe número 18.

-bueno, aquí debemos separarnos.-la miré, ella me miró también y sonrió algo triste extendiendome mis gafas.

-podrás pasar una noche sin mi, tranquilo.-bromeó, tomé mis gafas y los dejé en la guantera junto a mi cigarros.

-intentaré no llorar.-asentí siguiéndole la broma, rió tiernamente y suspiró, me acerqué dejando una mano en su mejilla, uní nuestros labios cortamente y después sonreí.- vale, ahora sí podré dormir tranquilo.

-tonto, debo irme ya. Hablamos mañana, Evan.-susurró contra mis labios, mordí su inferior sacándole un suspiro, luego lo solté antes de asentir.

-sueña conmigo, Grace.-sonreí, ella rió saliendo del coche, como su ventanilla estaba bajada metió la cabeza por esta para hablarme.

-escribeme cuando llegues, ten cuidado.-advirtió y asentí sonriendo, la vo entrar a su casa después y fue entonces cuando arranqué camino a mi casa.

Seguí con mi sonrisita en los labios entrando a la autopista, tarareé lo que sonaba en la radio y me relamí los labios pensando en Grace.

Largos minutos después llegué q mi casa, bajé del coche mirando mi teléfono y le tecleé un rápido mensaje a Grace "estoy entrando en casa, estoy bien, descansa, Grace."

Cuando lo envié, entré a casa, me encuentré a mi hermano en el sillón viendo una de sus películas de superheroes mientras comía palomitas, me senté a su lado quitándome los zapatos y él me miró.

-hola.-sonrió extrañado, pues hacía tiempo que no estábamos juntos durante más de dos minutos.- ¿que tal el día?

-bastante bien, ¿el tuyo?-le quité palomitas, me comenzó a contar su día y lo escuché atentamente, supongo que de cierta forma extrañaba hablar y contarle mi día a mi hermano tal y como hacíamos antes.

Hablamos y hablamos hasta las doce que es cuando me dijo que debía dormir para mañana ir a trabajar, asentí sonriendole y deseándole buena noche.

Me quedé unos minutos mirando el techo y después me levanté para subir a mi habitación, me cambié de ropa, totalmente, y me tiré a la cama.

Saqué mi teléfono para leer un mensaje de Grace que al parecer mandó mientras hablaba con Adam.

red red Grace
Me alegro, descansa tú también, Evan. Sueña con tus tortugas ninja.

Sonreí y dejé el teléfono a un lado para acomodarme en la cama y cerrar los ojos, sin duda iba a soñar con mis tortugas.