Ten

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- Zack - 

Jane quería meterse en el agua, pero estaba anocheciendo, así que le dije que mañana. En cuanto llegamos, Margaret estaba dormida, dejó una nota en la cocina, diciendo que estaba cansada y que ya saldría con nosotros mañana. 

Jane fue a cambiarse, al igual que Anne. No entendía por qué, pero decidí no preguntar y esperar en el sofá. Mientras esperaba, saqué el móvil y vi que Harry me había mandado un mensaje, no llegaría hasta el martes. 

- ¿Nos vamos?- preguntó Anne, ahora vestida con un vestido de seda corto, de color salmón

- Sí claro. Jane vamos- grité para que me escuchase mi hija, que vino corriendo 

Jane agarró de la mano a Anne, dejándome detrás. Aproveché para sacarles una foto. Estaban geniales las dos. Iban conjuntadas. Jane llevaba un vestido de un rosa palo, que probablemente le compró Margaret.

- ¡Eh! Nada de fotos- dijo Jane girándose para mirarme con el ceño fruncido

- Lo siento- contesté 

- ¿Ahora donde?- preguntó Anne

- Pues había pensado en preguntarle a Evan, pero no se donde está- contesté

- Vamos a ver algún restaurante y vamos ahí- dijo Anne 

Asentí y agarré de la mano a Anne. Sabía que no era apropiado, pero sentía la necesidad de hacerlo. Me miró, miró nuestras manos y no dijo nada.

- Mira- dijo Jane señalando un restaurante a pocas calles de nosotros- Ahí hay un restaurante

Fuimos directos a donde Jane señaló. Era un lugar genial y la comida estaba deliciosa. En cuanto terminamos de cenar, Jane dijo que estaba cansada, así que volvimos a casa.

- Papi, me voy a dormir. Iré con Margaret- dijo Jane en cuanto entramos a la casa- buenas noches mami, buenas noches papi.

Jane nos dio un beso en la mejilla a Anne y a mi y se fue corriendo a su habitación.

- ¿Tienes sueño?- le pregunté a Anne

- La verdad es que no, pero tengo que deshacer la maleta y tenía pensado ir a tomarme una copa de vino en la terraza antes de irme a dormir- contestó 

- En cuanto vayas a por tu copa de vino, avísame, iré contigo

Asintió y se metió en su habitación. Dios, esta chica me estaba volviendo loco y eso estaba mal. Estaba con Harold, y Harold era mi mejor amigo, mi hermano. No podría hacerle esto.

Me quedé en el salón, mirando el portátil, tenía muchos emails que contestar y hacer varias cosas para el trabajo. Estaba tan metido en mis cosas, que no me di cuenta de la presencia de Anne, hasta que carraspeó 

- ¿Ya?- pregunté 

- Sí, vamos. Coge el vino y las copas- dijo Anne mientras salía a la terraza

Cogí lo que me dijo y fui detrás de ella. Estaba sentada en una de las sillas y yo me senté a su lado. Le di una de las copas y le puse vino. 

- ¿Es tu primera vez en Grecia?- pregunté

- Sí, y es preciosa- contestó con la vista al frente

- Me agrada que te guste

- ¿Te molestaría si te pregunto por la madre de Jane? Es que llevo toda la tarde dándole vueltas a lo que podría haber pasado para que Jane esté sin madre y de verdad, me gustaría saberlo, pero si es muy privado, me aguantaré

Aparté yo ahora la mirada. Nunca había hablado de Rosy con alguien que no fuese Harold o Margaret.

- Tranquilo Zack, no te preocupes. Siento haber preguntado

La miré y justo me estaba mirando ella. Sabía que podía confiar en ella, me transmitía confianza, además, si iba a ser la "mami" de Jane, debería saber algo de la verdadera madre, ¿no? Anne me acarició la mano que tenía en la rodilla y me sonrió.

- Rosy, la madre de Jane se llama Rosy. Nos conocíamos de toda la vida, aunque no nos llevábamos bien. Era la chica más guapa que había visto en mi vida. Era inteligente, también. Era perfecta- suspiré- le admití mi amor en la universidad, pero no me correspondió. Simplemente me dejó en ridículo, delante de todo el mundo. Hizo que me sintiera inútil o estúpido- suspiré de nuevo, habían sido los peores momentos de mi vida.

- Vaya, ¿y aún así la seguías queriendo?- asentí- ¿a pesar de todo lo que te hizo?- volví a asentir 

- Pero eso no me frenó. Seguí yendo a la universidad, hasta que me gradué. Decidí no hacerla caso, decidí oprimir todo lo que sentía por ella. No la volví a ver, no hasta que fue a mi oficina, buscando trabajo. Quise mandarla a la mierda, pero no pude, supongo porque la seguía queriendo.

- Que buena persona- comentó Anne

- ¿Vas a seguir interrumpiéndome o vas a dejar que siga contándote mi vida?

- Lo siento 

- Una noche, fuimos a un bar, para celebrar. Habíamos cerrado un trato con mucho dinero de por medio. Empezamos a beber y al final acabamos en un hotel. Al día siguiente, Rosy me miró con asco y dijo que se arrepentía de lo sucedido. Sus palabras me hicieron daño, yo había pasado la mejor noche a su lado, pero en cambio ella se arrepentía. Decidimos olvidarnos del tema, hasta que un día, apareció en mi despacho, con unas hojas en la mano. Era una ecografía. Estaba embarazada. Me alegré un montón, iba a ser padre, y la madre de mi futura hija, era la mujer que más había amado. Pero ella no sentía lo mismo. Estaba cabreada, dijo que le había arruinado la vida y que no quería al bebé. 

Anne se llevó la mano a la boca por lo que le contaba, lo que me pareció adorable.

- Le dije que siguiera con el embarazo, que la ayudaría con todo y que si al final no quería al bebé, me lo quedaría yo. Aceptó. La consentía con todo lo que ella pedía o quería. Pero en cuanto dio a luz, dijo que no la quería. Que después de todo, un bebé no entraba en sus planes. Acepté su decisión, pero le hice firmar un contrato. Un contrato que me daba la custodia completa de Jane. No podría verla o buscarla en ningún momento. Un contrato en el que me cedía todos los derechos de Jane, por dinero

- ¿Te vendió a Jane?- preguntó Anne

- Prácticamente. Pero ella firmó, no dudó ni dos segundos. En cuanto le dieron el alta, desapareció. Y Margaret y yo nos hicimos cargo de Jane. No la vio ni siquiera al nacer, ni siquiera quiso darle de comer.

- Yo no podría dejarla... Dios, Jane es la niña más cariñosa y genial que jamás haya conocido, y eso que soy profesora. Siento que te hayas enamorado de una persona tan egoísta como Rosy. Y sinceramente, me alegro que Jane no la haya conocido nunca. Porque Rosy no se merece conocer a alguien tan genial como Jane- se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro, mientras lo acariciaba- Y lo habéis hecho genial. Habéis educado a una niña muy educada, segura de sí misma, y muy feliz. Has hecho un buen trabajo, Zack

Apoyé mi cabeza en la suya y la abracé. Estaba muy orgulloso de Jane, y que alguien lo viera, me hacía sentir el mejor padre del mundo.

Best Mistake |Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora